domingo, 27 de marzo de 2011

TBCIANO











La tos era persistente cada vez más intensa y seca, mi cansancio y mi aspecto calamitoso no me hacían verme bien, mis pasos lentos y cansados eran muy pesados y parecía que arrastraba los pies, en mi trabajo trataba de hacer bien mis cosas, y lograba mi cometido, los días fueron transcurriendo con normalidad y la rutina diaria me perecía la misma de siempre aburrida y monótona, pero la maldita tos que me sofocaba no me dejaba en paz. Pero lo que más me irritaba eran las miradas curiosas de mis compañeros que al oírme toser hacían algunos comentarios entre ellos, comentarios que desde luego nunca llegué a determinar de que se trataban.




Paraba más de doce horas fuera de casa, abandonaba el hogar muy de mañana, mi antiguo hábito de levantarme tarde se fue al carajo desde que empecé con ese bendito trabajo, así como salía temprano de casa también llegaba muy tarde, a veces solo a dormir, el cansancio me vencía de inmediato sin darme chance de cenar algo, por precaución semanas antes había asistido al hospital para un examen de rutina, la tos era persistente y mi apetito casi había desaparecido, placas radiográficas del tórax, análisis de esputo, y una prueba a la piel con lo cual descartaron lo que yo sospechaba, a la semana me entregaron mis resultados gracias a Dios, todo había salido negativo o al menos eso era lo que me decían los médicos y también los papeles que tenia en la mano, hasta los análisis de sangre señalaban un contundente “ negativo” en letras negritas.



Sin exagerar esa vez visité más de tres centros médicos diferentes, asistí con los mismos síntomas y salí con los mismos resultados “negativo”, entonces dejé de preocuparme, la rutina laboral era la misma, pero me daba cuenta que mi cuerpo ya no era el de antes y mis ganas tampoco. Una tarde me senté al lado de un amigo haciendo un alto a mis labores, y fue allí que me vino un ataque intempestivo de tos, mis pulmones se dilataban expulsando un aire tibio y seco al principio, de inmediato corrí hacia el bidón de agua para servirme una cantidad razonable con la finalidad de apagar la persistente tos y el angustioso y vergonzante ruido que hacia, luego de calmar por un momento la tos tomé asiento y a los pocos segundos nuevamente empecé a toser, rápidamente saqué del bolsillo mi pañuelo para cubrirme la boca, luego de toser fuertemente sentí que mi pañuelo se humedecía, disimuladamente me dirigí al baño, al llegar allí lentamente extendí el pañuelo y lo que vi me aterró, una enorme mancha de sangre había teñido de rojo mi inmaculado pañuelo blanco, pero lo que más me asustó fue ver una especie de cáscara marrón mezclada con coágulos pequeños de sangre, había uno en especial cuyo tamaño era considerable el cual palpé y su textura era parecida al de una piel gruesa, algo nervioso arrugué el pañuelo y lo tiré al tacho de basura, acto seguido salí corriendo.



A la mañana siguiente acudí temprano al hospital, afortunadamente contaba con un seguro, luego de identificarme en emergencias fui atendido por él médico de turno, tras auscultarme con el estetoscopio en varias partes de mi espalda, me dio una orden de urgencia para que me tomen una placa radiográfica al tórax.



- Anda ahora mismo a rayos “x” y que te saquen esta radiografía, luego me la traes al toque para verla, ve corre, me dijo y desapareció para atender a otro paciente.



Inmediatamente y algo preocupado me dirigí al área de radiología del hospital, al llegar observé una pequeña cola de cinco o seis personas me coloqué detrás de una señora gorda y empecé a leer lo que decía el papel, lo que más llamaba mi atención era el enorme sello de color rojo en la parte superior de la orden que decía URGENTE, por un instante pensé un montón de cosas ignoraba lo que me estaba pasando, debe de ser algo grave lo que tengo pensé, no por gusto le pusieron ese enorme sello rojo a mi orden, esperé varios minutos hasta que por fin mencionaron mi nombre, con cierto nerviosismo ingresé a la sala, me ordenaron quitarme la camisa y no tener ningún articulo de metal en mi cuerpo, después me tomaron la placa y me dijeron que tenía que esperar un rato para que me entreguen los resultados, así lo hice, a los pocos minutos el radiólogo trajo la enorme placa radiográfica y la puso a trasluz, lo observó detenidamente por unos segundos, me miró y luego señalo con su dedo índice un punto de la placa – Aquí hay algo que no esta bien- dijo con acento resignado, sacó la placa de la pantalla y me la entregó diciéndome:



Aquí tienes tu radiografía, llévala de inmediato a tu médico él te dirá lo que tienes que hacer seguro que te mandara al programa, al oír eso me resigné ya me estaba confirmando lo que luego me diría él médico.



