jueves, 25 de noviembre de 2010

MONO TRAVIESO EN JAUJA

En el patio de mi casa allá en Jauja, existe hasta ahora un viejo árbol de saúco negro, al cual mis amigos y yo llamábamos “yalan”, árbol enorme de tronco grueso y de frondosas ramas, en verano se transformaba en un árbol seco, frágil y gris de ramas peladas y esqueléticas, cuando lo veíamos así pensábamos que estaba muerto y nunca volvería a florecer, pero en el invierno se transformaba en un hermoso árbol, de ramas frondosas y hojas muy verdes con flores blanquecinas con puntos verdees para luego mostrar su exquisito fruto, unas bolitas pequeñas de color negro, de sabor agridulce, y jugo morado, que a montones aparecían en grandes racimos por todas las ramas del árbol.



Mis amiguitos y yo trepábamos al árbol para arrancar enormes racimos, luego de lavarlos devorábamos en minutos hasta el empacho, luego ellos se llevaban a sus casas grandes cantidades para prepararse una mermelada según ellos le agregaban azúcar y la aplastaban hasta formar una masa pegajosa que ellos llamaban “mermelada”, eran cosas de niños, la verdad que a mi no me gustaba mucho y por eso dejaba que ellos la disfruten hasta el hartazgo.



Pero éste famoso árbol era testigo de nuestros juegos, un buen dia lo adornamos como si fuera un monte y le metimos unos cuantos hachazos sin saber lo que hacíamos, hasta que mi bisabuela nos mando a rodar muy lejos y jamás volvimos a tocarlo. Pero había quedado herido, el tiempo pudo cicatrizar esos cortes y nuevamente volvió a florecer, pero lo que más recuerdo no fue una travesura mía, sino la de un niño muy travieso cuya madre alquilaba una habitación en la casa.



Este pequeño que era muy travieso tendría ese entonces la edad de ocho o nueve años, era contemporáneo de mi hermano menor, una tarde se pusieron a jugar y yo los observaba de cerca, cuando de pronto “mono” como así le decían al niño travieso, empezó a subir al árbol, daba gritos y se aventaba al suelo, para risa nuestra, trataba de imitar según el no a Tarzán sino al Hombre Araña, y cada vez se trepaba más alto, yo lo miraba con temor de que se caiga, le decía que baje pero no hacia caso, hasta que en una de esas se trepó a una débil rama, estaba en lo más alto como a unos ocho o diez metros mas o menos, yo con mi hermano le seguíamos con la mirada todas las piruetas que hacia causándonos gracia, cuando de pronto oímos un crujido de la vieja rama seca del árbol, el “ mono” también lo escuchó y se quedó quieto como paralizado, queria retroceder pero no podía, cada vez que lo hacia la rama crujía más y amenazaba quebrarse, el “mono” a su vez se asía fuertemente con sus manos de otra rama que estaba encima de él, ya estaba entrando en pánico, fueron momentos tensos, yo con mi hermano no sabíamos que hacer, nos quedamos mudos observándolo.



Los dos mirando hacia arriba, lo vimos colgado en las ramas haciendo honor a su apelativo de “mono”, cuando de improviso el “mono” seguramente de cansancio decide retroceder para poder bajar por el mismo sitio por donde se había trepado, y la rama crujía cada vez mas fuerte a cada movimiento de él, hasta que no resistió mas y escuchamos un fuerte crujido, la vieja rama de había roto y el “mono” caía al suelo junto con la rama dando un fuerte alarido gritando ¡ AAAAAAAHHHHHHHHHHHH ¡ ,con mi hermano vimos como estaba en el aire con los brazos extendidos tratando de sujetarse de alguna rama, y batiendo los brazos como si fuera un ave que intentaba volar, esta acción nos hizo reír, en contados segundos el “mono” se estrellaba contra el suelo, nos quedamos quietos por unos segundos, pensamos lo peor, luego de contados segundos que parecían minutos, cuando corrimos para ayudarlo, el “mono” se incorporó como un resorte, le vimos los ojos brillosos como queriendo expulsar sus lágrimas, y empezó a correr con dirección a su cuarto, había salido ileso de su caída, lo seguimos y nos cerro la puerta de su cuarto, nosotros regresamos a recoger las ramas rotas del árbol, levantamos la mirada para ver de donde había caído la enorme rama, y vimos en la que quedaba en el árbol las huellas de las uñas del “mono”, estaban ahí marcadas en el tronco los zarpazos que dio tratando de asirse de la rama.



Han pasado muchos años de ese hecho, pero todavía recordamos con mi hermano dicho acontecimiento y es imposible contener la risa, hace poco nos vino a visitar el “mono” convertido en todo un señor abogado, y siempre las pocas veces que nos viene a visitar le hacemos recordar su travesura del Hombre Araña, pero yo le digo que mejor le viene el nombre de el Hombre Gato por las siete vidas que tiene, él solo me sonríe.

LA FLECHA

Una tarde mi padre se apareció en la casa con un paquete en la mano, dijo que le había regalado un alumno suyo, mi padre en ese entonces era profesor de secundaria en el distrito de Acolla, descubrimos el paquete que tenia forma de rollo y se trataba de un enorme arco con varias flechas, estas flechas eran reales no eran ornamentales, quedé impactado, tomé el arco y empecé a templarlo sentía su rigidez y su temple, las flechas también eran de gran tamaño mas o menos de metro y medio con una punta aserrada hecha de una madera de color negro y en el otro extremo estaba adornado por unas plumas negras, era impactante el arco y las flechas.



Mi padre dejó que las observara un rato y luego me pidió que se las entregue para que las guarde, no sin antes aconsejarme que no juegue con ellas por que era muy peligroso, ni que decir mi madre, puso el grito en el cielo al ver que quería jugar con las flechas, y las guardo mas rápido que apurado.



Pasaba el tiempo y a veces sacaba las flechas para jugar con mis amigos, tomando las precauciones necesarias, hacíamos tiro el blanco al árbol de saúco que tenia en medio del patio de la casa, y luego de eso la guardaba muy bien en su sitio.



Una vez, la saqué para jugar en el patio, estaba en compañía de mi made y mis hermanos, y tuve la desafortunada idea de apuntarle a una de las gallinas que paseaban por el inmenso patio de mi casa, las gallinas corrían picoteando los granos que les daba mi bisabuela, pero esa tarde no sé que me paso y creí que no le haría ningún daño al animalito, como repito se me dio por apuntar con la flecha a una de ellas, y no pude contener la tentación de soltar la flecha, algo malo cruzó por mi inocente mente que me exigía dispararle y lo hice, solté la flecha con tan buena puntería y tan mala suerte que la saeta atravesó de lado a lado a la pobre gallina, que dio un lastimero cacareo, y me puse más nervioso todavía y empecé a temblar al ver como la pobre gallina corría desesperadamente por todo el patio con la enorme flecha atravesando su frágil cuerpo y dando desesperados cacareos, para luego de unos minutos caer cansada en medio del patio tratando inútilmente de incorporarse, mí madre presa de los nervios también, comenzó a increparme mi mala acción.



De inmediato, mi madre agarró a la gallina y se la llevó a la cocina, para sacrificarla, al terminar la tarea pude observar a la gallina pelada y vi , los huecos hechos por la flecha uno de entrada y otro de salida en ambos lados debajo de las alitas, ese día me sentí culpable y avergonzado había hecho mal uso de algo que me estaba prohibido tocar, mi padre también pago pato por haber traído a casa semejante “juguetito” como le diría mi madre. Esto fue suficiente para dejar tranquilas a las flechas por un buen tiempo, luego fueron desapareciendo una por una.



Triste recuerdo de un regalo mal utilizado,que manchó mi conciencia a temprana edad.

Ya se murió el burro

Siguiendo con las viejas canciones infantiles, que vienen a mi mente cuando escucho cantar a mi pequeña que está en inicial, y al ver sus graciosos movimientos de cabeza y de manos, me imagino que en mi caso se habría visto igual cuando entonaba las canciones en el aula de clases de mi escuela.




El otro día comenté con una amiga, al respecto de las canciones que cantábamos en la escuela y ella me recordó una que yo había olvidado por completo, que ni por acá se me cruzaba por la cabeza, pero fue bueno el recuerdo y refrescó mi ya trajinada memoria. Se trataba nada menos de la canción de la “chivita”, hay una cosa curiosa, en esos tiempos que yo recuerde sólo entonábamos la canción por que la maestra nos la enseñaba y nos la hacia cantar, pero no se sabía el título de la canción simplemente la cantábamos y listo, pero yo a duras penas recordaba una canción que también la entonábamos cada dia de clases en mi escuela primaria, y justamente hablando con mi amiga le dije si ella lo recordaba, y le escribí las escasas letras que recordaba, pero no fue suficiente para identificarla.



Como a mi no me gusta quedarme con las dudas y en la incertidumbre, traté por todos los medios de dar con esta canción, cuya palabra clave era una que la verdad hasta ahora ignoraba su significado.”Cencerro”, que diablos era un “cencerro”, lo ignoraba por completo, hasta que ahora ya sé de qué se trata el bendito “cencerro”, y también el corito de la cancioncita me parecía algo risible y tonto. Pero así se compuso y así había que cantarla, ahora me pregunto: ¿ De donde sacaría? Betty, mi maestra, estas famosas cancioncitas, por lo que veo ahora, se cantaban en todo el mundo por aquellos años, y nosotros no podíamos ser la excepción. Aunque no recuerde la totalidad de las letras estoy casi cien por cien seguro que se trata de “se murió el burro” las letras tienen ligeros cambios que casi no se notan, pero estoy seguro que es esta.



Saludos a la distancia a mí recordada maestra, la inolvidable Betty, y a mis demás compañeros que seguro al leer estas líneas, sabrán entenderme. De que trata la muerte del burro y la chivita. ¡Pónganse a recordar muchachos. !

domingo, 21 de noviembre de 2010

¿QUE DIABLOS ES LA TARARA?

¿Qué diablos es la tarara?, me preguntaba cuando en clases de primaria entonábamos esta canción bajo la atenta mirada de mi profesora Betty , ella muy contenta y feliz daba la primera voz de esta cancioncita que hasta el día de hoy me acuerdo de todas las letras y del tono, y retumban en mis oídos las voces de todos mis compañeros , que en coro entonábamos esta famosa cancioncita que formaba parte del repertorio didáctico musical de la simpática “Betty”, yo como niño despreocupado y obediente, me limitaba a cantar a pie juntillas junto con todos mis compañeros de aula, que éramos mas de cuarenta ( ya se imaginaran como sonaba) las famosas letritas de esta canción.


Era una competencia entre todas las aulas, para ver quien cantaba más fuerte, y nosotros con nuestra “tarara” no nos quedábamos atrás, aunque me da vergüenza confesarlo yo confundía la palabra “TARARA” con “TARADA” y entonces ya ustedes imaginen como sonaba la canción. Aparte de esa canción también recuerdo la de Pin Pon que era un muñeco, luego la de los elefantes y otras que ahora precisamente ahora justo cuando escribo esto me he olvidado.

