martes, 26 de abril de 2011

BUENOS MUCHACHOS









La llamada telefónica de uno de mis amigos unos días antes de empezar la semana santa para saludarme y participarme de la invitación de un amigo que tenemos en común por el sur de Lima, hace muchos años que no visitaba Chilca y a la familia de mi amigo Javier, era buena la oportunidad de hacerlo ahora y poder aprovechar los días de feriado para dejar a un lado el estrés del trabajo, y sacarle provecho a los escasos días de sol que quedan en esta gris ciudad.



En los siguientes días nos pusimos de acuerdo en el dia y la hora en que deberíamos partir afortunadamente mi amigo Roger tiene su carrito y él iría con toda su familia, lastimosamente yo no pude hacer las diferentes razones, no tuve otra alternativa que viajar solo, entonces mi amigo ofreció llevarme en su automóvil lo cual acepte gustosamente.



Salimos el jueves en la mañana bajo un sofocante calor, la carretera hacia el sur estaba muy congestionada por la gran cantidad de carros que circulaban por esa vía, rumbo a disfrutar de la ahora mal llamada “semana tranca” en el trayecto el transito se hacia cada vez mas lento y esto me hacia recordar a una transitada avenida limeña en plena hora punta, los choques tampoco estaban ausentes hubo varios los cuales pudimos presenciar menos mal sin llegar las cosas a mayores. Conforme nos alejábamos de la ciudad también vimos alejarse al sol y nos fuimos acercando a una densa neblina que cubría casi la totalidad del mar y la fría brisa como que nos desanimaba y predecía el mal tiempo el sol había desaparecido por completo.



Estuvimos dudando sobre el estado del tiempo, pero al pasar Pucusana el astro rey se hacia sentir de nuevo, al llegar al pueblo de Chilca bajo un fuerte sol, llamamos a nuestro amigo Javier para comunicarle que ya habíamos llegado, éste a los pocos minutos se presento ante nosotros para guiarnos hasta su casa, Al ingresar a su casa mis recuerdos de muchos años atrás regresaron a mi mente, sus hermanas de mi amigo estaban allí y me saludaron efusivamente recordando aquellos años en que ya era parte de la familia muchas gracias por eso, y muchísimas gracias por tratarme muy bien.



Alistamos las cosas, para irnos a la playa, mi amigo Javier y su familia nos había preparado un suculento cevichito y luego de facilitarnos una combi y subir todos nuestras cosas nos dirigimos a la playa que queda a pocos minutos del pueblo, lo malo que cada vez que nos acercábamos mas a la playa el sol se ocultaba dando paso a una leve neblina, pero ni modo ya estábamos allí y había que disfrutar el dia, bajamos las cosas apresuradamente y buscamos un lugar apropiado y nos instalamos lo mejor que pudimos, sin sol y con una leve brisa fría comenzó nuestro relajo, al instante las chicas (esposas de mis amigos) por si acaso, empezaron a servir la comida y nosotros a destapar nuestra primera cervecita.



Los recuerdos no se hicieron esperar, de años atrás cuando éramos estudiantes de un instituto chalaco, de las fiestas aquellas donde nuestra condición de estudiantes misios nos hacían disfrutar de unos tragos simples y baratos, de las fiestas de cumpleaños en la casa de una compañera que vivía muy cerca al instituto, de las travesuras y las palomilladas de esas épocas donde a pesar de todo éramos ¡buenos muchachos! Y nunca tuvimos problemas con nadie. Luego recordamos la graduación y la despedida de las aulas donde cada uno hizo su vida muy lejos de los demás y la cantidad de años que tuvieron que pasar para poder reunirnos de nuevo ahora la mayoría con familia y quizás también con problemas pero ese jueves santo estábamos allí olvidando todo y relajando el alma y el cuerpo, fueron pasando las horas y encendimos la parrilla y se comenzó a asar la carne y los embutidos que eran para la cena, lastimosamente tenia que regresar y envidiaba a mis amigos que decidieron quedarse será para la próxima muchachos, espero que todo haya salido bien, luego ellos me llevaron a embarcarme para mi regreso a Lima el cual lo hice gracias a Dios sin contratiempos, a pesar de los años pasados y los que pasaran en adelante seguimos siendo los Mismos y quizás mejor que antes y a pesar del tiempo que pase creo que seguiremos siendo ¡Buenos muchachos!.

domingo, 24 de abril de 2011

! ME ESTAN JODIENDO LA VIDA !











Aprovechando los días de feriado por semana santa, opte por algunas cosas que nunca hice en años anteriores, una que me fui de paseo con unos amigos a un lugar fuera de Lima, que luego contare con más detalles, y lo otro que Salí con la familia al cine, nunca lo había hecho, siempre la pasaba en casa mirando películas algo deprimentes que pasaban por semana santa, filmes que tratan sobre la vida pasión y muerte de nuestro señor Jesucristo algo morbosas que se hace justo y necesario verlas, aunque eso me ponga en un trance, y de reacciones como de querer cambiar la historia al ver tanta injusticia y desigualdad en esas películas.


