lunes, 20 de febrero de 2012

PESADILLA








Estaba seguro que habían pasado muchos años después de los hechos, llevaba una vida normal y  me sentía confiado de que nadie sospechaba nada de mí, incluso me había casado y tenia una  familia bien constituida, también estaba convencido de que mi pasado a nadie le importaba no era un personaje publico y que al contrario pasaba lo más desapercibido posible como cualquier ciudadano común y corriente de esta ciudad.



Casi había olvidado por completo esa parte de mi vida, o mejor dicho no lo quería recordar el tiempo se había encargado de borrarlo todo de mi memoria; tengo un trabajo digno y muy buenos amigos vivo sin hacerle daño a nadie y trato en lo posible de seguir triunfando en este mundo. Nada me hacia presagiar de lo que me estaba por suceder, había tomado mis precauciones durante todo este tiempo y estaba seguro de que el pasado ya había quedado muy lejos pero me estaba equivocando.



Esa madrugada fui interrumpido por un alboroto la bulla  en la calle, los  gritos y  galopes  de suelas de zapatos que corrían en varias direcciones, tuve que levantarme de la cama para salir a ver de que se trataba y al abrir la puerta  quede totalmente paralizado al ver  a ese patrullero estacionado justo al frente de mi casa, intenté ingresar de nuevo cuando la voz enérgica de un policía me detuvo: ¡Hey un momento por favor!  Me ordenó, lentamente me di la vuelta y pude verle el rostro trigueño y el abundante bigote debajo del quepí mostrándome una sonrisa de confianza, me puse lo más sereno posible y contesté: Buenas noches oficial dígame Ud. en que lo puedo ayudar. Necesito saber su nombre me dijo acariciándose la barbilla y se lo di, mire mi amigo estamos buscando a una persona que hace muchos años ha desaparecido  a lo mejor usted lo conocía y sabe algo y por ahí nos ayuda. No lo creo oficial  contesté con seguridad y  mi recuerdo me traslado hasta ese día, hasta ese maldito día en que no hubiera querido que exista en el calendario.



Lo estaban buscando, se me hacia raro que después de muchos años lo busquen y que por esos días nadie investigó nada de él, acaso habían encontrado el cuerpo que tan celosamente escondí, mejor dicho enterré y además estaba recontraseguro de que nadie me había visto, esa noche estaba solitaria y oscura cuando él apareció de improviso,  me agredió y me quiso robar usando un  enorme cuchillo  yo reaccioné hábilmente quitándoselo y nos enfrascamos  en una pelea donde yo estaba muy enfurecido y no iba a permitir que un sujeto como él se salga con la suya, me acordé de todas sus indefensas víctimas y quise tomar venganza en nombre de ellas, pero el al verse indefenso empezó a correr y lo seguí, lo alcance en un callejón donde no tenía la oportunidad de escapar  lo acorrale  blandiendo el arma en una de mis manos y lo apuñalé una y otra vez sin escuchar sus suplicas, sin oír sus ruegos  de cobarde  hasta dejarlo totalmente quieto, miré para todos lados y no había nadie, apresurado escondí el cadáver ensangrentado detrás de un muro y me dirigí a la casa de un amigo, le conté lo ocurrido y con su ayuda trasladamos al muerto lo más lejos posible del lugar.



Lo llevamos a un cerro alejado de la ciudad donde estábamos seguros de que nunca lo encontrarían, cavamos una fosa profunda y allí mismo lo sepultamos, lejos de todo el mundo y seguros de que ninguna persona conocida nos había visto y mucho menos un extraño, estaba seguro de ello pues por esos días  nos hicimos a los locos y preguntábamos a los vecinos si habían visto o escuchado algo fuera de lo normal esa noche y todos dijeron que no habían visto ni oído nada, pasaron los días y los meses y nunca nadie dijo nada, ni la policía vino a investigar algo, pero ahora se me hacia raro que vengan y de frente me pregunten por él, acaso fue mi amigo quien me delató lo dudo él hace muchos años que está en el extranjero y así como yo también olvidó el asunto y quiere borrar ese día de su existencia por eso digo que no creo que sea él.



Bueno señor, si usted recuerda algo  o tenga algún dato que nos pueda proporcionar  no tiene nada más que acercarse a la comisaría y hacer su declaración  de todas maneras ya sabemos dónde ubicarlo. Exclamo el policía; Esta bien oficial le respondí lo más sereno posible y sin mostrarme nervioso, así lo haré y ahora si me permite me retiro, siga usted y que descanse me dijo, se subió lentamente  al patrullero y se fue.



Pensativo ingresé a mi casa y me rompía  la cabeza pensando que había hecho para que después de muchos años me tuvieran cercado, como si todo hubiese ocurrido recientemente, no dije nada a mi familia y mi martirio siguió al punto de deprimirme, ¡no puede ser! me decía y un dia decidí salir de dudas y me dirigí sólo al cerro alejado a constatar si el cuerpo seguía en ese lugar, me quedé asombrado cuando vi que en el mismo sitio donde había sepultado a ese maldito había construido mi casa, sin tiempo que perder comencé a cavar con tal desesperación y ansias que en pocos minutos ya veía la osamenta del maleante, estaba allí y no habían dudas  de que la policía no-tenia pruebas de mi delito  a lo mejor hasta ya prescribió pensé en silencio, me disponía a tapar la fosa cuando escucho la voz ronca del policía que me había localizado días atrás.



Mi corazón  empezó a latir  muy rápido y  mi respiración se entrecortaba,  estaba sudando frió y mis manos empezaron a temblar ¡Puta madre! Balbuceé asustado, cuando de pronto empecé a oír  la voz de una  mujer que me decía: -¡Que pasa! -¡Despierta!- Que te sucede, y me sacudía fuerte de los brazos, abrí mis ojos estaba en una oscuridad total y todavía no podía respirar bien, luego   una tenue luz  iluminaba el ambiente estaba en mi cama pero  muerto de miedo poco a poco empecé a tranquilizarme  y mi esposa me comentaba que me movía mucho y que flexionaba mis brazos y mis piernas como queriendo correr, y escapar de algo o alguien, has tenido una pesadilla me dijo y no estaba seguro de eso, no pude dormir más y por varias horas estuve convencido que había cometido ese crimen. Hasta en el trayecto para irme al trabajo al ver un policía un extraño miedo recorría mi cuerpo, tuvieron que  pasar días para convencerme de que solo había sido  una pesadilla.

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