Con el paso de los años, extrañaba cantarla y lo hacia a veces y a solas generalmente, el tonito peculiar y lo ambiguo de sus letras lo hacían interesante, y seguía preguntándome ¿Qué diablos es la Tarara” o la tarada ,bueno como quieran ahora que me viene a la mente el recuerdo de esta canción, aun no encuentro una respuesta satisfactoria a esta interrogante de más de treinta años, y Betty no esta cerca para hacerle la misma pregunta y poder escuchar su acertada respuesta .

Investigo aun ahora y las respuestas también son ambiguas y obtusas, ¿Que es la tarara? Me sigo preguntando, es acaso un poema del poeta español García Lorca, es un estribillo que los moros cantaban y tarareaban para pasar el tiempo mientras ocupaban territorio español, es acaso sinónimo de “loca”, alguien sabe por favor que diablos es la tarara.

Seguiré averiguando el significado de esta canción y algo de su historia, sé que se canta en todo el mundo y tiene varias versiones para adultos y para niños, y pesar que la cantábamos allá en lejanos años en mi escuela la mixta de mi Jauja querida.

Algunas veces en mi adolescencia me decía como podía cantar esa “mariconada” de canción, errado comentario por cierto aunque tengo mis dudas por que dicen que García Lorca era gay, no quiero seguir confundiéndome mejor lo dejo ahí hasta saber en realidad ¿Qué diablos es la Tarara?

sábado, 20 de noviembre de 2010

FOOTTING MADRUGADOR (laguna de Paca)

Los viernes en la tarde hacíamos los planes para el dia siguiente, muy temprano los sábados, salíamos a correr hasta la laguna de Paca, todos en ropa deportiva, buzos y zapatillas, la verdad no sentía mucho frió como ahora, a veces el encargado de despertar a todos era yo, a las cuatro de la mañana era la hora acordada por todos para salir a hacer ejercicios, y la verdad no necesitaba despertador es más casi no dormía por la ansiedad y a las cuatro de la mañana ya estaba listo para pasar la voz a mis demás amigos, nuestros padres ya sabían de esta costumbre nuestra, generalmente lo hacíamos amigos del barrio que vivíamos muy cerca uno del otro, escasas cuadras nos separaban, pero a esa hora salía de mi casa directamente a la casa de Manolo, luego a la de Roberto, después nos dirigíamos a la casa de Ruchi y a la de Tavo, al principio solo éramos varones, un grupo de más o menos diez, trotábamos con dirección a la laguna esos dos kilómetros lo hacíamos trotando y cantando como lo hacían los del ejército, siempre uno de nosotros iba adelante dirigiendo los cantos y las arengas, sin parar hasta la laguna.




Al llegar a la plaza de Chucllú, nos dirigíamos a la parte del fondo donde existía una especie de cancha de fútbol, en ese lugar realizábamos algunos ejercicios de soltura, planchas, ranas y otras cosas, luego descansábamos un rato y aprovechábamos para hablar de muchas cosas y para hacer algunas bromas, luego la infaltable “ pichanguita “entre nosotros, o con algunos amigos que también iban a correr ya que no éramos los únicos.



Después de eso como a las siete de la mañana ya emprendíamos el regreso a casa, no sin antes pasar por la pileta de agua que estaba en el centro de la plaza de Chuccllú, para tomar un poco de agua y mojarnos la cabeza y la cara para lavarnos el sudor, luego con el saliente y brillante sol de la sierra emprendíamos el regreso a casa, también corriendo pero casi siempre lo hacíamos caminando y conversando mucho, dejando atrás la gran laguna que a esa hora parecía una enorme olla de agua hirviendo debido a la neblina que salía de las gélidas aguas de la laguna.



Esa costumbre la hacíamos desde niños, luego en la adolescencia y estando ya en el colegio conocimos a un grupo de amigas y era con ellas que luego iríamos a trotar todos los sábados y dejamos de jugar fútbol para jugar voley con ellas, era una etapa muy bonita y empezaron los enamoramientos y se empezaron a formar las parejitas, a veces nos tocaba despertarlas, bien tocábamos sus puertas, luego venían los silbidos y si la niña tenia el sueño pesado y no despertaba apelábamos al último recurso que casi nunca fallaba, agarrábamos una piedra pequeña y la lanzábamos a donde creíamos estaba su dormitorio, con dicho sistema rompimos algunas tejas, vidrios de ventanas, pero eso si nunca fallaba y la dormilona salía a veces molesta, otras veces riendo y algunas con miedo por haber roto alguna ventana o haber despertado bruscamente a sus padres o a algún molesto vecino suyo.nosotros desaparecíamos en contados minutos, así el grupo fue creciendo y cada vez éramos mas, todo esto hasta cuando duro nuestra secundaria.



Luego de terminado el colegio, lo seguimos intentando por algunas semanas más, pero después fuimos desapareciendo uno a uno y las chicas igual, hasta que no quedo ninguno de nosotros, ahora después de muchos años recuerdo aquellas madrugadas, y ojalá algún día se repita con todos los amigos del barrio, sería como un sueño cumplido, pero creo que eso nunca sucederá..

LA GUITARRA

Cuando estuve próximo a cumplir mis quince años, y lo recuerdo bien me empeñe en que mi viejo me regalara una guitarra, al principio mi madre se opuso y pegó el grito al cielo, poniendo un montón de peros para no darme gusto, pero mi viejo estaba de mi parte y me prometió comprarme la guitarra pase lo que pase, esperé ansioso varios días, hasta que por fin una tarde mi viejo me pide que lo acompañe a una tienda de instrumentos musicales, ingresamos y vimos en el escaparate de la tienda varias guitarras, “escoge una” me dijo mi padre, yo nervioso me abalancé sobre una guitarra grande, brillosa muy bien barnizada me gustó de inmediato, escogí esa y mi viejo me la compró, contento me dirigí con él a mi casa. Y mi madre al ver la guitarra puso una cara, como que no le gustaba la adquisición, bueno tendría sus motivos, lo malo que estuvo molesta por varios días.




Todo estuvo bien pero faltó algo adicional, lo más importante tal vez , las clases de guitarra, no había presupuesto para eso según mi madre, sin ello no podía hacer grandes cosas, traté por mí mismo de hacer algunos punteos y rasgueos pero nada más y en poco tiempo la guitarra paso a ser un elemento decorativo de mi habitación, la colgué en la pared primero y luego de unos meses le quite el polvo y la guarde en el ropero, cada vez que hacia la limpieza del ropero la sacaba, la observaba por varios minutos y hacia volar mi imaginación aunque tocaba cualquier “cojudez” me imaginaba dando un concierto o sino perteneciendo a una banda de rock y luego de eso la guitarra volvía al ropero para ser guardada por mucho tiempo.



Al cabo de unos años, la familia tuvo que dejar Jauja y venir a Lima, fui uno de los primeros en venir, y al hacerlo lo primero que cargué fue mi guitarra, la cuidaba mucho, la trataba con cariño, pero siguió siendo un elemento decorativo de mi habitación, hasta que un dia un mal golpe rajó la caja de la guitarra, y la dejo herida para siempre, mis estudios hicieron que me olvide de ella por completo, mi hermano menor fue creciendo y sus dotes de músico también , él sí tuvo la suerte de ser mas audaz y logró lo que yo no pude, arrancarle algunas notas a la guitarra, con el paso del tiempo un dia me percaté que de ella sólo quedaban el mástil y las clavijas me dio pena y me puse triste por mi regalo de cumpleaños, mi guitarra, me hubiera gustado guardarla de recuerdo pero lastimosamente ya nada queda de ella.









miércoles, 10 de noviembre de 2010

PERMISOS, JODAS Y TRIPLE X

En la época del colegio, estando en quinto año las travesuras se volvían cada vez mas atrevidas, dentro y fuera del colegio, las bromas pesadas eran pan de todos los días y la chacota también, cualquiera era victima de las bromas, hasta los profesores caían como tontitos por no decir otra cosa, recuerdo un día que al profesor de ingles le pedimos permiso como a las diez de la mañana para ir todo el salón al Banco a depositar un dinero, producto de una fiesta que hicimos pro- viaje de promocion, el profe dijo que sólo daría permiso a la junta directiva pero no a todos. Entonces los de la junta directiva del salón le planteamos al profesor de que todo el salón quería ir para que no haya nada turbio y todo sea transparente, a tanta insistencia nuestra, salió a coordinar, regresó y nos dijo que ya había arreglado todo y que formáramos en el patio, luego nos guió hasta la puerta e hizo que el portero nos abriera la puerta, salimos y formaditos avanzamos una cuadra, bajo la atenta mirada del profesor y del portero, a los cuales habíamos prometido volver luego de haber hecho el trámite bancario, así llegamos hasta el puente y luego rompimos filas y cada uno se fue a donde quería, algunos se fueron a sus casas, otros a caminar por ahí, y un grupito nos fuimos al billar, claro que ese día ya no regresamos al colegio hasta el Lunes por que , ese día era Viernes.



Otro dia un Miércoles, día de feria a la hora de salida en grupo nos íbamos por Ricardo Palma hasta el puente y de allí agarrábamos Junín, que estababa lleno de gente y de comerciantes, esa vez a un compañero le pusimos pegado a su espalda sin que se diera cuenta un póster de una mujer desnuda, y toda la gente se reía cuando el pasaba, y nosotros aguantando la risa.



Pero lo mas atrevido y arriesgado era que nos metíamos al cine Colonial en las noches para ver películas porno, para eso sobornábamos al encargado y entrábamos sin pagar en boletería a platea (gallinero) casi medio salón entraba y adentro era todo un mate de risa, jodiamos a todo el mundo, en plena película y gemidos, le decíamos a un amigo:



¡Chatin...........oe...tu vieja esta esperándote en la puerta!



Y todos estallábamos en risas, y los viejos que estaban allí sentados nos hacían callar.



Sshhhhhhhh...........schsssssssss.... silencio, así nos decían.



Luego todo en calma, hasta que de nuevo otro decía:



OE.....Chino, ese parece tu viejo



Cuando un tipo estaba en una escena caliente y atrevida, y todos nosotros risas.



Después otro gritaba molesto :



Ya pe..... “Loco” no me agarres la p.........



Y las risas de inmediato, los viejos molestos gritando ¡Carajo! Dejen ver la película, no jodan.



Aunque los patas esos también se mataban de risa, nos hacían callar.



Toda la película parábamos así jodiendo a la gente, aventando bolsas vacías, puchos de cigarros, gritando, fingiendo la voz de maricas, hasta que calculábamos mas o menos faltando diez minutos para que termine la película todos salían en forma sincronizada para que al prender las luces no nos viera ningún conocido, pero la bulla que hacíamos con nuestros zapatos al correr era tremendo.



Así pasamos nuestros últimos días de colegial, haciendo travesuras y disfrutando al máximo la compañía de los amigos de la promo, pero también estudiando mucho. Creanme.

martes, 9 de noviembre de 2010

Jija - San Jose de Jauja

LA JIJA

En la escuela, la maestra Betty siempre nos hacía participar a todos los del salón en cuanta presentación se realizaba en las fechas cívico-escolares, tanto dentro como fuera de las instalaciones de la escuela, y mi persona era una de las mas solicitadas para dichos fines aunque al comienzo esto me molestaba e incomodaba un poco, pero luego con el transcurrir del tiempo me fui acostumbrando y me empezó a gustar dichas participaciones.