Esperé mi turno en urgencias y al ingresar hablé con él médico y le entregué mi placa radiográfica, éste usó la pantalla para verla y me dijo que tenía que ir al programa de TBC, que quedaba en el segundo piso del nosocomio, pero tenía que hacerlo al dia siguiente a primera hora.



- ¿ Tengo tuberculosis doctor? Pregunté .......temeroso.





- Así es flaco, pero no te preocupes eso se cura con tratamiento, dura varios meses, pero lo importante es que te vas a sanar, dijo sonriéndome para mi tranquilidad.



Abandoné el hospital como a medio dia, estaba algo preocupado y avancé caminando lentamente con mis pensamientos en otra cosa, había caminado unas dos cuadras cuando me vino las ganas de toser, tenía miedo, y no quería hacerlo en plena vía publica, saqué rápido de mi bolsillo mi pañuelo pero no me dio tiempo de utilizarlo, el ataque de tos fue tan rápido y fuerte que tuve que arrodillarme un momento a orillas de la vereda, después de las primeras tosidas sentí unas arcadas y de inmediato salía de mi boca un enorme chorro de sangre y luego otro y otro, entre en pánico por unos segundos menos mal que nadie me vio, no se porque en esos momentos me sentía un ser kafkiano del siglo pasado, lentamente tome la calma respirando profundadamente, agaché la mirada y vi en el suelo una enorme mancha de sangre con algunos puntos blancos que brillaban reflejados por los rayos del sol como si fuera un pedazo de vidrio roto, aceleré mis pasos y abordé un microbús rogando de no volver a toser en el trayecto mientras dure mi viaje. Y así sucedió.



Al dia siguiente ingresé presurosamente al programa de TBC del hospital que estaba en el segundo piso, al llegar vi en la puerta un enorme cartel pegado que decía: Programa de TBC. , Esperé mi turno y al cabo de unos minutos fui llamado, al ingresar pude ver a una robusta enfermera sentada en un escritorio leyendo mi historia clínica, tome asiento y me explicó en que consistiría mi tratamiento, previamente fui pesado en una bascula, luego la enfermera se puso de pie y camino hasta un estante lleno de cajas de medicamentos cogió algunas y separó meticulosamente unas pastillas en unos sobrecitos de papel, luego agarró un vasito descartable y se dirigió hasta donde yo estaba sentado.



- Es hora de empezar el tratamiento me dijo.



Extendiéndome un sobrecito con doce pastillas de varios colores, me sorprendí un poco por la cantidad de pastillas, por los tamaños y los colores de éstas, no te preocupes dijo sonriente, al principio tomarás las doce pastillas al dia y luego iremos bajando la dosis, así es que lo tomarás delante mío y me extendió el vasito con un poco de agua tibia, sin dudar un instante me llevé a la boca las pastillas y tomé el agua para engullirlas, luego me entregó una cartilla indicándome cuales serían mis alimentos a partir de ese dia, tienes que llevar una dieta especial me dijo, eso ayudará a tu recuperación.



Así lo hice por largos seis meses que duró mi tratamiento, las dosis fueron bajando después de los tres primeros meses, me sentía mucho mejor, mis alimentos también ayudaron a mejorar, la enfermera estaba satisfecha de su trabajo, si todos los pacientes fueran como tú me dijo y sonrió. Al final del tratamiento me hicieron otros análisis y otra placa radiográfica, con resultados excelentes dándome de alta satisfactoriamente.



Esta es mi historia mi querido amigo, me dijo Carlos al borde de las lágrimas y un poco mareado, por las cervezas que habíamos brindado, me contó esto por que estábamos hablando de situaciones extremas que nos toco vivir alguna vez en el largo transcurrir de nuestras vidas, situaciones en que nuestra vida corría peligro, situaciones en que por alguna razón estuvimos tan cerca de morir, ahora era el turno de contarle mi historia.

viernes, 4 de marzo de 2011

"MI PRIMER PREMIO"








El año pasado, me presenté a un concurso de cuentos, organizado por un grupo de jaujinos residentes en el extranjero, al principio dudé un poco en hacerlo, pero gracias a la insistencia de algunos amigos que me animaron a participar, lo hice creando un cuento que valgan verdades no pensaba que ganaría alguno de los cuatro premios, pero mis queridos amigos si estaban seguros de que uno de los premios seria mío.




Gracias a ellos y su inmenso apoyo y empuje logré crear un cuento, relato que me llevó a mis años adolescentes y recordar muchas cosas de mi querida tierra Jauja, hace mucho tiempo quería participar de un evento de esta manera, pero creía que mis escritos no estaban a la altura de competir con otros, ahora me doy cuenta de lo equivocado que estaba, que con un poco de paciencia y creatividad y sobre todo ganas se pueden lograr muchas cosas.





