domingo, 17 de febrero de 2013

Carnaval Jaujino







Esa tarde caminaba por la plaza, en la esquina de Grau con Junín vi un grupo de chicas  conocía de vista a todas pero solo una era mi amiga, al pasar por el lado de ellas, Bety la que yo conocía me intercepto, luego de saludarnos y de unas palabras de protocolo mientras las demás seguían hablando  pero  con las miradas puestas en nosotros. Bety me propuso bailar en el cortamonte de mi barrio, asombrado la quedé mirando sin saber que responder, y de inmediato aclaró que ella no iba a ser mi pareja sino una amiga suya, que le había pedido el favor de buscarle pareja para el día del cortamonte.
_ ¿Y quién es? Pregunté intrigado.
_ ¡Ah!  Se trata de Carmen. ¿La conoces no?
_ Si, la conozco pero de vista al igual que tus amigas y  señale con la mirada al grupo de chicas.
_! Ah! Pero que tonta que soy me dijo y tomando mi mano literalmente me arrastro hacia donde estaban sus amigas y me las presentó a todas. Carmen no estaba allí.
Luego  de separarnos discretamente  del grupo   preguntó.
_ Bueno, ¿Y qué dices  vas a bailar o no con mi amiga Carmen?
Y sonrió cómplice de algo
_ Bueno está bien le dije, pero como vamos a hacer por que en verdad yo no hablo con ella, y a lo mejor no sé si querrá bailar conmigo.
_ ¡Claro!  No te preocupes yo hablo con ella, dijo de manera contundente.
Quedamos en vernos al día siguiente para que quede confirmado lo que habíamos acordado, me despedí de ella y de las demás chicas y enrumbé por todo el jirón Grau, en el trayecto fui pensando en Carmen, a pesar de vivir a unas cuantas cuadras de mi casa no le hablaba, no era mi amiga, en todo caso no porque no quisiera sino que ella se había mudado hace pocos meses  a una casa a unas dos cuadras de la  mía. Caminé pensando en ella en su voz en su sonrisa en sus pasos de baile, en todo. La había visto muchas veces pasar por delante de mi puerta a veces la molestábamos con los muchachos del barrio pero ella pasaba de frente y solo sonreía ante nuestros comentarios. Era una chica agraciada, carismática, sencilla.
Llegó el día esperado, Cortamonte en el Barrio “Cruz de Espinas”, algo nervioso me ponía el terno mientras escuchaba los acordes de la banda, que se filtraban por la ventana de mi habitación. Tomé el sombrero y el pañuelo de mi viejo los únicos que había en casa y ya estaba listo, me habilité de algunos billetes ahorrados de algunas propinas y fui al encuentro de mi viejo, sorprendido miro mi facha.
_ ¿Vas a bailar?
_ Si, mis amigos van a bailar y me animé yo también. (Mentira)
_! Ah! Qué bueno, ten cuidado nomas con el árbol, fíjate bien para donde va a caer y toma tus precauciones, y no tomes mucho.
_ Puedes darme para algunas “chelas”  y para comer algo.
_Está bien, metió la mano al bolsillo y me extendió unos billetes.
_!Gracias pa! , ya vengo.
Y  salí  más nervioso todavía con dirección a la casa de Carmen, enternado y con el sombrero y el pañuelo puesto mientras la banda tocaba incansable los huaynos carnavalescos, el viento llevaba las melodías lo más lejos posible y ya me imaginaba en medio del ruedo llevando del brazo a Carmen.
Llegué a la casa de ella y por un momento dudé en tocar, no estaba tranquilo, a las cinco de la tarde habíamos quedado, temblorosamente le echo una mirada a mi reloj y las agujas marcaban las cinco de la tarde en punto, era puntual.
Ni modo, a una dama no se le hace esperar y toqué la puerta de madera con el puño, a los pocos minutos salió un chiquilla creo que era su hermana, pregunté por Carmen y me dijo que la esperara un ratito que se estaba arreglando. Esperé un ratazo y aparaceció ella, quedé atontado por un momento estaba impresionante parecía una muñequita, el maquillaje era perfecto y me puse más nervioso todavía ¿Y si no bailo bien? Me pregunté en silencio.
_ ¡Hola!, dijo ella con naturalidad.
_ Hola respondí, temblando.
Caminamos hasta la esquina y doblamos por Huascar, luego por Arica y después por Alfonso Ugarte, hasta llegar al sitio de la fiesta, tres hermosos montes estaban allí bien plantados esperando a los danzantes para realizar el rito carnavalero de los cortamontes en Jauja. Nos detuvimos por un momento a observar los majestuosos árboles y sus adornos. Miramos de reojo a algunas de las parejas para ver si encontrábamos a algún conocido, habían varios, pero desde una de las carpas  oí que me llamaban por mí nombre, giré la mirada y vi a John con una botella de cerveza en la mano y con la otra me hacía señas para ir donde él estaba.