Participé en muchas actuaciones de la escuela, hice varios personajes y los bailes y danzas también formaron parte de mi vida escolar. Recuerdo una vez que con algunos de los niños de mi salón Betty formó un grupo que se hizo famoso con la danza de la Jija, danza ancestral de Jauja, con dicho grupo nos fuimos a bailar jija a varios colegios y a distritos de la provincia representando a nuestra escuela, a raíz de esto, ella quiso que nosotros nos perfeccionemos mucho más en esta linda danza, para eso cuando estábamos en sexto grado, reunió a los padres para que apoyen dicho proyecto con la contratación de un profesor de danza y así lo hicieron, para eso nosotros ensayábamos en las tardes en las instalaciones de la escuela y en algunas ocasiones en la casa de la maestra.



Una fecha, se tenía que participar en la plaza de toros “La Talavera de la Reina” junto con muchos colegios de toda la provincia y sus distritos, para tal finalidad, ensayamos muchas tardes, perfeccionando las coreografías y los pasos de la danza, poco a poco llegamos a tener mucha concordancia y uniformidad, luego de mucho sacrificio y con el visto bueno del maestro de danza estábamos expeditos para participar y estuvimos muy orgullosos de hacerlo tanto nosotros como nuestros padres, todo quedo listo para ese Domingo, me acuerdo el día y la hora porque para mi fue un dia frustrante y decepcionante por un pequeño detalle que a continuación les confesaré.



Para nuestra participación en ese entonces, cada uno se hacía responsable por su vestimenta (disfraz), para tal fin le encargué dicha tarea a mi padre el cual me consiguió todo el atuendo como en otras veces lo había hecho, por eso no me preocupé y me confié mucho, le di un vistazo al atuendo y comprobé que todo estaba conforme como siempre, pero cometí un error, no me probé los escarpines, y eso lo pagaría caro.



Ese Domingo llegué a la plaza de toros sólo, cargando mi gran bolsa con mi atuendo y mi sombrero puesto, la gente de la feria me preguntaba si yo bailaría y orgullosamente les decía que si y me daban aliento, ingresé al ambiente donde estaban mis demás compañeros, entre broma y broma comencé a cambiarme y me puse nervioso cuando al ponerme los escarpines estos no me entraban, eran demasiado chicos me ayudó el profesor pero ni modo no había manera de que los escarpines me calcen, y lastimosamente tuve que dejar mi lugar con bronca y maldiciendo a mi viejo, viejo disculpa por maldecirte, con mucha bronca agarré mis cosas y me marché sin despedirme de nadie, rumbo a mi casa, no quería saber nada y ni siquiera me quedé a ver el espectáculo y espectar a mis amigos.



Al llegar la noche, mi padre preocupado llegó a casa preguntando por mí, y al verme me saludó y me preguntó por qué no había danzado, él estaba buscándome con su cámara fotográfica para tomarnos foto a todos los muchachos y no me encontró, un poco molesto le conteste “por tu culpa”, y le expliqué el motivo por el cual no pude danzar junto a mis amigos, él me explicó de que le iban a entregar unos grandes pero el dijo que mejor unos mas chicos y asumió su responsabilidad acariciando mi cabeza y disculpándose por ese error, como me hubiera gustado participar ese día pero bueno, quedó como una mala experiencia.



Pero gracias a esos ensayos y al esfuerzo puesto por nosotros, hasta el dia de hoy no me olvido la coreografía de esa danza. Gracias por eso. A Betty, a nuestros padres y al profe de danza.





sábado, 6 de noviembre de 2010

DESPIDIENDO A "MANZANITA"

Con mi amiga Liliana, converso muy seguido a través del MSN , ella es mi ex compañera de clases de la escuela primaria 30487 más conocida como la mixta allá en nuestra Jauja querida y recordada, mi amiga Lili o “manzanita” como así la llamamos desde hace muchos años, recide en los Estados Unidos con su familia.las veces que coincidimos en el chat la pasamos muy bien recordando muchas cosas que pasamos en el salón de clases y hacemos memoria recordando a los demás compañeros que tuvimos en común en esos años.




Hace poco en una de esas conversaciones ella me dijo que viajaría al Perú y más precisamente a Jauja, para la celebración del aniversarios de su colegio, hicimos planes para poder vernos, yo pensaba viajar a Jauja pero por motivos de trabajo se me hizo imposible, y tuve la esperanza de que ella se diera un tiempito para poder encontrarnos aquí en Lima aunque sea por unos minutos, así lo hicimos y acordamos en vernos un dia para poder tomarnos un cafecito y charlar de muchas cosas, pero lastimosamente no se pudo concretar la falta de tiempo en estos días es algo que lastimosamente nosotros no podemos manejar.



Sabia que estaba en Jauja unos días, celebrando el aniversario de su “cole” y visitando algunos amigos y familiares, hasta que una mañana recibí su llamada, nos saludamos efusivamente y me decía que se encontraba en el aeropuerto y que lamentablemente había perdido el vuelo, y que viajaría recién por la noche, y ahí de inmediato nos pusimos de acuerdo para vernos en el aeropuerto aunque sea por unos minutos para saludarnos, me comprometí en ir a la hora pactada y así lo hice, y me dio mucho gusto verla y compartir con ella unos cuantos minutos quedando pendiente una próxima reunión con ella y ojalá sea algo pronto, nos quedamos con las ganas de recordar y hablar de muchas cosas de nuestra infancia allá en la querida y recordada Jauja.



A ti mis saludos Liliana,y espero esa otra oportunidad.



BUENAS NOCHES "DOCTOR"

Hace algunos años atrás, viaje a Jauja para disfrutar de mis vacaciones en ese hermoso lugar, gozar del aire limpio y puro, caminar por las campiñas de un clima saludable y visitar algún familiar y a uno que otro amigo, así lo hago cada vez que viajo a mi terruño, aquella vez me quedé por espacio de unas dos semanas, luego decidí regresar a Lima y fue justo el último dia de mi estadía allí que me pasó un hecho muy gracioso que a continuación les voy a relatar :




Esa noche tenía que viajar de regreso a Lima y compré mi pasaje en la empresa Sudamericano, para las diez de la noche, cuya agencia funcionaba en plena plaza de armas de Jauja. Luego de alistar mi equipaje me dirigí a la mencionada agencia mas temprano que de costumbre, ya que tenía que aprovechar el tiempo para poder cenar algo en algún restaurante y luego poder comprar algunos panes y bocaditos jaujinos cual es mi costumbre dada vez que viajo. A las siete de la noche ya estaba en la agencia, hable con mi amigo que era el encargado y deje mis cosas en la oficina y me dirigí a comprar algo por los alrededores, crucé la plaza de armas con dirección a la iglesia, al caminar escuchaba los sonidos de una banda de música que provenía del barrio La Samaritana, estaba distraído pensando en la música cuando logro ver a una persona en estado etílico que venía en sentido contrario al mio, al encontrarnos frente a frente esta persona me saluda muy respetuosamente y me extiende su mano la cual por respeto acepté, y pude apreciarlo más claramente, se trataba de un señor muy bien vestido con un terno azul y corbata roja, y en la mano izquierda sujetaba un maletín negro. Buenas noches “doctor” me saludó estrechando mi mano, y exhalando un aliento cervecero, como esta usted doctorcito preguntó, de inmediato intuí que el fulano me estaba confundiendo con otra persona que él conocía, la verdad yo nunca lo había visto y ni sabía quien era en realidad esta persona, no sabía que hacer y se me ocurrió seguirle la corriente.



El fulano siguió llamándome “doctor” me menciono su nombre el cual ahora no recuerdo, me hablo de unos casos legales, también algo de la municipalidad y leyes municipales lo cual yo ignoraba por completo, y atine solo afirmar y negar con monosílabas, hablamos por unos minutos en plena plaza de armas, luego de eso cortésmente me hizo la invitación para tomarnos “un par” de cervecitas, dude por un momento y para seguir la broma acepte gustosamente, mientras nos dirigimos a un bar me siguió hablando de litigios, entonces asumí que tenia que hacer el papel de un abogado, pero como era demasiado joven opte por la idea de hacerme pasar como estudiante de derecho en una universidad capitalina, ya sentados en una mesa y con las dos botellas de cerveza me pregunto mi nombre, le di un nombre falso por supuesto y seguimos en una tertulia amena y “dos mas” volvió a pedir, me preguntaba en que me especializaría y le respondí que seria tributarista, es mas le dije que estaba haciendo mis practicas en una empresa, emocionado me pidió mas datos, mi dirección y mi teléfono y esas cosas, la charla seguía prolongándose, yo miraba a cada rato disimuladamente el reloj, y el insistía con su ¡salud! “doctor”, al cual respondía con una sonrisa y levantando el vaso.



Ahora que lo recuerdo la charla me pareció simpática pero mi conciencia me traicionaba y me sentía mal engañando a tal sujeto, pero en fin fue él quien inicio toda esta confusión y seguimos hablando, “dos mas “ volvió a pedir y su embriaguez ya era notoria, estábamos en eso cuando una persona se acerca a la mesa, era un tipo también joven que al parecer conocía a la persona con la que estaba hablando, se saludaron y el borrachín me lo presentó y le dijo que yo era un gran abogado que había venido de la capital y que lo ayudaría en un caso, al ver al otro sujeto sobrio, hizo que le pusiera fin a la farsa, tomó asiento y los tres comenzamos a brindar, al cabo de un rato aproveché la oportunidad para poder salir de ese lugar, pedí permiso para ir a los servicios higiénicos, y el fulano dijo...... siga nomás “doctor”, me levanté y me dirigí al baño, luego de miccionar y lavarme la cara y mojarme el cabello, salí y en un descuido de las miradas de los presentes me dirigí hasta la calle y enrumbe hasta la agencia con pasos presurosos, ingresé a la oficina tomé mis cosas, agradecí a mi amigo y me subí al bus, ubiqué mi asiento me senté cómodamente y al cabo de unos minutos abandonaba Jauja con rumbo a Lima, me sentí con enorme culpa de haber dejado de esa manera a mi anfitrión, son cosas que pasan y cuando uno es joven le dan ganas de jugar una broma a cualquiera.



Prometí no volverlo a hacer. Aunque no estaría mal estudiar derecho me pregunté.















viernes, 5 de noviembre de 2010

MIS AMIGAS DE INFANCIA

Lunes 18 de Octubre, mas o menos dos de la tarde suena mi teléfono, me encontraba trabajando en esos momentos, contesto y una voz femenina me responde, ¿Henry? Me interroga y asombrado contesto que si, era yo el que contestaba, y de inmediato pensé que si preguntaban así por mi no podría tratarse de otra persona sino de alguna de mis compañeras de escuela primaria, los únicos que me llamaban “Henry” eran mis compañeros de escuela primaria para mis demás amigos y compañeros soy Luis o simplemente Lucho, efectivamente la voz que me saludaba era nada menos que de mi amiga Rosa, una compañera de clases de mi escuela jaujina, que después de treinta años la volvía a escuchar , la emoción fue mutua y sorpresa total para mi, no pensaba hablar con ella, luego del saludo me dijo que estaba en Lima, acompañada de otra amiga, de Flor para ser mas precisos Flor era otra de mis compañeras también de Escuela y es más era mi compañera de carpeta, que también estuvo muy emocionada de saludarme y hablar conmigo, luego quedamos en encontrarnos en la noche para conversar los tres y así fue, que las volví a ver después de mucho tiempo.




