jueves, 6 de diciembre de 2012

CRISIS















El tétrico pasillo del hospital psiquiátrico  se llenaba poco a poco  en horas de la mañana de sus peculiares transeúntes, hombres, mujeres y niños de alteradas mentes hacían su ingreso para recibir terapia y medicación, los viejos sillones del pasillo esperaban incólumes la llegada de tan singulares personajes, la escasa luz natural y el frio mármol de su piso creaban un ambiente de suspenso, depresión y  escalofríos.
Sentado en el vetusto sillón espero mi turno, me siento y observo a seres que nunca e visto, gente bien vestida como si fueran a una fiesta, algunos señores vestidos de blanco transitan por el pasillo llevando en  las manos  papeles, documentos, y medicinas, a mi costado un señor  de avanzada edad esta hablando solo, me mira y me dirige la palabra como si fuéramos viejos conocidos , en la otra silla una joven mujer hace extrañas  muecas   en su rostro  y sonríe exageradamente  mostrando su blanquísima dentadura, mueve torpemente  la  cabeza de un lado para otro y de rato en rato  estira los brazos como queriendo recibir un abrazo.
Un hombre vestido de blanco abre bruscamente la puerta del consultorio y pronuncia un nombre, esto llama mi atención y mi mente se  pone en blanco por unos segundos, luego una intensa luz brillante cega mis ojos y mis sentidos se vuelven confusos , ahora no se donde me encuentro seres de otro lugar han venido por mi, uno de ellos toma mi mano y me guía hasta una habitación, allí un ser grande vestido de un verde encendido me espera, me examina detenidamente , observa mis ojos con ayuda de una linterna y mis pupilas se dilatan, me duele ligeramente la  cabeza, luego me echa sobre una camilla y siento un hincón como si fuera una aguja en mi brazo izquierdo y no me acuerdo mas.
No se que me a pasado, ahora estoy flotando me siento liviano , es como si me  me hubieran quitado un peso de encima, a lo lejos veo un inmenso jardín, a mi costado hay un hombre gordo y barbudo muy anciano levanta su mano derecha y me señala un camino, me da un leve empujoncito  y  a los pocos segundo estoy parado frente a un inmenso jardín de flores multicolores, puedo observar también grandes copas de arboles , muchas aves y mariposas revuelan por el amplio cielo que por ahora está sin nubes , se ve todo brillante, limpio esplendoroso me siento bien aquí y no quiero irme.
De pronto un frio intenso abraza mi cuerpo, estoy temblando y mis huesos  pesan el doble, me siento de plomo, ahora mi cabeza me duele y mis latidos están acelerados, mis ojos lentamente se abren y los hombres de blanco me están ayudando, veo varias manos que me tocan, uno de ellos me pone una gruesa manta y comienzo a calentarme, ahora ya me estoy sintiendo bien, mientras el inmenso jardín va quedando atrás y el viejo barbón no hace nada para impedir que me vaya.
Los hombres de blanco me han puesto sobre una camilla y uno de ellos empuja con todas sus fuerzas, paso  raudo por el tétrico pasillo y el hombre sigue sentado hablando solo, y con elocuencia, la mujer sigue moviendo  la cabeza de un lado a otro, un niño en silla de ruedas  con un enorme gorro rojo que le cubre la cabeza me mira asustado, una vieja camina lentamente  llevando en la mano dos bolsas repletas de pastillas, en la puerta veo el inmenso sol y el jardín mustio y reseco que no se parece en nada al jardín que acabo de abandonar, las ruedas de la camilla avanzan resbalándose por el pulido piso, alzo la mirada y una botella gotea un liquido transparente  a través de una manguera que esta conectada a mi vena, solo recuerdo que minutos antes me desvanecí mientras esperaba mi turno sentado en aquel viejo sillón del hospital. Comienzo a  balbucear algunas palabras, no se lo que estoy diciendo, oigo algunas risas a consecuencia de lo que digo, estoy hablando cosas raras, quizás lo estoy diciendo en otro idioma, no entiendo lo que digo, los garabatos en mi mente se propagan cada vez mas rápido, ya no me duele nada y si me duele no lo siento, creo que a partir de ahora jamás volveré a ser el mismo, me siento diferente.
 ¿Quién soy? 
Es algo  que no puedo responder ahora, hago el intento de descubrir quien soy pero no puedo, me es imposible recordar todo lo que concierne a mí, solo siento mi cuerpo inerte que es transportado por  aquel tétrico pasillo del hospital, sin saber a donde me están llevando, si estoy vivo o estoy muriendo o quizás ya estoy muerto. Necesito que alguien me ayude y no hay nadie, estoy completamente solo escuchando esas voces que susurran en mi oído y me llaman insistentemente por mi nombre.

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