lunes, 20 de enero de 2014

LA NOVIA




Desaliñada con la mirada perdida en tiempo y espacio caminaba a pasos lentos por el amplio pasillo. Llevaba puesto un largo y vetusto vestido  que alguna vez  fuera  blanco y en sus manos sostenía un  maltratado bouquet. El paso del tiempo le marcaron algunas arrugas en el rostro y su sonrisa había desaparecido para siempre  desde que un 20 de  Junio  de hace treinta años cuando  la dejaron plantada  al pie del altar  de la iglesia  porque  su amado novio  jamás llegó.
Vestía el mismo vestido de novia  que luce  ahora  y desde ese momento perdió la razón