Llegamos al punto de encuentro, claro con un poco de nervios y bastante ansiedad de volverlas a ver, en el camino imaginaba como se verían y lucirían ahora después de muchos años luchando con el infernal trafico limeño que me jugaba una mala pasada al fin llegué y allí estaban las dos en el lugar indicado, nos saludamos y nos abrazamos fuertemente, los años que pasaron fueron muchos pero la amistad estaba todavía latente como en esos días, hablamos unos minutos en plena calle recordando cosas que pasaron en esos años lejanos pero inolvidables, luego nos dirigimos a un ambiente para poder tomarnos algo y seguir con la platica, así lo hicimos ya cómodamente instalados en un pub, seguimos recordando algunas anécdotas curiosas que vivimos en nuestros años de colegiales.



Recordamos a nuestra gran maestra “Betty” las travesuras que hicimos y también nos deschavamos con cosas que en esos días nunca lo hubiéramos dicho, ahora ya no estábamos en la escuela, habíamos madurado mucho y ya somos padres de familia con hijos a los cuales tenemos que valorar mucho. Nos contamos cosas de nuestras vidas, nuestros amores, nuestros trabajos y por supuesto de nuestros hijos, al poco rato llegó Mariela, otra integrante más de esa promoción, y allí si el cambio fue radical, Marielita lucia totalmente diferente en comparación a esos años, y seguimos con nuestra amena conversación, y confesando algunos secretitos, fue una noche muy especial que siempre la recordaré.



Volví a ser niño cuando hablaba con ellas, supongo que también tuvieron la misma sensación, hablamos de cosas de esas épocas, recordamos a los demás compañeritos y alguna que otra travesura, Rosa me hizo recordar las “pequeñas” diferencias que tenia yo con mi amiga Flor jajajaja. Cosas de niños malcriados, pero Florcita me sacaba de quicio ahora es diferente, gracias por tus palabras Flor.Tambien hablamos de Juan compañero de carpeta de Rosa, Juan es muy recordado por cierto detallito y Rosa lo sabe.



Fue muy grato el encuentro con mis amigas y los sentimientos encontrados que tuvimos, Marco quedo en ir pero no apareció será para la próxima y pon tu máximo esfuerzo para esa vez para estar nuevamente reunidos.



Lástima que no llevé una cámara fotográfica, pero Rosita si, y tomó varias fotitos para el recuerdo, y pensamos en reencontrarnos nuevamente en algún lugar, el tiempo lo dirá como cuando y donde. Gracias chicas por el lindo momento, me hicieron sentir niño otra vez, para Rosa, Flor, y Mariela gracias nuevamente y para ustedes va mi más grande afecto.

LA CAMA VACIA

Esa tarde ingrese nervioso al Hospital, me habían dado la noticia de que Samuel estaba grave en cuidados intensivos de emergencia en el hospital de la Av. Grau, ya adentro logré ver a Paco su hermano, que había venido de la sierra trayéndolo en una ambulancia, nuestro saludo fue emotivo y luego de hablar algunas cosas y contarme del estado de salud de Samuel me invito a pasar a verlo, para esto me hizo entrega de una mascarilla, me quedé sorprendido y tuve miedo de entrar, temeroso tomé la mascarilla y me dirigí a la puerta con lentitud, al llegar el vigilante me pidió identificarme, luego de hacerlo avancé lentamente y mis pensamientos se entrecruzaban en mil ideas, me imaginaba lo peor, di varias vueltas en la sala tratando de identificar a mi amigo sin lograrlo de inmediato me percate en un paciente que estaba aislado, lo pude ver a través de la ventana y observé su deplorable estado, su respiración era dificultosa, sufría al hacerlo, y el esfuerzo ocasionaba un ronquido raro, que acompañaba a los chasquidos de los aparatos a los cuales estaba conectado, regresé a la sala para seguir buscando a Samuel, pero no lograba ubicarlo, sin duda el paciente aislado había captado mi atención, me dirigí de nuevo a verlo y ahora pude leer en la puerta un mensaje que te obligaba a portar la mascarilla, temblorosamente me la puse y me acerqué un poco más y para mi sorpresa esa persona era mi amigo Samuel, su deplorable estado me sumió en una profunda tristeza, lo observé por unos minutos y quise salir corriendo pero no pude, al contrario lo hice lentamente pensando en como era la vida, como era la enfermedad y como sería la muerte.






En el pasillo, de regreso con Paco no supe que decirle, le devolví la mascarilla y me senté a su lado, ¡Esta muy mal! Me dijo, a lo mejor no pasa de hoy estamos preparados para todo ya no sabemos que hacer recalcó.



-¿Qué es lo que tiene? Pregunté.



Paco respiró hondo y botando un largo aliento me responde :



Le ha dado una bronconeumonía, se le complicó con una meningitis, esta así desde hace varios días y los médicos de allá me dijeron que mejor lo lleve para Lima, por eso lo trajimos hoy en la madrugada pero ya esta peor, creo que no podrá sobrevivir, pero eso no es nada, lo que tiene es algo peor, me dijo dejando un mensaje ambiguo en sus palabras.



- ¿Qué es lo que tiene? Volví a interrogar.



Se tomo su tiempo como si lo estuviera pensando, dudando quizás si tenía que decírmelo, levantó la cabeza, cerro los ojos, luego al abrirlos y mirando al piso me dijo: ! Mi hermano tiene VIH, !Puta mare! Murmuré, y me quede en silencio por unos minutos, esa declaración me había caído como un balde de agua helada en pleno invierno limeño, y recién allí pude entender el motivo de la mascarilla para poder verlo, era protección para él, no para nosotros, así como estaba era vulnerable a cualquier enfermedad que podía complicar su ya precaria salud.



Luego de algunas explicaciones y conjeturas de cómo podría haber contraído la enfermedad, tuve que retirarme prometiendo regresar al dia siguiente, así lo hice y fueron pasando los días llenos de angustia para la familia de mi amigo, hasta que uno de esos días notamos su mejoría y a todos nos sorprendió, fue mejorando con el pasar de los días y fue trasladado a un ambiente del hospital en una habitación del pabellón central del hospital. Cuando lo visitaba no dejaba de sentir temor y mucha lastima por pacientes que allí estaban victimas de esta enfermedad, hombres y mujeres de todas las edades entraban y salían de esta área que era destinado para ellos, la verdad era horrible ver algunos casos, y me hacían pensar un montón de cosas al respecto.



Así fueron pasando las semanas hasta que una tarde antes de irme al trabajo, pasé por el hospital a visitar a mi amigo, presuroso me dirigí a la habitación, al llegar y entrar de improviso me di con la sorpresa que su cama estaba vacía, como si nunca hubiera estado él allí, de inmediato pensé que le habían dado de alta y que Paco no tuvo tiempo de avisarme que probablemente estarían por viajar a la sierra, estuve pensando esas cosas cuando una voz me saluda, interrumpiendo mis pensamientos, era un paciente compañero de habitación de mi amigo, Hola, me dijo:



-¿Estas buscando a Samuel?



Así es ,le dije.



¿No sabes?, No te comunicaron nada, comentó intrigado. No, que es lo que pasó dije, entonces él sospechando que efectivamente no sabía nada, me contó que Samuel se había puesto muy mal en la noche y que como a las once de la mañana había fallecido, lo siento me dijo, su familia debe estar por la morgue del hospital, allí los encuentras me dijo, salí corriendo y efectivamente al llegar a la puerta del mortuorio logre ver a Paco que estaba retirando el cadáver de su hermano, me acerqué y nos abrazamos fuertemente, le di el pésame y le prometí colaborar en lo que sea necesario, lo vamos a llevar a la sierra hoy en la noche me dijo, yo me comprometí acompañarlo y así lo hice esa noche viajamos y lo velamos en su casa de la sierra por dos noches y Al dia siguiente fue el sepelio.



Esta es la historia de mi gran amigo Samuel que en paz descanse el VIH había cobrado una victima mas y era mi amigo.

20 AÑOS DESPUES

Han pasado veintiún años desde que abandone Jauja para radicar en Lima, las circunstancias de ese entonces determinaron nuestro éxodo a la capital, así fueron pasando los años y nos distanciamos de nuestros amigos y vecinos jaujinos, era la ley de la vida como hasta ahora se ve, se concluía una etapa de nuestras vidas para comenzar otra y mi familia que desde ese año se resumía solo a mi padre y mis hermanos que aun eran niños alistamos las maletas y una noche enrumbamos a Lima llenos de nostalgia y de esperanza.




Fueron años duros, la nueva vida en tierra extraña no me caía nada bien, al poco tiempo enfermé y tuve que recurrir a curar mi alma y mi mente pero eso no fue todo al poco tiempo enferme de nuevo y fui operado de emergencia de una peritonitis que gracias a Dios pasado todas las complicaciones y mis largos días de convalecencia en una sala de hospital con las graves carencias de una crisis de un gobierno catastrófico sobreviví y fue un milagro el haberlo hecho y agradezco por eso.



En aquellos tiempos extrañaba mi tierra y extrañaba a mis amigos, a quienes ya no veía nos habíamos alejado y distanciado algunos nos despedimos y otros no, y por esos años logramos vernos una o dos veces mas, fue cuando viajaba a despejarme un poco y de casualidad encontraba a alguno de mis patas en una fiesta del 20 de Enero, en un carnaval, en fiestas patrias o navidad, pero luego ya nunca mas los vi, se habían ido muy lejos a seguir su destino y conquistar sus sueños.



Hace poco decidí ubicar a algunos de mis entrañables amigos gracias a los medios que tenia a la mano logre ubicar a uno de ellos mi emoción fue enorme inmediatamente agarre el teléfono y lo llame también fue sorpresa para él y hablamos largo rato y recordando cosas quedando para encontrarnos un dia personalmente, luego hice lo mismo con otro amigo también hablamos por teléfono y estaba claro que todavía nos recordábamos unos y otros y estaba claro que no nos habíamos olvidado, y ellos me dieron mas datos de los demás amigos y así fue creciendo la cadena de nuestra amistad.



En uno de mis viajes de vacaciones a Jauja, le comente a una amiga de lo que me había pasado y nos alegramos, ella me comento que uno de nosotros había estado en Jauja y había hablado con ella y le había dejado un numero de teléfono, ella me lo dio y a mi regreso lo llame y así estábamos casi completos todos los amigos de barrio pero faltaba una cosa por hacer, teníamos que hacer algo para reencontradnos después de muchos años y coordinamos para reunirnos todos con nuestras familias en un parque zonal de Lima y así lo hicimos.