Debo confesar que al cine muy pocas veces asisto , con decirles que casi nunca lo hago, prefiero la complicidad de mi viejo televisor , de mi imprescindible DVD y de las ilegales películas piratas que inundan los mercados limeños, los cuales compro a precio irrisorio y lo disfruto en la tranquilidad de mi hogar y si estoy completamente solo mejor. Vuelvo a repetir que la sala de un cine es algo impenetrable para mí, pero esta vez acompañado de la familia y a insistencia de mi esposa, nos dirigimos a un inmenso centro comercial de Lima norte para ver una película animada que se estrenaba para felicidad de mis inquietas hijas, debo confesar que fui casi obligado para asistir a dicha función pero no me arrepiento y al igual que mis hijas disfrute de tan maravilloso espectáculo.

También debo confesar que el adelanto tecnológico es algo que todavía se me hace difícil asimilar, esto sumado a la gran cantidad de público que asiste a estos lugares que hace mucho más difícil que mi vida transcurra con la normalidad que yo prefiero, tuve que luchar contra mi impaciencia y aguantar más de treinta minutos haciendo mi cola para comprar las entradas y esperar otro tiempo similar para ingresar a la sala ,lejos quedaron esos años en que me acercaba a la taquilla de un cine y compraba mis entradas con total normalidad y rapidez, sin la necesidad de formar una concurrida cola era más fácil y sencillo identificar la película e ingresar al cine, ahora hay que estar al pendiente de los enormes avisos luminosos que te indican el nombre de la película, la hora de la función y el numero de la sala en que la proyectan ya que ahora existen los benditos multicines,!carajo! porque me la ponen tan difícil y qué manera de joderme la vida si yo soy un ser muy simplista y muy práctico.

Al momento de hacer la concurrida cola me puse a observar la inmensidad del centro comercial, también la cantidad de personas que allí estaban a mi alrededor transitando unos apurados y empujándose otros pacientes y tranquilos, observé también los inmensos restaurantes, los resplandecientes avisos electrónicos de diversos y mareantes colores cuyas letras parpadeantes anunciaban tiendas por departamentos, restaurantes, centros de diversión, y muchas cosas más , y recordé mi infancia allá en mi tierra , recordé a los cuatro o cinco gatos que formábamos la cola para comprar las entradas en el cine, es mas pensé en los dos únicos cines que allí existían y me puse a pensar en esa tranquilidad, en esa paz que reinaba por ese entonces allá en mi tierra donde la vida era simple, cómoda y placentera, no podía entender como en pocos años esto cambió drásticamente me están ¡ jodiendo y complicando mi ya disoluta existencia!

Me es difícil adaptarme al avasallador avance tecnológico que estamos viviendo, es cierto que dichos avances nos están cambiando y mejorando nuestra existencia, pero creo que mi generación es la que está pagando el costo de la adaptación, estamos al centro o sea entre lo caduco y obsoleto y lo nuevo. Lo de última generación, por eso cada vez que hago uso de un aparato de última generación me tomo la molestia de leer muy bien el catálogo antes de usarlo a veces no sé como soportar la burlesca sonrisa de mi hija cuando reacciona al contarle de los obsoletos aparatos que usábamos antes, como la máquina de escribir, la radiograbadora, el inolvidable casete, el practico walkman y su primo hermano el disc-man. Otrora fieles amigos de mi afición a la música, no comprendo como pudimos pasar casi sin darnos cuenta de nuestro fácil mundo manual a un complejo y atractivo mudo digital y nuevamente me digo como me ¡joden la vida! Pero ni modo tengo que asimilarlo.

En el interior de la sala la cantidad inimaginable de gente , me hizo pensar que el Perú ha crecido poblacionalmente en un buen porcentaje, sentado cómodamente en una moderna butaca esperaba impaciente el inicio de la película, delante mío un grupo de muchachos jugaban exageradamente con sus modernos celulares, una de ellas tomaba gran cantidad de fotos con su pequeña cámara digital, estuve a punto de decirle que dejara de hacerlo por lo molestoso del flash que centellaba delante de mi cara y volví a pensar ¡Como me siguen jodiendo la vida!.

Disfruté mucho la película, me maté de la risa, y la sonrisa y carcajadas exageradas de mi pequeña hija me hicieron muy feliz, y me puse a pensar nuevamente los beneficios de la tecnología digital que tanto disfrutan los niños y los jóvenes de ahora a pesar de eso pienso que en el futuro me seguirán jodiendo la vida pero lo disfrutare.