domingo, 22 de agosto de 2010

EL OJO DE GALLO


Solo recuerdo que un dia antes de ir a la escuela, estaría en segundo o tercero de primaria, mi bisabuela Isabel me dijo que me amarre los zapatos y lo hice a mi manera recuerdo que anude los pasadores haciéndoles como cien nudos a cada uno y la sorpresa de mi pobre bisabuela que luego tuvo que desatar con gran paciencia los pasadores que parecían trenzados de puros nudos, pero había un detalle en mi zapato del pie izquierdo sentía una pequeña molestia, un clavito a la altura del talón me hincaba levemente y me hizo una pequeña herida como un puntito en mi talón izquierdo y creo que desde ahí empezó todo. Con el tiempo, dicha herida se fue formando como en una especie de callo plantar que me producía una molestia al estar mucho tiempo de pie, no le tome importancia y mis padres a decir verdad tampoco se percataron de este “callito” que con el tiempo fue creciendo y a volverse parte de mi pie,ya se había convertido en una capa gruesa de piel con un punto negro al medio y con un gillette empezaba a cortarlo y sacar el exceso de piel al final quedaba todo de un color amarillento. Así estuve con mi “callito” por mucho tiempo ignorando su verdadero nombre y sin la necesidad de ir a un podólogo para que me diga lo que en realidad era y si tenia solución o no, a decir verdad lo que yo quería era extraerlo de una vez por todas, pero que podía hacer yo un niño que ignoraba todo eso, así fueron pasando los años y el “callito” ahí seguía jodiendo, más cuando con las lluvias mi zapato o zapatilla se mojaba y esto hacía que el “callito” se humedezca y crezca de tamaño y se suavizaba un poco entonces yo aprovechaba para rebanarlo con un gillette. A veces me paraba rascando el callito con las uñas sobre todo en las noches antes de dormir y eso me daba como cosquillitas y en verdad les digo que quería que desapareciera. Era desesperante tener en la planta de mi pie al maldito “callo” y lo aguanté por muchos años algo de diez años para ser exactos, en una ocasión estuve tan desesperado que a toda costa quería deshacerme de él y en mi desesperación agarre un gillette y una aguja y empecé a cortar y a hincar lo más profundo que podía aguantando el dolor, quería extraerlo de raíz y escarbé hasta que un gran chorro de sangre brotara y me asusté pero no me importaba quería que el “callito” ya no estuviera jamás allí jodiendo. Estaba resignado a vivir para siempre con el “callito” ahí en la planta de mi pie ya era parte de mí y estaba acostumbrado, una vez cuando estaba en el colegio con un grupo de amigos me fui al río “Yacus” a nadar en una linda mañana de sol abrasador, luego del chapuzón nos echamos en el césped a “ broncearnos” y allí uno de mis amigos se percato del “callito” que como era lógico con el agua había duplicado su tamaño y parecía un ojo con un punto negro al medio y todos curiosos empezaron a verlo y a tocarlo nunca habían visto nada igual ¡pucha que roche! Pero no era el único que tenia algo que mostrar y en ese momento cada uno de mis compañeros empezó a exhibir alguna deformidad de su cuerpo, uno de ellos tenia un dedo deforme que nos causo risa, el otro un inmenso lunar en la espalda de una forma rara y con pelos, otro tenia una espina incrustada en la pantorrilla que ya no se podía sacar por que estaba totalmente debajo de su piel y yo con mi “callito” que parecía el cráter de un volcán. Todos reímos de lo que estábamos mirando las rarezas de nosotros pero nadie se burló y nunca más tocamos el tema. Cuando terminamos el colegio nos fuimos de viaje de promoción a la ciudad de ICA, llegamos e hicimos un pequeño tours por las ciudades de Chincha,Pisco,Paracas y en Ica llegamos a ir a la famosa laguna de la Huacachina,que parecía un oasis en pleno desierto, nos metimos a bañarnos por varias horas hasta cansarnos, no recuerdo bien pero creo que llegue a oír de alguien que esas aguas eran medicinales y tenían poderes curativos no le tome importancia a esa edad uno no esta enfermo de nada y seguimos nadando en la laguna cuyas aguas eran turbias y el piso fangoso que cuando pisábamos nos resbalábamos o nos hundíamos. Aunque parezca increíble luego de esa experiencia en la laguna de Ica, paso el tiempo y me tocaba cortarme el molestoso “callito” me senté en mi cama y provisto de mis herramientas que eran unas tijeras una aguja el infaltable gillette y un poquito de alcohol para detener la sangre, grande fue mi sorpresa cuando al sacarme las medias y examinar la planta de mi pie no encontré nada estaba limpiecito y del bendito “callito” no había ni rastro no quedaba nada de él revisé mi otro pie pensando que me había equivocado pero igual estaba todo limpio, me parecía un milagro que el haloma había desaparecido por completo, aplaste con mis dedos el lugar donde se encontraba y no logre palpar nada y ningún dolor se hacia sentir, luego de casi una década logre que se fuera, transcurrió el tiempo sin poder comprender lo que paso para que desapareciera y hasta llegue a extrañarlo, no había duda era el agua de esa laguna la que lo saco de mi pie. Ahora después de muchos años me acuerdo del famoso “callito” siempre con la duda de saber que era, cual era su nombre medico, se me ocurrió averiguar y descubrí que era un haloma una especie de callo plantar comúnmente llamado “ojo de gallo”, y valgan verdades aparte del gracioso nombrecito, recuerdo que en verdad se asemejaba tanto a un ojo pero no elíptico sino circular como la de un ave con un punto negro al centro.