Fue un Domingo por la mañana en pleno sol radiante de un sofocante verano, llevaba a mi familia al reencuentro de mi otra “familia” mis amigos entre al campo un poco nervioso y pensativo imaginando como lucirían ellos después de muchos años sin vernos conforme me iba acercando al lugar acordado a lo lejos pude distinguir las siluetas de mis amigos y mi corazón comenzó a acelerarse era de emoción y allí estaban ustedes reunidos y hablando amenamente y el reencuentro fue emocionante. Los cambios físicos eran mínimos algunos estaban con algunos kilitos de mas es lo único que pude notar por lo demás todos estábamos iguales como antes pero ahora con familia si con esposa y con hijos, otros con hijos por que estaban separados de sus parejas, nos saludamos emotivamente y mis vecinos padres de algunos de mis amigos también estaban presentes avanzados en años pero de contextura casi no habían cambiado nada y eso me alegro.



Si allí estaban mis amigos la patota del barrio los mocosos que fuimos, ahora nos habíamos convertido en hombres en padres de familia pero teníamos el alma de un niño como en aquellos tiempos, me dio gusto compartir de nuevo con ustedes muchachos, jugarme un partido de fulbito como antes, como en los buenos tiempos, comer la exquisita parrilla, hablar de muchos años que pasamos sin vernos y de tomarnos unos tragos como antes.



Allí estaban Rosendo amigo y hermano mío compañero de escuela por muchos años, su hermano Ángel, Sandro y Betty todos ellos con sus respectivas familias, también Marco un poco mas gordito pelucón y el único soltero pero acompañado de su novia, Manuel él mas subido de peso pero con el mismo entusiasmo de siempre con toda su familia, Gustavo también subido de peso acompañado de su hijo, cesar amigo del colegio, unos amigos mas que me presentaron allí también jaujinos y yo que fui acompañado de mi familia y también de mi padre y mis hermanos.



Fue un bonito reencuentro que prometimos repetirlo siempre ahoya que estamos todos en esta ciudad extrañando a Roberto que esta en el interior del país por motivos laborales, ya vendrán muchos mas reencuentros y aprovecho para saludarlos a todos ustedes.

EL TATUAJE

Un dia conversando con mi amiga Diana, de muchas cosas sentados comiendo unos helados
en una heladería del centro, la noté un poco apenada y cabizbaja no sabía por que estaba ella así, ella me pregunto sobre el amor y como me había ido en ese tema, yo le contesté que muy bien, que estaba felizmente casado y que con la que hoy es mi esposa siempre la pasamos bien o al menos tratamos de pasarla bien, más aún que ahora con las hijas que tenemos, le conté que fue muy bonito enamorarme y mantener esa relación por todo este tiempo.



En cambio ella estaba un poco confundida, lo que pasaba era que ella había terminado una relación de muchos años, hace un corto tiempo y eso la tenia aun muy preocupada y un poco ida, al respecto le aconseje muchas cosas y le dije que si podía algún dia de estos nos iríamos a bailar a algún lugar en compañía de varios amigos, y que le presentaría muchos amigos y que a lo mejor encontraría el amor con alguno de ellos, se sonrojo y sonrió coquetamente y aceptando tácitamente mi proposición.



Luego me comento o mejor dicho me pregunto si tenia un amigo que se llamaba Pablo, lo pensé por un momento y le respondí que no-tenia ningún amigo con ese nombre, !Que lastima ¡ me dijo, me gustaría conocer a muchos Pablos y poder elegir solo a uno y así poder casarme con él y sonrió timidamente. Quede intrigado con ese asunto de que solo le interesaban chicos con nombre Pablo, sonrió por compromiso tratando de disimular pero no pudo y me dijo: Te voy a contar algo, y esta vez sonrio misteriosamente.



Sabes, me dijo hace algunos años me enamore de un chico, se llama Pablo, fuimos felices no lo niego hasta que poco a poco lo nuestro se fue extinguiendo hasta no quedar nada de ese amor y para no llegar a cosas mayores opte por alejarme totalmente de el, incluso me fui a provincia por un largo periodo y trate de rehacer mi vida, pero no pude, tengo algo que me marca y no puedo liberarme de el ni de sus recuerdos. Hice una locura acoto, ¿Una locura? Pregunté así es me dijo, ¿ tu nunca hiciste una locura por amor? , Hice muchas le respondí y rei, quiero enseñarte algo me dijo levantándose de la silla lentamente, se dio la vuelta y empezó a levantarse la blusa, lo que vi me sorprendió mucho, aparte de su piel extremadamente blanca, vi un tatuaje finamente hecho, era agradable a la vista, los colores vivos y resplandecientes bien combinados dejaban ver un hermoso tatuaje como si estuviese bordado en esa hermosa piel que tapizaba su cuerpo a la altura de la cadera en la parte baja de su espalda, unos hermosos motivos y símbolos eran adornados por rojas rosas y tallos verdes con punzantes espinas, y una leyenda un poco larga con hermosas letras góticas bien definidas dejaban leer un mensaje: “PABLO, TU ERES MI AMOR”, luego de mostrármelo dio un giro y volvió a sentarse diciéndome, ya ves estoy marcada y “ cagada”,yo solo atine a sonreír.



Esa es la razon, por la que solo me puedo enamorar de un hombre que lleve por nombre Pablo, me dijo, y no sé por que de inmediato imagine una escena intima en la que ella estuviera con un hombre que no se llame Pablo, que pensaría el pobre tipo y como reaccionaria al leer tremendo rotulo en la espalda de Diana, sería algo chocante que a ningún hombre creo que le gustaría experimentar tal situación, ¡pucha! Amiga la verdad no sé que decirte susurre , y borrar ese tatuaje es imposible, ya me imagino como debes de sentirte, pero déjame decirte algo que es lo que pienso y ojala te sirva de algo espero, lo que tienes que hacer es sincerarte con la persona con quien vas a salir, contarle la verdad y ver como lo toma, luego de eso y si él lo aprueba puedes iniciar una relación, lo otro y un poco mas fácil pero loco es seguir buscando a un Pablo,o en todo caso buscar al mismo Pablo que inspiro la leyenda de tu tatuaje, ¡estas loco! A ese no lo quiero ver nunca más, me respondió enfáticamente y muy segura de eso, pero esta bien , tomaré en cuenta tu consejo y ojala funcione, terminamos el helado y caminamos con dirección al paradero, de rato en rato le miraba la espalda y ella solo sonreía, ya pues no jodas me decía toda sonrojada, al cabo de un rato la embarque en un bus y se perdió entre los pasajeros y noté que mucho de ellos le miraban la espalda a la altura de la cadera y así se fue alejando con rumbo al sur de la ciudad.

jueves, 2 de septiembre de 2010

POBRES RANITAS


Ese dia comentando en el trabajo de muchas cosas, salió la conversación de las ranas debido a un reportaje que salió en la televisión, en la cual se mostraban las bondades proteicas y vitamínicas de dichos batracios, los famosos extractos de ranas que se ofrecían en diferentes mercados de la capital, algunos parroquianos tenían inclusive sus “caseritos” a los cuales acudían en busca del ansiado cóctel de rana.

Nosotros nos quedamos con la interrogante de cómo seria dicho juguito, entre mis compañeros de trabajo se encontraba Edgar un oroino que conocía del tema y manifestó que el tenia su “caserita” que le preparaba su extracto y que era bueno para la salud y fortalecía su mente y su cuerpo, curiosos del dato entre nosotros decidimos hacer la prueba, para eso quedamos en reunirnos un sábado en la mañana, aprovechando que entraríamos a trabajar recién a partir de la una de la tarde, acordado el dia y la hora no había mas que esperar.

Los días fueron pasando y llegó el viernes, antes de salir del trabajo fijamos el lugar donde nos encontraríamos al dia siguiente sábado, y asegurando nuestra presencia quedamos comprometidos Edgar, Jhon ,Ricardo, Richard y yo.

Llegado el sábado uno a uno fuimos llegando al lugar indicado, era en Santa Anita por la Vía de Evitamiento, a las diez de la mañana era la hora acordada, ya reunidos todos, y en medio de jocosas bromas nos encaminamos al lugar guiados por Edgar, quien se detuvo frente a la fachada de una casa.

¡Aquí mismo es! Dijo. Señalando la puerta.

Al costado de la puerta, en la calle pude ver una pequeña mesa cubierta con un mantel blanco y sobre ella una vitrina en la cual se exhibía varios productos naturales en sus respectivos envases y al costado un recipiente de vidrio que contenía agua hasta la mitad y en su interior estaban los animalitos, los batracios de tamaño mediano y de color negrusco y verdoso y al observarlo, casi todos hicimos una mueca rara y reimos.al leer un gran letrero que decía: “Extracto de Rana”.

Tocamos la puerta y de inmediato salió a atendernos una robusta mujer de cabellos cortos y cara ovalada, creo que todos le miramos la facha para ver su higiene, y efectivamente la doña estaba bien vestida y aseada, entonces no había problema, Edgar nos miro y nos dijo:

Ustedes dirán como va a ser

Jhon le respondió, Pide nomás ya después vemos.

Edgar asintió con la cabeza y dirigiéndose a la señora pidió con su acento especial que tenía, me hacía recordar a las paisanitas que te tratan con cariño y con confianza.

Haber mamita dame tu extracto, prepáranos unos cuatrito para tomar, y ponle todo por favor.

Nosotros nos queríamos reír de su peculiar estilo de hablar en esas circunstancias, pero solo nos miramos y sonreímos.

La doña al instante se puso a trabajar, agarrando con su mano a las ranitas y nosotros viendo todo el procedimiento, luego de escoger al animal, le agarraba de las patitas y les daba sendos golpes en la cabecita, tirandolos contra la mesa, me pareció cruel eso, luego que se desmayaban las ranitas procedía a despellejarlas y a quitarle las vísceras y luego así casi vivas las metía a la licuadora acompañada de un poco de leche y otros ingredientes y unas pastillas importadas que según la tía eran vitaminas.

Uno a uno fuimos agarrando los vasos que nos servia la seño, yo fui él último por si acaso, de todos nosotros, Ricardo era él más escéptico, miró su vaso y lo pensó varias veces, Ricardo es ciento por ciento limeño y jamás en su puta vida se imaginaba en esa situación y era a insistencia suya que estábamos nosotros allí.

Ricardo con el vaso en la mano hizo una mueca de resignación y en voz baja dijo como para darse animo:

¡Bueno pues! Ya que estoy aquí no me queda otra, así que caballero nomás.

Levanto el vaso nos miro y nos dijo ¡salud! empinó el codo y comenzó a sorber todo el contenido, no solo él actuó así, creo que todos lo hicimos a excepción de Edgar, bebimos el delicioso extracto ni siquiera sentimos el sabor de la rana, a mi parecer estuvo bien el cóctel a pesar que era la primera vez que probaba dicha bebida, luego de esto nos dirigimos caminando y bromeando a un paradero para tomar el bus que nos llevaría al trabajo, tomamos asiento y al poco rato sentí un sueño tremendo mis ojos se cerraban y no podía controlar mis párpados, vi las caras de los demás y al igual que yo estaban muertos de sueño y en cuestión de minutos estábamos en los brazos de Morfeo.

Esa tarde dormitábamos a cada rato en el trabajo, pensamos que era a consecuencia del extracto, Edgar nos dijo que así era la primera vez, es como una reacción del cuerpo nos dijo, que nos había agarrado débiles y por eso era el sueño, era normal y no había de que preocuparse.

