viernes, 4 de enero de 2013

AMPUTACION














Desde hace mucho tiempo vivo ansioso de deshacerme de una parte de mi cuerpo, no se si eso es bueno  o malo. Pero a mi me estorba  y me mortifica tener que observar como parte mía, algo que en verdad no deseo tener. Miro con desesperación que todavía esta allí y sigue creciendo formando una gruesa capa de piel, que trato de extirpar con ayuda primero de mis uñas y luego con alguna herramienta filuda.
Se trata de  un callo que tengo en el dedo meñique del  pie izquierdo, no puedo soportar como cada día que pasa la superficie del diminuto dedo queda cubierta de una grotesca piel escamosa  que lo cubre por completo hasta casi hacerlo desaparecer, no tolero tal sensación, y he recurrido a varios  métodos  para tratar de desaparecer la gruesa piel que cubre el nódulo del dedo.
Me mortifica que el pequeño dedo desaparezca y que en su lugar solo se pueda observar una grotesca piel gruesa y áspera, he recurrido a filudos cuchillos, hojas de afeitar, lija, piedra pómez y solo logro aliviar y liberar mi dedo por unos cuantos días. Luego de los cuales la gruesa capa de piel envuelve nuevamente a mi dedo y siento que lo ahoga que lo estrangula, que lo asfixia, que se muere. Me desespera.
¡Ya no aguanto más!
Esta tortura.
He decidido algo que tenia en mente hace muchos  años, algo que siempre quise hacer y no me atrevía, si voy al medico y le digo lo que pienso me tomaría como un ser demente y me mandaría a una terapia psicológica y hasta psiquiátrica tal vez. Por eso no voy a ir a ningún medico y voy a proceder como lo tengo  pensado.
Me voy a extirpar yo solo el maldito callo, aunque éste es un intento más no creo que resulte, lo mejor que puedo hacer es terminar el asunto desde la raíz y por tal razón he decidido amputarme el dedo, sé que es una locura pero  es  la única manera de que el callo no siga creciendo y  asfixiando   a mi dedo, lo voy a hacer yo mismo  lo tengo todo preparado.
He comprado en la ferretería  un  filudo  formón de carpintero una poderosa comba, tengo gasa y algodón  y una botella grande de alcohol es todo lo que necesito. Y si esto no es suficiente y las cosas empeoran también he comprado un cautín eléctrico para en todo caso cauterizar mi herida.
Estoy listo, he lavado mi pie izquierdo con abundante agua y jabón le eché  un poco de alcohol para esterilizar  el área. También esterilizo el formón a mi manera, luego me pongo un trapo en la boca para que impida mis gritos si es que me provoca   gritar. Ahora tomo aire y contengo la respiración coloco el filudo formón justo en la base de mi dedo quiero volarme el dedo desde la raíz, levanto  la pesada comba y casi con los ojos cerrados doy el certero y fuerte golpe. Siento una leve punzada  y el piso se tiñe de sangre, el líquido rojo sale a borbotones de la base de mi dedo y  moja  en contados segundos  la blanca toalla con la que me cubro. Siento que me he liberado de una pesada carga. Siento y debo decir que la operación ha sido todo un éxito sonrió triunfalmente y me desvanezco perdiendo el conocimiento.
Abro los ojos lentamente y observo que  mi brazo esta conectado a un catéter  por el cual circula un liquido transparente .Luego ingresa una  enfermera y se sonríe al verme, la ventana enorme deja entrar un destello  cegante de luz solar, la enfermera me guiña el ojo y se retira sonriente. Me doy cuenta que estoy en un hospital .Me han amputado todo el pie.

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