_ ¿Quien es?
_ Un amigo, le dije vamos para presentártelo y caminamos hasta la carpa, al acercarnos vi también a Carlos y a Roberto. Saludé a Jhon y noté que su pareja era Sole, me puse celoso y quise cambiar de pareja, que no hubiera dado por bailar con Solé, ella solo sonrió y me dijo.
_ ¿No vas a presentar a tu pareja?
_ ¡Ah! Claro y presenté a Carmen que no se quedaba atrás en belleza y carisma. Noté miradas extrañas.
John, sorbió la cerveza de su vaso y me pasó la botella ¡Salud! Por el barrio me dijo y sonreímos todos repitiendo en coro ¡Por “Cruz de Espinas”! .
Tomamos unas cuatro cervezas para no arrancar fríos y salimos al ruedo a bailar a los acordes de la banda, de los huaynos.
La tarde se hizo noche y los tragos seguían remojando  nuestras resecas gargantas, nos emocionamos y hasta nos pusimos a cantar conocidos huaynos que tocaba la banda, éramos felices todos. Olvidé que Sole bailaba con John y me sentí feliz con Carmen, sus amigas empezaron a molestar, ellas sólo miraban de lejitos a pesar que ella  las llamó  no vinieron y nos dejaron solos. Los montes  empezaron a caer uno por uno y la noche se hizo más espesa, más noche, más cómplice.
Terminado todo allí, y con la euforia del momento decidimos ir bailando  hasta la plaza para agasajar a los nuevos padrinos, llegamos a un local y allí cada uno de nosotros y las chicas también  bebimos  nuestras ultimas cervezas. Era la hora de regresar a casa, me despedí de mis amigos Carmen hizo lo mismo y John abrazaba a Sole, que envidia.
Caminamos por un solitario jirón Junín hasta llegar a Alfonso Ugarte, recordando momentos de la fiesta.
_ ¿Oye tus amigos son chéveres no?
_ Si, son así además creo que tú también les caíste bien a ellos.
_Si, ¿pero Sole?
Esa pregunta si llevaba veneno, y la esquivé  hablando de otra cosa.
_ ¿Te gusta ella no?
_ ¿Ella?,  como me va a gustar.  (Mentira, me moría por ella)
_Si,  ¿estás enamorado de ella no?
_ No, ella es enamorada de John, ¿Acaso no te diste cuenta?
_Si, pero igual, tu estas enamorado de ella.
Caminamos despacio como no queriendo llegar a nuestro destino, las calles solitarias de Jauja a las diez de la noche se cubría de un frio manto negro que incitaba a buscar abrigo. Carmen temblaba, quise abrazarla pero en vez de eso me quité el saco y cubrí su espalda.
_ ¡Gracias! , ¿Hace frio no?
_ Si mucho.
Una cuadra antes de llegar a su casa me detuve.
Sorprendida me miró con sus enormes ojos redondos, y pude  contemplar su belleza, ella sonrió algo nerviosa y no supo que decir.
_Me gustas mucho, no sé cómo pude ignorarte durante todo este tiempo. (Le dije)
_Te diste cuenta que me ignorabas
_Si, fui un tonto. Dime  una cosa tu le dijiste a Bety  para que me diga que baile contigo.
_ Sabes quería bailar, y tú fuiste una alternativa.
_ ¡Ah! O sea que yo fui una alternativa
_ Perdón, no quise decir eso.
_Bueno, esta alternativa creo que  se tiene que despedir
_! Tonto!, perdona eso de alternativa, lo dije porque no sabía que decir, ¿Estoy nerviosa sabes?
_ ¿Nerviosa? Y porque.
Se acercó con ternura a mi lado y  acaricio  mis manos frías, la tenía cerca y pude sentir su tibio aliento. Sus ojos iluminaban mi opaca mirada, solo me centré en su  dulce sonrisa y tuve la tentación de besar sus labios rojos, su cabello ensortijado quería fugar del  pequeño sombrero que llevaba puesto, su atuendo de jaujina le quedaba de maravilla. No pude resistir más y besé sus fríos labios. Ella correspondió y me apretó contra su pecho. Sentí rebotar de su cuerpo por que llevaba el abultado atuendo de jaujina.Nos besamos a la luz de la luna  fue romántico y lo recuerdo con claridad. No fue necesario declarar nuestro amor. Nació ese día de febrero en el mes de carnavales y en el mes del amor.