Luego repetimos esa experiencia varias semanas, hasta que un día al ir, nos dimos con la sorpresa de que habían elevado el precio al extracto da ranas, dimos media vuelta y nos dirigimos hasta un mercadillo de los alrededores siempre guiados por Edgar, él era el sabedor de esos huariques además estaba en su barrio, y allí conseguimos a otro proveedor de extractos en plena vía publica, como siempre Edgar ponía las manos al fuego por el vendedor diciéndonos que era de garantia. Este nuevo “casero” tenia una variante en la preparación, a las ranitas las hervía por unos segundos y luego las licuaba.

Después fuimos perdiendo el interés por las ranas licuadas vivas, pero no puedo negar que fue una experiencia divertida al margen de los beneficios o los perjuicios que nos pudiera causar dicha receta casera del extracto de ranas.

FUI YO



La etapa de colegial es algo que a todos nos tienen marcados por ser la época de mayores vivencias tanto dentro como fuera del colegio anécdotas de esa fecha hay muchas, las bromas a veces mal intencionadas de los compañeros, las broncas por ser líder, las tiradas de vaca, las “chapas” a que te hacías acreedor, los juegos y muchas cosas mas, que pasaron durante esos cinco años vividos en el colegio. A continuación les contare algo al respecto que paso en mi salón de clases.

Cursaba el cuarto año de secundaria en el colegio “SAN JOSÉ” de Jauja, recuerdo que mi salón en ese año quedaba en el segundo piso del pabellón central del colegio, como se imaginaran en esos años un colegio publico nacional mínimo albergaba en un aula a cuarenta estudiantes no solo de Jauja sino también de los distritos.

En el aula éramos todos casi de la misma edad no había mucha diferencia en eso, todos fuimos buenos compañeros solidarios con nuestro prójimo donde “comían veinte comíamos los cuarenta” y éramos “todos para uno y uno para todos”, habían muchos caracteres confundidos en el salón, los callados y tímidos, los participativos “chancones” y los “chongueros” pero todos juntos era otra cosa.

Recuerdo entre los chongueros a mi amigo Sánchez era un tipo gracioso, suelto, con dones histriónicos, bromista y ocurrente sus “payasadas” era festejada por todo el salón, buen tipo el famoso Sánchez. Una mañana nos tocaba Matemáticas a cargo de la profesora Victoria buena maestra muy disciplinada, hizo su ingreso al aula y nos pusimos de pie, como era costumbre a la entrada y salida de cada profesor y fue en ese momento en que el chistoso de Sánchez pronuncio unas palabras que ahora por el tiempo no las recuerdo bien por eso no las diré, con una voz aguda y fingida lo cual provoco en nosotros una hilarante carcajada y algunos comentarios. Al instante la profesora Victoria que había dejado sus cosas en el pupitre se dio la vuelta y con mirada desafiante y amenazadora interrogo a toda la clase que quien era el “GRACIOSO” que había dicho eso y nos recrimino a todos y en plural por que no sabia quien era el culpable de tal pachotada, claro ella no lo sabia pero nosotros si.

Luego de su rigurosa llamada de atención, conmino a la persona a identificarse todos quedamos petrificados en nuestras carpetas nadie dijo nada y el silencio era sepulcral, luego se dirigió a todo el salón exigiendo delatar al “insolente” nuestras miradas estaban perdidas en el espacio y nuestras lenguas bien guardadas en nuestras herméticas bocas, había que hacer causa común con un compañero de clase regla básica en un aula de colegio.

Pasaban los minutos y nadie se pronunciaba al respecto y mucho menos el aludido que estaba sentado en su carpeta victima de su conciencia y con una cara de imbesil, con la mirada al suelo y en mutismo total, hasta que de nuevo la profesora ataco con mas determinación y dijo:

Bueno, como nadie va a hablar entonces me retiro no quiero hacer clases con mudos, pero me retiro no por hoy sino para siempre y no volveré a este salón hasta el dia en que me digan quien fue el payaso que hizo esa broma, no voy a permitir que nadie se burle de nadie y si ustedes piensan que me quedare sin hacer nada están equivocados así es que ya tienen mas tiempo para hacer sus payasadas y que la aprovechen, dicho esto se dirigió hacia el pupitre tomo sus cosas y abandono el salón no sin antes detenerse en el umbral de la puerta y decir sus ultimas palabras:
Así es que ya saben, no hay clases de matemáticas, cualquier cosa me encuentran en la sala de profesores.

Dicho esto se marcho con pasos lentos y convicción firme.

Luego nosotros cerramos la puerta y por unos minutos el silencio reinaba entre las cuatro paredes, los comentarios se escuchaban pero no se entendía nada todos hablaban al mismo tiempo el único callado era Sánchez y todas las miradas acusadoras iban dirigidas hacia él.
Pero nadie decía nada, hasta que uno de nosotros rompió el hielo y dirigiéndose hasta Sánchez le dijo que se “entregara” y que diga la verdad que al final no era nada malo y solo fue una broma, y todos lo respaldamos y conminamos a Sánchez para que no perjudique al salón entero y tenia que disculparse con la profesora, fue el punto de quiebre y fue allí en que el“Uno para todos y todos para uno” se fue al carajo, nos estaban chantajeando y nos encontrábamos entre la espada y la pared, no había otra salida.

Sánchez lo pensó dos veces y luego de unos segundos de reflexión asumió su culpa, el que menos pronosticaba una expulsión no sin antes él dialogo con los padres del ahora cabizbajo amigo Sánchez. Eran momentos de tensión e incertidumbre, luego de algunos minutos de liberación mandamos a un emisario en busca de la profesora para que le diga que por favor regresara al salón para aclarar la situación.

Al poco rato grita uno de nosotros ¡ahí vienen!


Y todos regresamos a sentarnos de lo mas educado posible y mi amigo Sánchez en ese momento hubiera preferido que se lo coma la tierra, pienso yo. Pero lo que iba a pasar luego me sorprendería a mí y a todo el salón.

La profesora Victoria ingreso al salón y nosotros como si tuviéramos un resorte no pusimos de pie en el acto y nos quedamos en esa posición, luego Sánchez lentamente avanzo algunos pasos como si temiera algo, no podré olvidar la cara de imbesil que ponía en esa situación, al llegar frente a la maestra balbuceo estas palabras:

_Profesora fui yo, disculpe no volverá a pasar por favor.

Ella, sin inmutarse lo miro de pies a cabeza y nos miro a nosotros tambien, y luego dijo:

_Así que fuiste tu ..........y tanto te cuesta reconocer tus errores, que te costo decirme eso hace un rato y no esperar que pase tanto tiempo y hacerme perder las horas de clase, por que no eres mas hombre y asumir las consecuencias de tus actos. ¡Vaya a sentarse!.

Tal determinación nos tomo por sorpresa a todos, pienso que el castigo fue moral al hacer quedar en ridículo a Sánchez. O que queríamos nosotros, acaso que crucifiquen al pobre Sánchez o que lo flagelen delante de todos y que lo boten como a un perro, pienso que hizo bien la profesora en llamarle solamente la atención delante de todos, aunque muchos morbosos hubieran preferido lo otro, al pobre Sánchez se le quito todo lo “payaso” por unos días pero luego volvió a la normalidad y a joder a todo el mundo, la profesora continuo dándonos clases con normalidad, aunque luego de unos meses nos comunico que ya no nos dictaría mas clases, se retiraba del magisterio por diferentes motivos. Nosotros lo entendimos y le deseamos mucha suerte.


domingo, 22 de agosto de 2010

EL OJO DE GALLO


Solo recuerdo que un dia antes de ir a la escuela, estaría en segundo o tercero de primaria, mi bisabuela Isabel me dijo que me amarre los zapatos y lo hice a mi manera recuerdo que anude los pasadores haciéndoles como cien nudos a cada uno y la sorpresa de mi pobre bisabuela que luego tuvo que desatar con gran paciencia los pasadores que parecían trenzados de puros nudos, pero había un detalle en mi zapato del pie izquierdo sentía una pequeña molestia, un clavito a la altura del talón me hincaba levemente y me hizo una pequeña herida como un puntito en mi talón izquierdo y creo que desde ahí empezó todo. Con el tiempo, dicha herida se fue formando como en una especie de callo plantar que me producía una molestia al estar mucho tiempo de pie, no le tome importancia y mis padres a decir verdad tampoco se percataron de este “callito” que con el tiempo fue creciendo y a volverse parte de mi pie,ya se había convertido en una capa gruesa de piel con un punto negro al medio y con un gillette empezaba a cortarlo y sacar el exceso de piel al final quedaba todo de un color amarillento. Así estuve con mi “callito” por mucho tiempo ignorando su verdadero nombre y sin la necesidad de ir a un podólogo para que me diga lo que en realidad era y si tenia solución o no, a decir verdad lo que yo quería era extraerlo de una vez por todas, pero que podía hacer yo un niño que ignoraba todo eso, así fueron pasando los años y el “callito” ahí seguía jodiendo, más cuando con las lluvias mi zapato o zapatilla se mojaba y esto hacía que el “callito” se humedezca y crezca de tamaño y se suavizaba un poco entonces yo aprovechaba para rebanarlo con un gillette. A veces me paraba rascando el callito con las uñas sobre todo en las noches antes de dormir y eso me daba como cosquillitas y en verdad les digo que quería que desapareciera. Era desesperante tener en la planta de mi pie al maldito “callo” y lo aguanté por muchos años algo de diez años para ser exactos, en una ocasión estuve tan desesperado que a toda costa quería deshacerme de él y en mi desesperación agarre un gillette y una aguja y empecé a cortar y a hincar lo más profundo que podía aguantando el dolor, quería extraerlo de raíz y escarbé hasta que un gran chorro de sangre brotara y me asusté pero no me importaba quería que el “callito” ya no estuviera jamás allí jodiendo. Estaba resignado a vivir para siempre con el “callito” ahí en la planta de mi pie ya era parte de mí y estaba acostumbrado, una vez cuando estaba en el colegio con un grupo de amigos me fui al río “Yacus” a nadar en una linda mañana de sol abrasador, luego del chapuzón nos echamos en el césped a “ broncearnos” y allí uno de mis amigos se percato del “callito” que como era lógico con el agua había duplicado su tamaño y parecía un ojo con un punto negro al medio y todos curiosos empezaron a verlo y a tocarlo nunca habían visto nada igual ¡pucha que roche! Pero no era el único que tenia algo que mostrar y en ese momento cada uno de mis compañeros empezó a exhibir alguna deformidad de su cuerpo, uno de ellos tenia un dedo deforme que nos causo risa, el otro un inmenso lunar en la espalda de una forma rara y con pelos, otro tenia una espina incrustada en la pantorrilla que ya no se podía sacar por que estaba totalmente debajo de su piel y yo con mi “callito” que parecía el cráter de un volcán. Todos reímos de lo que estábamos mirando las rarezas de nosotros pero nadie se burló y nunca más tocamos el tema. Cuando terminamos el colegio nos fuimos de viaje de promoción a la ciudad de ICA, llegamos e hicimos un pequeño tours por las ciudades de Chincha,Pisco,Paracas y en Ica llegamos a ir a la famosa laguna de la Huacachina,que parecía un oasis en pleno desierto, nos metimos a bañarnos por varias horas hasta cansarnos, no recuerdo bien pero creo que llegue a oír de alguien que esas aguas eran medicinales y tenían poderes curativos no le tome importancia a esa edad uno no esta enfermo de nada y seguimos nadando en la laguna cuyas aguas eran turbias y el piso fangoso que cuando pisábamos nos resbalábamos o nos hundíamos. Aunque parezca increíble luego de esa experiencia en la laguna de Ica, paso el tiempo y me tocaba cortarme el molestoso “callito” me senté en mi cama y provisto de mis herramientas que eran unas tijeras una aguja el infaltable gillette y un poquito de alcohol para detener la sangre, grande fue mi sorpresa cuando al sacarme las medias y examinar la planta de mi pie no encontré nada estaba limpiecito y del bendito “callito” no había ni rastro no quedaba nada de él revisé mi otro pie pensando que me había equivocado pero igual estaba todo limpio, me parecía un milagro que el haloma había desaparecido por completo, aplaste con mis dedos el lugar donde se encontraba y no logre palpar nada y ningún dolor se hacia sentir, luego de casi una década logre que se fuera, transcurrió el tiempo sin poder comprender lo que paso para que desapareciera y hasta llegue a extrañarlo, no había duda era el agua de esa laguna la que lo saco de mi pie. Ahora después de muchos años me acuerdo del famoso “callito” siempre con la duda de saber que era, cual era su nombre medico, se me ocurrió averiguar y descubrí que era un haloma una especie de callo plantar comúnmente llamado “ojo de gallo”, y valgan verdades aparte del gracioso nombrecito, recuerdo que en verdad se asemejaba tanto a un ojo pero no elíptico sino circular como la de un ave con un punto negro al centro.

