miércoles, 6 de junio de 2012

MALDITO DUENDE






La noche se hace gruesa y divago en lo tenebroso de mi habitación, las cosas desordenadas en la mesa, otras están tiradas en el suelo y mi cama parece un desierto por la arena que tiene encima, veo unos hoyos de los cuales salen algunas alimañas, no les tengo miedo y me sonrió mostrando mis amarillentos dientes, luego de este dia de mierda que tuve; ya nada parece importarme y me  acuesto en mi letargo  pero en vez de cerrar mis cansados ojos los  tengo mas abiertos que nunca y  comienzo a mirar a través del  denso humo  que pavonea  las cuatro paredes de esta  habitación  y no quiero abrir la  ventana  y con las justas corro un poco la enorme cortina,  entonces  una tenue luz ingresa y  ralamente puedo imaginar:



Que  la noche es mágica  y que un duende me invita a soñar  y sé que últimamente  apenas he parado de “fumar”  y tengo la impresión  de divagar. Amanece tan pronto y  estoy tan solo y no me arrepiento  de lo de ayer, las estrellas me iluminan y me sirven de guía para llegar a un lugar tan lejos  pero que esta allí mismo dentro de mi habitación  y me siento tan fuerte, que nadie me puede tocar, avanzo a todo dar y las distancias se hacen más cortas  pasan rápidas las horas  y este cuarto no para de menguar, tantas cosas  tengo que decir  y me da miedo, comienzo a sudar frió, si fuera posible escapar de aquí.



Amanece tan rápido.



Salgo de la habitación y  el maldito duende me sigue, su cara de estúpido me da risa y me río, me acerco hasta él y lo agarro a patadas pero mi zapato rebota en su cara no lo intento mas y corro a leer las noticias en aquel puesto de periódico, llego cansado y jadeando la gente me mira y junto con el duende leo los titulares de las noticias. Oh chico, sobre un afortunado que alcanzó su meta y aunque la noticia era bastante triste, bueno, yo me tuve que reír, vi la fotografía.



Se voló los sesos  de un tiro, y estaba allí tirado en el desierto, mejor dicho en su cama con la boca hacia abajo y en un charco de sangre, una multitud se quedó allí mirando.



¿ Habían visto su cara antes?



Nadie estaba realmente seguro  si era el del departamento 302  del condominio  de la siguiente cuadra.



O sea yo. ( claro que no era yo)



Vi una película hoy, Oh chico, el ejército  peruano  ganó la guerra. Una multitud volvió la cara, pero yo tuve  que mirar habiendo leído un libro, me encantaría que fuera verdad.



Me desperté; me caí de la cama y el maldito duende también, el pequeño ser tomó mi mano y bajó junto conmigo las escaleras, llegamos a la cocina y nos bebimos una taza de té y mirando hacia arriba me di cuenta que estaba atrasado. Encontré mi abrigo y mi maletín, llegué al autobús en pocos segundos, encontré el camino de subida  por las escaleras y me “fumé”  uno, y alguien habló y entré en un sueño.



Era el maldito duende que decía:



Borraré las pistas  y nadie sabrá que estuve aquí, y ahora es el camino del demonio  ya no hay salida, puedes gritar y gritar  pero es demasiado tarde, ¿por qué? ......no has estado poniendo atención, está brillando tu cerebro como lo hacías cuando eras joven  o te desplomas viendo todas las cosas que has hecho.



Escuché hoy las noticias, Oh chico, se te pasó la mano no usaste la dosis apropiada y dejaste al duende en tu habitación  y tus fotos están en los diarios. ¿Te estas viendo?.




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