sábado, 31 de marzo de 2012

BILLETE NUEVO X BILLETE VIEJO











Apurado subo a la combi para regresar a casa, acabo de cambiar cincuenta soles, dos billetes de veinte y uno de diez con conseguí las monedas para pagar el pasaje, ahora pienso que el cobrador se cobraría lo que él quiere y no la tarifa justa, el vehículo recorre  lentamente la Av. Angamos la gran cantidad de automóviles hace muy lento el viaje toda la avenida esta congestionada los bocinazos de  los carros me hacen perder la calma y me ponen algo histérico, estresado tal vez si cabe el termino, pasan algunos minutos y el carro dobla para agarrar la Av. Arequipa, el cobrador empieza a gritar eufórico a los pasajeros  el vehículo se detiene en un paradero y demora algunos minutos, un pasajero impaciente que no soy yo reclama airado y exige al chofer que ponga en marcha  al carro y avance, este le hace caso casi enseguida.

Algunas cuadras después el  inquieto cobrador avanza en el interior y comienza a pedir los pasajes, todos meten las manos al bolcillo y extraen  la billetera, el monedero  o el dinero  y extienden la mano para entregárselo al cobrador, yo hago lo mismo  pero veo que todos pagan con monedas y el precio exacto , cautelosamente meto la mano al bolsillo y saco el billete de diez soles y se lo entrego al cobrador, este a su vez lo toma apresurado y lo estira, lo huele, lo pone a trasluz y piensa un momento luego reacciona y me lo devuelve diciendo :

Cámbiame otro billete por favor

Yo le pregunto por qué, cual es la razón para cambiarle de billete, el me mira desconfiado y me dice que el billete está roto en una de sus esquinas, eso no tiene nada que ver le digo, mientras el billete no sea falso tú tienes que aceptar cualquier billete así sea roto o parchado, pero el muchacho no entiende y hace oídos sordos a mi  sugerencia.

Me vuelve a insistir para que le cambie el billete y me lo entrega  de mala gana en la mano, pensé en algo por un momento y quise devolverle el gesto de la misma manera, inmediatamente busco en mi bolsillo ( no acostumbro a usar billetera)  un billete nuevecito de veinte soles el billete era tan nuevo que parecía recién hecho y  no tenía ni una arruga, inmediatamente me acerque y le entregue el billete, nuevamente hizo los mismos gestos anteriores miro bien el billete, lo olfateo como si fuera algo para devorar, lo estiro y lo metió al  percudido  canguro, al cabo de unos segundos me entrega el vuelto, un billete de diez todo viejo y arrugado con algunas monedas, ni bien me los entrego separe el billete y se lo devolví.

¡Cámbiame este billete!  Por favor le dije.

¿Que tiene el billete?  Pregunta contrariado

No ves que está muy viejo y arrugado le respondo

No tiene nada, el billete está bien me replica

Entonces algo  ofuscado lo encaro, ¡oye!  O sea que tu si me puedes dar un billete  arrugado y viejo , no seas pendejo y cámbiame  el billete y dame uno  nuevo igual al que te di, sorprendido me mira  y me sonríe sabiendo que había perdido, me recibió el billete y lo vi buscar entre los muchos que tenía un billete nuevo y nunca lo encontró, dándose por vencido me preguntó si me podía dar dos monedas de cinco soles, no hay problema le dije pero siempre y cuando sean nuevos, ¡ ya pe causa! No te pongas así pe…….., yo  sonreí  sintiendo que había dado una lección, tomé las dos monedas de cinco y continué el viaje tranquilo.