MAYOR QUE YO


En una reunión familiar conocí a Hellen una señora de cuarentaitantos años y yo a mis veintitantos quede prendado de ella, su porte sensual y lo sofisticado de su vestimenta llamo mi atención de inmediato, se le veía muy sensual y sexy, su cabello pelirrojo, su figura esbelta y sus movimientos excitantes la hacían una mujer interesante y durante toda la fiesta no le quite los ojos de encima y hasta sentí celos cuando no bailaba conmigo y lo hacía con otra persona de su edad. No sabía de donde había venido este ángel ,a lo mejor cayó del cielo esa misma noche para deleite mío, no aguante las ganas de sacarla a bailar y me arriesgué intrépidamente a invitarla a bailar una pegajosa salsa ante la mirada atónita de mis tíos y primos era ase momento o nunca, con respeto extendí mi mano y cortésmente con suaves palabras la invite a bailar y ella aceptó risueñamente ese momento fue divino estaba en el cielo y me sentía flotar en el aire por la satisfacción de no sentirme rechazado por culpa de mi edad. Fue en varias ocasiones en que la invité a bailar y la gente ya nos miraba con otros ojos pero yo no hice caso y es más me atreví a hablar con ella, le pregunte su nombre y le di el mío, ella me pregunta mi edad yo se la di, curioso yo hice lo mismo y me respondió con esta frase “A una mujer nunca se le pregunta la edad” y sonreímos, poco a poco me acoplé al grupo donde ella estaba y no era el único que deseaba estar al lado de ella hasta presentí que un tipo me miraba mal, se lo comenté a ella y me dijo que era solo un amigo y que había venido con él, de inmediato supuse que también se iría con él de la fiesta y eso me desilusionó un poco, no le hice mucho caso a esta situación y seguía muy al lado de ella y me pareció que esto no le incomodaba a ella. Los tragos estaban haciendo efecto no solo en mi sino en todos los que estaban presentes en la fiesta y eso me desinhibía un poco, al rato noté que ella salía del salón con dirección al jardín, sutilmente me escabullí con el pretexto de ir al baño y en un descuido me di la vuelta por el otro extremo del jardín para simular un encuentro casual y así sucedió hablamos no sé que cosas por espacio de unos minutos y le dije que era muy linda y que me había impresionado ella sonrió y me agradeció el gesto, quise decirle muchas cosas y hasta robarle un beso pero no pude. Por varias horas la fiesta siguió en su apogeo mis amigos y mis primos empezaban a vacilarme e insinuaron que estaba enamorándome de Hellen y creo que tenían razón, yo solo sonreía y decía que no, que solo era una atracción física la que sentía por ella, pasaron las horas y la gente empezaba a abandonar el salón y comenzaban a despedirse, yo no perdía de vista a Hellen seguía con la mirada todos sus movimientos y noté que estaba despidiéndose de sus amigas me puse en un lugar visible y ella se acercó para despedirse de mi, lo hacia acompañada de una amiga otra señora guapa y no del tipo con quien me dijo había venido, a quien busqué con la vista por todo el salón y nunca lo vi, ella se acercó a darme un beso en la mejilla como despedida y de inmediato le propuse acompañarla,y ella me dijo que se iría con su amiga en un taxi, entonces te acompaño a la puerta a embarcarte en un taxi le dije y ella aceptó gustosa y sonriente. En la puerta se acercó a un taxi y luego de consultar se subieron, nos despedimos muy rápido y no me dió tiempo a nada solo reaccioné cuando el auto se alejaba lentamente, pero a pocos metros se detuvo y retrocedió hasta donde yo estaba y se cuadró justo al costado mío, luego ella bajó la luna del auto saca la mano y me entrega una tarjeta y me dijo: -Ten mi tarjeta llámame ¿ si?........y se retiró raudamente. Hice que pasaran unos días y la llamé por teléfono ella se acordaba de mí perfectamente y dialogamos un buen rato de muchas cosas y en especial de la fiesta, luego antes de despedirme le dije que quería verla ella guardo silencio un rato luego de un suspiro corto aceptó, quedamos en el día y el lugar y colgó el fono. El dia de la cita estaba muy nervioso no entendía lo que estaba pasando me estaba metiendo en un dilema pero ya estaba hecho, nos encontramos en ese lugar y nos fuimos a un restaurante a comer un ceviche y pedimos unas cervezas luego de mucha conversación le dije que me gustaba y que deseaba que ella fuera mi enamorada, me estaba declarando, ella tomó mis manos y me dijo que eso no podía ser, que iba a pensar la gente yo podría ser su hijo, es más yo tengo un hijo casi de tu edad me dijo, yo le dije que la edad no tenía nada que ver, ella era viuda y libre, yo estaba solo y no había impedimento, estás mal me dijo eso ¡no puede ser ¡ la gente que dirá y mi familia también. Tú eres un chiquillo y hay tantas chicas de tu edad, no le hice caso y me declaré de nuevo. ella estaba en aprietos sin saber que decirme eso lo note. Salimos del restaurante y paseamos por muchas horas y por varios lugares, ya de noche dispuse acompañarla a su casa esta bien me dijo ella, pero hasta cierto punto a lo mejor me pueda ver un vecino y pueden pensar mal, me aclaró, esta bien le dije y caminamos con dirección a su casa, llegamos muy cerca de esta y al momento de la despedida no pude mas y la tome suavemente de la cintura la atraje hasta mi pecho y la bese suavemente en los labios, ella correspondió a mis besos casi sin darse cuenta y así estuvimos por varios minutos disfrutando de nuestros besos y nuestras caricias. Desde ese dia nuestras citas eran más frecuentes arriesgadas para ella aunque para mí también que pensaría mi familia si supieran lo que estaba pasando la gente no me importaba lo que murmuraba solo interesaba ella y mi familia y la de ella también, así fue pasando el tiempo y la pasábamos muy bien existiendo solo los dos e ignorando a todos los demás. ¿Hasta cuando durara esto? Interrogaba ella Yo la abrazaba y le decía que no piense en eso por ahora, con Hellen pasaban las horas como si fueran minutos para nosotros no importaba nada y así nos amábamos a escondidas de los ojos de nuestras familias pero ante los ojos de los demás éramos indiferentes y no nos importaba el que dirán ,fue una relación prohibida quizás pero la disfrutamos tanto ella con su experiencia y yo con mis ganas aunque a veces era al revés y disfrutábamos al máximo las cosas de los dos. Tanto en la intimidad como en las demás locuras que hacíamos. ¡Tu estás loco!...... me decía y le respondía : Sí estoy loco pero loco por ti. Y sonreía coquetamente y me respondía con un apasionado beso. A veces nos separábamos por mucho tiempo por que sus hijos que estaban en el extranjero llegaban a visitarla por uno o dos meses y esos días eran insoportables para mí, no sabia que hacer ni llamarla por teléfono podía, hasta que se regresaban y todo volvía a la normalidad yo extrañaba sus besos, sus caricias, su cuerpo. Luego nos dejamos de ver por un tiempo, no se por que, pero un día llamé a su casa y nadie contestaba el teléfono insistí los días siguientes y nadie respondía el fono, estaba desesperado de no saber nada de ella ,si al menos alguien me hubiera dicho que es lo que estaba pasando lo entendería pero nadie hacía eso, hasta que un dia por fin una señorita contesta el teléfono y le pregunto por Hellen y ella me dice que Hellen era su madre y no se encontraba, que estaba en España y que a lo mejor se quedaría a radicar en ese país, me consultó si quería dejarle algún mensaje por que ella también estaba por viajar al dia siguiente, no supe que decir y solo atiné a mandarle mis saludos y mi nombre. Se los haré llegar me dijo en forma amable y nos despedimos. Ese dia entendí que todo era solo una ilusión, ella a lo mejor lo pensó así también y decidió marcharse para poder despertar de ese sueño que los dos vivíamos, fue duro y cruel pero quizás necesario no sé que hubiera pasado si me lo decía ,a lo mejor no la hubiera dejado partir, pero se fue y eso es todo, lo importante fue que mientras estuvimos la pasamos muy bien rompiendo tabúes de esta sociedad que cada dia abre mas los ojos.

sábado, 19 de junio de 2010

UN CAGUE DE RISA





Aquella vez quedamos con Roberto en ir a coger guindas, era el mes de marzo y esa fruta abundaba en el valle, como no teníamos nada importante que hacer decidimos ir a recolectar este jugoso fruto al distrito de Muqui o Muquiyauyo no estoy seguro a cual de los dos pero fue a uno de esos lugares.

Conocedores que en esos sitios abundaban las guindas y eran grandes y jugosas de color negro y tinto y de rico sabor, le dije a Roberto que iríamos a eso de las dos de la tarde para regresar temprano, y que también iríamos en mi moto y fue así que nos enrumbamos a esos sitios en la motocicleta y provistos de dos baldes de plástico en el cual traeríamos las guindas para nuestras casas.

El trayecto fue tranquilo aunque tenia un poco de temor ir por esos lares, por que tenia que ir por la carretera muy transitada por vehículos pesados y cruzar el puente Stuart sobre el caudaloso río Mantaro que estaba muy cargado y sus corrientes arrastraban las aguas de un color achocolatado, al llegar al pueblo mi amigo Roberto me guió hasta una casa que estaba muy cerca de la plaza a dos cuadras exactamente, era la casa de un familiar de el, al tocar la enorme puerta de madera de color azul, salió a recibirnos un niño de unos doce años aproximadamente, Roberto le pregunto por su padre y el niño contesto que no estaba que había salido a su chacra, entonces Roberto le explico a que habíamos venido y el niño sonrió y nos explico a donde deberíamos Ir,le pedimos permiso para guardar la moto en el patio de la casa y asegurándonos que el no saldría de la casa nos fuimos caminando con Roberto llevando con nosotros nuestros baldes de plástico con tapa incluida para no derramar su contenido.

