domingo, 9 de junio de 2013







PARQUE

Te esperé en el parque Suecia,  nunca llegaste. Quedamos en encontrarnos a las  seis de la tarde. Son las siete de la noche y aun te espero, me siento como un  imbécil sentado en la solitaria banca mirando las cuatro esquinas  para verte aparecer. De rato  en rato  camino por el perímetro tratando de disimular mi malestar. Estoy que reviento de rabia, te estoy diciendo muchas cosas que  no te imaginas, y mejor para ti. Camino hasta la cuadra siguiente para evitar que la gente me vea con malos ojos pero no puedo ocultar mi malestar, no sé si irme o seguir esperando. Sera mejor que me vaya ¿Y si llegas?, que huevón soy al pensar que todavía vendrás, de seguro estás en tu casa o a lo mejor no, que mierda estoy pensando. Seguro que tu vieja no te da permiso, si seguro es eso, ni modo, no tienes como avisarme.
Ahora son las siete con treinta, ¡Carajo! Ahora si me voy  y tú te vas a la mierda, me gustaría tomarme un trago, iré a la cuadra a ver si encuentro a alguno de los muchachos para irnos a tomar unas  chelas esta huevada de esperarte ya me llegó. Mañana cuando te vea te voy a decir un montón de huevadas que tengo que decirte ya me estas llegando con tu comportamiento de niñita mimada, hasta cuando vas a pedir permiso a tu vieja, no entiendo, tienes más de veinticinco años  y  la cojuda de tu vieja cree que todavía eres una niña y te cuida como a una nena de quince.
Camino distraído por Daniel Hernández, con la mirada baja, no quiero ver a nadie y que nadie me mire, estoy furioso y si te veo ahora no se qué pasaría a lo mejor te ignore o si no te gritaría aquí mismo que te estuve esperando como un huevón más de una hora y tu seguro que vendrías con una de tus estúpidas excusas nombrando a  tu vieja.
Hace frio, creo que en vez de cervezas un roncito no caería mal así mataría mi bronca y el frio, si mejor será un roncito. Llego a la cuadra y veo al Chino sentado en un murito, me acerco y lo saludo le pregunto por casualidad si te ha visto, me mira algo desconcertado y me dice que te vio hace media hora por la cuadra ocho con un pata. Lo dejo parado con la palabra en la boca y  camino apurado  hasta  mi casa, entro y voy directo al depósito a sacar mi vieja bicicleta, salgo apurado y pedaleo cuadras arriba hasta la cuadra ocho, entro por una calle y pedaleo despacio como peinando la zona, la oscuridad en algunos rincones es absoluta. Si te encuentro con alguien carajo, yo si te saco tu mierda, avanzo unas cuadras llego a un enorme parque donde algunas veces nos encontrábamos y nos besábamos en esas bancas, doy varias vueltas al  parque pero no hay nadie, como nunca el parque esta vacio, sigo por otra calle angosta miro para todos lados y  nada. Ahora pedaleo con fuerza y agarro velocidad recorro varias callecitas estrechas y  veo los portones oscuros  y solitarios donde puedas esconderte con ese huevón, sabes que conozco la zona, anduvimos por allí en varias ocasiones, me alejo más, ya debo estar por llegar a La Mar, sigo dando vueltas como loco, sin éxito. Regreso a mi casa peinando la zona por el mismo sitio por donde transité antes, despacio, calmado, llego a la avenida y enrumbo hasta la cuadra.
Guardo la bicicleta y de inmediato salgo hasta la esquina, veo a un grupito de los patas tomándose un roncito, me acerco y  me saludan, están  Lolo y Beto, el Chino sigue sentado en el murito y se caga de risa al verme yo lo ignoro, también están  mi primo y el gordo Coco y orinando a un lado el Chato. Me pasan la botella y me sirvo y bebo el asfixiante ron, trato de no pensar en ti, a lo mejor estás en tu casa con tu vieja y tus hermanos. No puedo sacarte de mi mente cada vez te vuelves necesaria en mi vida si tan solo pudiera estar a tu lado en vez de estar chupando con mis patas miro para tu casa y no hay nadie está todo oscuro, la conversación  se  vuelve un debate de futbol analizamos el clásico que se viene la mitad somos de la “U”  y la otra mitad son cagones, hacemos algunas apuestas y luego hablamos de las hembras, te nombran a ti y  me hago el huevón, sonrío hipócritamente, solo el Chino sabe algo y también se hace el cojudo.Secamos la botella y hacemos una chanchita para comprar otra. Seguimos hablando de futbol, de mujeres, de alguna bronca del fin de semana pasado, de nuestros viejos, no sé cuánto tiempo ha pasado ni sé qué hora es ahora. El trago ha hecho efecto en todos nosotros, hablamos algunas incoherencias y a veces las palabras  se vuelven gritos.
De repente te vimos pasar delante de nosotros, nos miraste sorprendida, no estabas sola sino con una de tus hermanas  ella  pasó de largo sin mirarme y tú me miraste aunque sea unos segundos, querías venir pero no podías yo quería ir detrás de ti para pedirte explicaciones, quería saber a dónde te habías ido mientras yo esperándote como un huevón en el parque, el que estabas con tu hermana no me garantizaba nada, sabía lo pendeja que era ella, a lo mejor tu también estas en esos pasos y vienes a hacerte la cojuda conmigo,quice ir a sacarte la mierda pero mi primo me contuvo, el chino también intervino y lo mandé a la mierda, el grupo se dividió en dos mientras unos trataban de calmarme los otros seguían chupando tranquilos hablando de otras cosas.
Hoy, que han pasado muchos años, estoy caminando  por el parque Suecia y he recordado muchas cosas, te he recordado a ti, a mis amigos del barrio, si a esos huevones que me engañaron al igual que tu. Ellos sabían que estabas con él, con el pata de la cuadra ocho y se callaron , no me dijeron nada. Qué clase de amigos eran, ¡Claro! También eran tus amigos a lo mejor por eso callaron y no me dijeron nada. No sé donde estarás ahora y tampoco me interesa saberlo, no sé si fuiste buena o mala pero es mejor que todo haya sucedido así. Mejor para ambos, mejor para todos.






No hay comentarios:

Publicar un comentario