MAYOR QUE YO


En una reunión familiar conocí a Hellen una señora de cuarentaitantos años y yo a mis veintitantos quede prendado de ella, su porte sensual y lo sofisticado de su vestimenta llamo mi atención de inmediato, se le veía muy sensual y sexy, su cabello pelirrojo, su figura esbelta y sus movimientos excitantes la hacían una mujer interesante y durante toda la fiesta no le quite los ojos de encima y hasta sentí celos cuando no bailaba conmigo y lo hacía con otra persona de su edad. No sabía de donde había venido este ángel ,a lo mejor cayó del cielo esa misma noche para deleite mío, no aguante las ganas de sacarla a bailar y me arriesgué intrépidamente a invitarla a bailar una pegajosa salsa ante la mirada atónita de mis tíos y primos era ase momento o nunca, con respeto extendí mi mano y cortésmente con suaves palabras la invite a bailar y ella aceptó risueñamente ese momento fue divino estaba en el cielo y me sentía flotar en el aire por la satisfacción de no sentirme rechazado por culpa de mi edad. Fue en varias ocasiones en que la invité a bailar y la gente ya nos miraba con otros ojos pero yo no hice caso y es más me atreví a hablar con ella, le pregunte su nombre y le di el mío, ella me pregunta mi edad yo se la di, curioso yo hice lo mismo y me respondió con esta frase “A una mujer nunca se le pregunta la edad” y sonreímos, poco a poco me acoplé al grupo donde ella estaba y no era el único que deseaba estar al lado de ella hasta presentí que un tipo me miraba mal, se lo comenté a ella y me dijo que era solo un amigo y que había venido con él, de inmediato supuse que también se iría con él de la fiesta y eso me desilusionó un poco, no le hice mucho caso a esta situación y seguía muy al lado de ella y me pareció que esto no le incomodaba a ella. Los tragos estaban haciendo efecto no solo en mi sino en todos los que estaban presentes en la fiesta y eso me desinhibía un poco, al rato noté que ella salía del salón con dirección al jardín, sutilmente me escabullí con el pretexto de ir al baño y en un descuido me di la vuelta por el otro extremo del jardín para simular un encuentro casual y así sucedió hablamos no sé que cosas por espacio de unos minutos y le dije que era muy linda y que me había impresionado ella sonrió y me agradeció el gesto, quise decirle muchas cosas y hasta robarle un beso pero no pude. Por varias horas la fiesta siguió en su apogeo mis amigos y mis primos empezaban a vacilarme e insinuaron que estaba enamorándome de Hellen y creo que tenían razón, yo solo sonreía y decía que no, que solo era una atracción física la que sentía por ella, pasaron las horas y la gente empezaba a abandonar el salón y comenzaban a despedirse, yo no perdía de vista a Hellen seguía con la mirada todos sus movimientos y noté que estaba despidiéndose de sus amigas me puse en un lugar visible y ella se acercó para despedirse de mi, lo hacia acompañada de una amiga otra señora guapa y no del tipo con quien me dijo había venido, a quien busqué con la vista por todo el salón y nunca lo vi, ella se acercó a darme un beso en la mejilla como despedida y de inmediato le propuse acompañarla,y ella me dijo que se iría con su amiga en un taxi, entonces te acompaño a la puerta a embarcarte en un taxi le dije y ella aceptó gustosa y sonriente. En la puerta se acercó a un taxi y luego de consultar se subieron, nos despedimos muy rápido y no me dió tiempo a nada solo reaccioné cuando el auto se alejaba lentamente, pero a pocos metros se detuvo y retrocedió hasta donde yo estaba y se cuadró justo al costado mío, luego ella bajó la luna del auto saca la mano y me entrega una tarjeta y me dijo: -Ten mi tarjeta llámame ¿ si?........y se retiró raudamente. Hice que pasaran unos días y la llamé por teléfono ella se acordaba de mí perfectamente y dialogamos un buen rato de muchas cosas y en especial de la fiesta, luego antes de despedirme le dije que quería verla ella guardo silencio un rato luego de un suspiro corto aceptó, quedamos en el día y el lugar y colgó