Desde hace mucho tiempo vivo
ansioso de deshacerme de una parte de mi cuerpo, no se si eso es bueno o malo. Pero a mi me estorba y me mortifica tener que observar como parte mía,
algo que en verdad no deseo tener. Miro con desesperación que todavía esta allí
y sigue creciendo formando una gruesa capa de piel, que trato de extirpar con
ayuda primero de mis uñas y luego con alguna herramienta filuda.
Se trata de un callo que tengo en el dedo meñique del pie izquierdo, no puedo soportar como cada día
que pasa la superficie del diminuto dedo queda cubierta de una grotesca piel escamosa que lo cubre por completo hasta casi hacerlo desaparecer,
no tolero tal sensación, y he recurrido a varios métodos para tratar de desaparecer la gruesa piel que
cubre el nódulo del dedo.
Me mortifica que el pequeño dedo
desaparezca y que en su lugar solo se pueda observar una grotesca piel gruesa y
áspera, he recurrido a filudos cuchillos, hojas de afeitar, lija, piedra pómez
y solo logro aliviar y liberar mi dedo por unos cuantos días. Luego de los
cuales la gruesa capa de piel envuelve nuevamente a mi dedo y siento que lo
ahoga que lo estrangula, que lo asfixia, que se muere. Me desespera.
¡Ya no aguanto más!
Esta tortura.
He decidido algo que tenia en
mente hace muchos años, algo que siempre
quise hacer y no me atrevía, si voy al medico y le digo lo que pienso me tomaría
como un ser demente y me mandaría a una terapia psicológica y hasta
psiquiátrica tal vez. Por eso no voy a ir a ningún medico y voy a proceder como
lo tengo pensado.
Me voy a extirpar yo solo el
maldito callo, aunque éste es un intento más no creo que resulte, lo mejor que
puedo hacer es terminar el asunto desde la raíz y por tal razón he decidido
amputarme el dedo, sé que es una locura pero
es la única manera de que el
callo no siga creciendo y
asfixiando a mi dedo, lo voy a
hacer yo mismo lo tengo todo preparado.
He comprado en la ferretería un
filudo formón de carpintero una
poderosa comba, tengo gasa y algodón y
una botella grande de alcohol es todo lo que necesito. Y si esto no es
suficiente y las cosas empeoran también he comprado un cautín eléctrico para en
todo caso cauterizar mi herida.
Estoy listo, he lavado mi pie
izquierdo con abundante agua y jabón le eché
un poco de alcohol para esterilizar
el área. También esterilizo el formón a mi manera, luego me pongo un
trapo en la boca para que impida mis gritos si es que me provoca gritar. Ahora tomo aire y contengo la
respiración coloco el filudo formón justo en la base de mi dedo quiero volarme
el dedo desde la raíz, levanto la pesada
comba y casi con los ojos cerrados doy el certero y fuerte golpe. Siento una
leve punzada y el piso se tiñe de
sangre, el líquido rojo sale a borbotones de la base de mi dedo y moja
en contados segundos la blanca
toalla con la que me cubro. Siento que me he liberado de una pesada carga.
Siento y debo decir que la operación ha sido todo un éxito sonrió triunfalmente
y me desvanezco perdiendo el conocimiento.
Abro los ojos lentamente y
observo que mi brazo esta conectado a un
catéter por el cual circula un liquido
transparente .Luego ingresa una enfermera y se sonríe al verme, la ventana
enorme deja entrar un destello cegante
de luz solar, la enfermera me guiña el ojo y se retira sonriente. Me doy cuenta
que estoy en un hospital .Me han amputado todo el pie.
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