El conductor del programa de radio por las tardes, un conocido periodista nacional trata con su invitado un psiquiatra limeño el tema de sexo después de los cuarenta, el tema me parece interesante, bueno más que interesante morboso diría yo y escucho atentamente todos los pormenores del tema el periodista y el psiquiatra hablan a “calzón quitao” y hacen un preámbulo antes de recibir las llamadas telefónicas del público.
Primera llamada, una señora de unos cuarenta y tantos años ha llamado y expone su caso ante la atención de los dos personajes que escuchan atentamente a la tía : Los tiempos han cambiado dice ella ya no es como antes y mi esposo a cambiado mucho y me tiene muy preocupada no se qué hacer continua diciendo la doña, se queja de la tecnología y le echa la culpa al avance tecnológico de lo mal que anda su matrimonio en estos tiempos, el conductor le dice que sea más específica y que explique a que se refiere con eso de la tecnología, la señora da un leve suspiro y continua diciendo :
Doctor quiero que me ayude , en las noches mi esposo más para ocupado en su teléfono celular si no está hablando esta chateando a cada rato con sus “amigos”, mientras yo estoy en la cama echada y llamándolo a cada rato pero él ni caso me hace y sigue el bien sentado frente a la computadora chateando o en todo caso está viendo la tele o si no está jugando con su celular, conductor e invitado hacen un pequeño comentario y sonríen sarcásticamente y agradecen la llamada de la señora, yo solo me sonrió de tal situación porque me parece un poco graciosa.
Segunda llamada, un fulano que dice tener más de cincuenta años y se jacta de ser un semental, cuenta el que sin sexo no puede vivir y que él lo hace en la mañana en la tarde y en la noche, el conductor y su invitado sueltan una tímida risita y yo me cago de la risa, continua diciendo el tipo de que el no necesita ni viagra ni nada de esas cosas él así no más fácil dura más de una hora teniendo sexo ¿Una hora? Interroga el conductor asombrado, pero por dentro yo se que se caga de risa al igual que yo, el oyente sospecha eso y aclara con voz contundente ¡En serio ah! Estoy diciendo la verdad, y para variar el pata de los efectos le pone una frase que dice “si cuñao” y me sigo matando de la risa, ellos también se ríen y agradecen la llamada después entre los dos se encargan de hacer leña al patán este que se cree un toro.
Siguen pasando las horas y estoy sentado frente de mi computadora, no sé como pienso en la primera llamada y al instante apago todo, tiro a un lado el celular, ya no me dan ganas de ver la tele apago todas las luces mando al diablo a toda la tecnología y apresurado ingreso a mi habitación lentamente me meto a la cama y ………… aquí termino mi relato.
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