el fono. El dia de la cita estaba muy nervioso no entendía lo que estaba pasando me estaba metiendo en un dilema pero ya estaba hecho, nos encontramos en ese lugar y nos fuimos a un restaurante a comer un ceviche y pedimos unas cervezas luego de mucha conversación le dije que me gustaba y que deseaba que ella fuera mi enamorada, me estaba declarando, ella tomó mis manos y me dijo que eso no podía ser, que iba a pensar la gente yo podría ser su hijo, es más yo tengo un hijo casi de tu edad me dijo, yo le dije que la edad no tenía nada que ver, ella era viuda y libre, yo estaba solo y no había impedimento, estás mal me dijo eso ¡no puede ser ¡ la gente que dirá y mi familia también. Tú eres un chiquillo y hay tantas chicas de tu edad, no le hice caso y me declaré de nuevo. ella estaba en aprietos sin saber que decirme eso lo note. Salimos del restaurante y paseamos por muchas horas y por varios lugares, ya de noche dispuse acompañarla a su casa esta bien me dijo ella, pero hasta cierto punto a lo mejor me pueda ver un vecino y pueden pensar mal, me aclaró, esta bien le dije y caminamos con dirección a su casa, llegamos muy cerca de esta y al momento de la despedida no pude mas y la tome suavemente de la cintura la atraje hasta mi pecho y la bese suavemente en los labios, ella correspondió a mis besos casi sin darse cuenta y así estuvimos por varios minutos disfrutando de nuestros besos y nuestras caricias. Desde ese dia nuestras citas eran más frecuentes arriesgadas para ella aunque para mí también que pensaría mi familia si supieran lo que estaba pasando la gente no me importaba lo que murmuraba solo interesaba ella y mi familia y la de ella también, así fue pasando el tiempo y la pasábamos muy bien existiendo solo los dos e ignorando a todos los demás. ¿Hasta cuando durara esto? Interrogaba ella Yo la abrazaba y le decía que no piense en eso por ahora, con Hellen pasaban las horas como si fueran minutos para nosotros no importaba nada y así nos amábamos a escondidas de los ojos de nuestras familias pero ante los ojos de los demás éramos indiferentes y no nos importaba el que dirán ,fue una relación prohibida quizás pero la disfrutamos tanto ella con su experiencia y yo con mis ganas aunque a veces era al revés y disfrutábamos al máximo las cosas de los dos. Tanto en la intimidad como en las demás locuras que hacíamos. ¡Tu estás loco!...... me decía y le respondía : Sí estoy loco pero loco por ti. Y sonreía coquetamente y me respondía con un apasionado beso. A veces nos separábamos por mucho tiempo por que sus hijos que estaban en el extranjero llegaban a visitarla por uno o dos meses y esos días eran insoportables para mí, no sabia que hacer ni llamarla por teléfono podía, hasta que se regresaban y todo volvía a la normalidad yo extrañaba sus besos, sus caricias, su cuerpo. Luego nos dejamos de ver por un tiempo, no se por que, pero un día llamé a su casa y nadie contestaba el teléfono insistí los días siguientes y nadie respondía el fono, estaba desesperado de no saber nada de ella ,si al menos alguien me hubiera dicho que es lo que estaba pasando lo entendería pero nadie hacía eso, hasta que un dia por fin una señorita contesta el teléfono y le pregunto por Hellen y ella me dice que Hellen era su madre y no se encontraba, que estaba en España y que a lo mejor se quedaría a radicar en ese país, me consultó si quería dejarle algún mensaje por que ella también estaba por viajar al dia siguiente, no supe que decir y solo atiné a mandarle mis saludos y mi nombre. Se los haré llegar me dijo en forma amable y nos despedimos. Ese dia entendí que todo era solo una ilusión, ella a lo mejor lo pensó así también y decidió marcharse para poder despertar de ese sueño que los dos vivíamos, fue duro y cruel pero quizás necesario no sé que hubiera pasado si me lo decía ,a lo mejor no la hubiera dejado partir, pero se fue y eso es todo, lo importante fue que mientras estuvimos la pasamos muy bien rompiendo tabúes de esta sociedad que cada dia abre mas los ojos.