Al pasar por los costados de las chacras veíamos los árboles de guindas cargados de los frutos negros y aperlados, otros eran rojos medio anaranjados y algunos verdes con manchas marrones, ya imaginábamos el sabor dulce y jugoso de la fruta, le dije para subir a un árbol pero él me sonrió y me dijo que no, que esa no era una chacra apropiada y seguimos de largo hasta llegar a un terreno en cuyo perímetro existían varias plantas de guindas de frutos grandes y provocativos que brillaban con los rayos del sol.

¡ Acá mismo es! Me dijo y corrimos al pie de un enorme árbol.

Roberto que era más intrépido me dijo que el solo subiría y que me quedara abajo para indicarle a que lugar de las ramas debería de trepar, así lo hizo y empezó a recolectar en uno de los baldes muy tranquilo él, a veces me aventaba alguna rama para poder pallar las guindas y de pasada llevarme algunos frutos a la boca y saborearlos directamente o sea de la chacra a la panza.

Así estuvimos durante un rato ya habíamos llenado un balde e íbamos por el segundo, cuando de pronto ingresa a la chacra una señora pastora que hilaba y tenia a su hijo un bebe cargado en la espalda , con sus animales al medio de la chacra y percatándose que estábamos pallando las guindas empezó a vociferar y mascullar palabras de reclamo en contra de nosotros yo me asuste un poco y estaba alerta a alguna situación imprevista, estábamos a pocos metros de distancia de dicha señora que seguía con sus reclamos, yo pensé que era la dueña de la chacra, y Roberto que seguía arriba trepado, también escucho las voces de protesta de la señora y dijo en voz un poco alta.

Sssshhhhhhhh, cállese la boca

Yo empecé a reirme, pero luego le dije que no le diga nada a la señora y seria mejor así, a lo que él me dijo.

No pasa nada on

Pero la doña seguía gritando y mascullando palabras que a duras penas entendía y me parecían un reclamo sobre lo que estábamos haciendo.

¡Muchachos de mierda, qui hacen trepao allí, cun sus baldes tovia vienen haciendo daño las chacras.!

Fuira de aca caraju......fuiraaaaaaa

Entonces Roberto que seguía en su tarea de recolectar las guindas en el ultimo balde, un poco molesto por el ruido que hacia la tía y un poco exaltado empezó a hablar:

¡Carajo! Que tanto habla la vieja ahhh

dichas palabras llegaron al agudo oído de la mujer y más iracunda y ofensiva dio su grosera respuesta diciendo:

¡Cual vieja cojudo de mierda! Vieja......vieja.....

¡Viejo estará tu culo de tanto cagar!

Dichas palabras me llevaron a una risa incontenible, Roberto se quedo callado y sonrojado por unos segundos, luego repitió la frase de la tía y también empezó a matarse de la risa, bajando del árbol con el balde lleno de guindas, se sacudió el polvo y las hojas de su ropa y nos encaminamos riéndonos a cada rato de dicha ocurrencia.

¡Carajo! La tía se paso compare como me va a decir esa vaina y empezó a reírse a carcajadas y yo también.

Llegamos a la casa, sacamos la moto y regresamos a Jauja empachados de las guindas y de la risa.




sábado, 12 de junio de 2010

ROLLER BOOGIE






Había terminado mi primaria, cuando llego a Jauja la fiebre de los patines, eran los años ochentas, empezaba una nueva década y empezaba a estar de moda los patines y todos los niños de mi edad y algunos jóvenes patinaban en la plaza de Jauja que se convirtió por esos años en una enorme pista de patinaje ante la rara mirada de algunos de nuestros padres y como no decirlo del airado reclamo de un personaje que recuerdo muy bien pero cuyo nombre nunca lo supe, un negrito alto musculoso que trabajaba para la municipalidad y siempre andaba sin zapatos por el enorme tamaño de sus pies, quien se encargaba de regar y de cuidar los jardines de la plaza, dicho personaje de andar lento y torpe nos correteaba botándonos de la plaza provisto de un palo de escoba, le llegamos a temer y nos cuidábamos mucho de su presencia.

Aquella vez no me quería quedar atrás y “exigí” a mis padres a que me compren mi par de patines, tanto fue mi insistencia que por fin accedieron a mi petición, una mañana se despertaron muy temprano y bien vestidos se dirigieron a Huancayo a realizar algunos trámites y de pasada comprar algunas cosas y antes de salir me prometieron que me comprarían mis ansiados patines, todo el dia estuve pensando en ellos, no en mis viejos sino en mis patines, me imaginaba como serian, de que color me los traerían, que modelo seria y si podría manejarlos muy bien, pero antes tendría que practicar mucho para poder dominarlos, todo el día estuve ansioso y creo que ni almorcé.

Llegaba la tarde y mis viejos no regresaban, sabía que siempre que iban a Huancayo se demoraban un montón , incluso llegaban al anochecer y yo preocupado hasta que por fin los vi llegar, estaba en la calle esperándolos ya era de noche, al verlos me abalancé a saludarlos y lo primero que hice fue agarrar todas las bolsas que traían, ingresé raudo a la sala y desempaqué lo que me dijeron eran mis patines, y allí estaban relucientes oliendo a nuevo, las zapatillas azules con pasador blanco y los patines de color metálico y de rueditas anaranjadas, me los puse de inmediato y empecé a tropezar y darme mis primeros golpes a causa de las caídas en el encerado piso de mi sala.

Fueron pasando los días y ya empezaba a dominar los patines, patinaba en las veredas de mi barrio, y todos mis amigos me miraban, hasta me pedían que les preste un ratito y les prestaba un rato a cada uno para que puedan disfrutar unos minutos y sientan esa sensación de libertad que sentía al patinar y vencer temores y botar la adrenalina, creo que de toda la cuadra era el único que tenia sus patines, y veía a mis demás amigos esperar su turno para que les preste mis patines y reíamos todos cuando uno de nosotros tropezaba y caía aparatosamente para besar el suelo.

Hecho ya un buen patinador era el momento de probarme a mí mismo que lo estaba haciendo bien, y era la hora de dirigirme a la plaza de armas de Jauja donde se suponía estaban los mejores exponentes, chicas y chicos, conocidos y por conocer y así lo hice a partir de ese dia todas las noches mi destino era la gran plaza donde un montón de chicos corrían raudos patinando de muchas formas, el parque era un hormiguero donde si no tenias patines era imposible caminar.
Allí me encontraba con mi amigo Juan, que de lejos era el mejor y el más intrépido, patinaba a gran velocidad y hacia unas piruetas novedosas haciendo gala de su habilidad llego incluso a participar en un campeonato que realizo el colegio San Vicente de Paúl en su amplio patio y el cual si no me equivoco lo gano él, esos años fueron como los años maravillosos de la serie de televisión llenos de aventuras y travesuras.

Todo eso gracias a que vimos una película en la sala de cine, una película que trataba de un concurso de patines al ritmo de la música disco de esos años,”Roller Boggie” era él titulo del film, que protagonizaba una simpática Linda Blair y Jim Bray un campeón del patinaje, recuerdo esto por que hace unos días vi en la calle a una linda chica patinando con una indumentaria muy moderna y unos patines medio raros que parecían tener sólo una rueda como han cambiado los tiempos me interrogué y viene a mi mente los recuerdos de aquellos años y de esa moda, de aquellos patines, ya ni me acuerdo que paso con ellos a lo mejor están olvidados en algún rincón de mi casa allá en Jauja, viejos y oxidados a lo mejor ya inservibles, Sólo me acuerdo que un buen dia pasada la moda de patinar agarré un alicate y un desarmador y me puse con empeño a rescatar las zapatillas azules con pasadores blancos que luego usaría no para patinar si no para jugar partidos de fulbito.








sábado, 29 de mayo de 2010

EL APARECIDO




Ese sábado después del trabajo, entre todos decidimos ir tomar unos tragos, cuando salimos eran como las ocho de la noche Edgar era él más empeñoso ya me había dicho él desde hace unas horas que deseaba tomar algunos tragos y puso las pilas a todos en la oficina salimos y nos instalamos en uno de los bares cerca al trabajo hicimos la chanchita y compramos una botellita de ron con una gaseosa.

Era el mes de agosto y el frió era intenso y el roncito ayudaría según Edgar a calmarlo un poco .ya instalados nos enfrascamos en una fluida y amena conversación y así se esfumaron las horas y también el ron.viendo las horas avanzadas me levante de mi sitio y empecé a despedirme de mis compañeros que mandaron a comprar otra mas pero yo tenia que retirarme y me despedí de Edgar, de Ricardo, de José y de todo el grupo luego me dirigí al paradero y me embarque en una combi con dirección a mi domicilio.

La combi estaba llena y en el trayecto recordaba algunos pasajes de nuestra conversación y sonreía de vez en cuando y claro notaba las miradas extrañadas de los demás pasajeros, otras miraba por la ventana la oscuridad de la noche fría y las tenues luces delas pistas no me sentía mareado por el contrario estaba alerta a lo que podía suceder y por precaución debido a la hora.pasaron los minutos y al percatarme ya estaba cerca de donde tenia que bajarme y es aquí donde empieza mi extraña historia.

Al bajar del carro cruzo la pista con total tranquilidad por que las calles estaban desiertas a esa hora pues eran como las dos de la mañana y me dirigí a la Av. Las palmeras para caminar las dos o tres cuadras para llegar a casa cuando pase por una esquina de improviso se apareció una persona un tipo delgado, alto y con una peculariedad estaba todo vestido de negro un enorme cubre todo de ese color lo cubría del cuello hasta las rodillas, el tipo amablemente se me acerco y me preguntó la hora le respondí y de allí empezó la conversación sin darme cuenta habíamos avanzado como una cuadra y se ofreció a seguir acompañándome, vivo a un par de cuadras le dije....esta bien respondió y seguimos hablando.

Seguimos hablando y una curiosidad de saber quien era me tenia ansioso, lo extraño y raro era que nunca pude ver su rostro por más que lo intente por varias veces, quise verlo cara a cara pero el siempre esquivó mi mirada sin dejarse ver el rostro pero eso sí yo nunca sentí temor ni miedo era como si estuviera hablando con una persona de confianza un amigo.

Pasaron los minutos y llegamos a la puerta de mi casa le explique que vivía allí y saqué las llaves de mi bolsillo para abrir la puerta a lo cual el amablemente me espero a que termine de abrirla luego al voltear para agradecerle y despedirme ¡ OH sorpresa ¡ no había nadie, no estaba se había esfumado el tipo , me sorprendí que de improviso se desapareció y empecé a buscarlo con la mirada por todos lados y nada , no estaba ni cerca ni lejos se esfumo. El dia lunes le comente a Edgar y a los demás dicha aventura y mis amigos todos sorprendidos y sonriéndose me dijeron que era un alma (ESPIRITU) que estaba penando y muchas cosas más , solo Edgar pensó un instante y me dijo: Lucho .....esa persona que estuvo a tu lado era tu ángel de la guarda y te estaba ayudando yo también pienso lo mismo.