Fue así que me animé a participar y puse todo lo posible por elaborar dicho relato, y los resultados se dieron cuando justo una de mis amigas que me había animado tanto me escribió un mensaje mencionando que había ocupado un tercer lugar, ¡ no lo podía creer! y de inmediato ingresé en la red para ver con mis propios ojos los resultados, y allí estaba mi tercer lugar, mi nombre y el título de mi cuento, sentí una gran emoción de haber logrado un lugar meritorio y ver como un sueño se hacía realidad.



Me gusta mucho la lectura, la escritura, y la música, y estas cosas me alientan para seguir haciendo lo que más me gusta, espero seguir participando en futuras ocasiones y sé que con el aliento de mi familia y de mis amigos podré lograr algo más.



Para la premiación tuve que hacer un viaje relámpago a mi tierra Jauja, viajé solo por varios motivos, pero en esa ciudad encontré otra vez el apoyo de dos de mis entrañables amigas ex compañeras de la escuela, me refiero a las hermanas Rosa y Patty, ellas saben a quienes me refiero, gracias por todo lo hecho por ellas, ya que estuvieron en el momento preciso para darme una manito y unas palabras de aliento.



Gracias a todos ustedes por los comentarios y críticas que me hacen, también por el aliento que me dan para poder seguir escribiendo, y para ustedes va este primer logro y seguiré para adelante.



A ustedes: Rosa, Patricia, Liliana, Roger, Jaky, Marco, Rosendo, a mi esposa e hijas, a mi padre y hermanos y toda mi familia.



¡Mil gracias a todos ustedes!.

MENTIROSA






Era el segundo ron cartavio que nos estábamos tomando.



Esa noche había una fiesta en el local “Unión Artesanos” en pleno jirón Junín, Miguel y yo desde la tarde estuvimos paseando por las calles de Jauja, fue en esas circunstancias que nos encontramos con Sara su enamorada y sus amigas, nos acercamos a saludarlas y luego de un rato de conversación, mi amigo Miguel le preguntó si ella y sus amigas irían a la fiesta, muy seria ella le dijo rotundamente que no irían, es más le dijo que en ese momento se estaba dirigiendo a su casa a cenar y descansar, además su madre no le había dado permiso, eran aproximadamente las seis y media de la tarde.



En pocos minutos Sara y sus amigas se retiraron, al saber la decisión de Sara, nosotros también decidimos no ir a la fiesta para evitar malos comentarios al dia siguiente, entonces optamos por dar una vuelta mas por la plaza y nos despedimos de las chicas quedando en encontrarnos al siguiente día, y fue en esas circintancias que nos encontramos con un grupo de amigos, y todos nos dirigimos al Pizarro que quedaba en el jirón Bolognesi justo frente al mercado, allí llegamos a parar y estuvimos buen rato, poco a poco fueron despidiéndose los demás porque iban a ir a la fiesta y al final quedamos solo los dos Miguel y yo, con nuestra segunda botella de ron con gaseosa, a decir verdad ya estábamos mareados le dije a mi amigo para retirarnos el aceptó, Agarramos nuestra botella que estaba por la mitad y salimos del bar, cuando estábamos cruzando la plaza, reparamos en el sonido de la música que provenía de la fiesta,

_ ¡Vamos un rato a ver! Exclamo Miguel, solo a la puerta afirmó.

_ Yo me negué aduciendo que era tarde.

_ ¡Vamos pe huevon! Un toque nomás insistió, no tuve más remedio que aceptar y nos dirigimos al lugar.



En la puerta la música invitaba a bailar, nos encontramos con varios amigos que nos animaban a entrar, ante tanta insistencia compramos nuestra entrada, ya adentro la multitud de conocidos y desconocidos, unos bailaban y otros bebían sus cervezas, dejé a Miguel con un grupo de amigos y me dirigí al baño, estaba pesado por el alcohol que había ingerido, caminaba lentamente y no podía esquivar la mirada de todos los que me observaban, a empujones me abría paso, llegué hasta la puerta del salón principal y lo que vi me hizo reaccionar, ¡ si! Allí estaba nada menos que Sara, la que horas antes nos había dicho que no iría a la fiesta, la que no tenia permiso, había mentido, mis ojos se quedaron viendo como se contorneaba al ritmo de Like a Virgen de “Madonna”, con su ocasional acompañante, ¡uyyy chucha! Murmuré y me dirigí al baño, ella no logro verme.



Demoré unos minutos, me mojé los cabellos y con la cabeza mojada salí al amplio patio donde estaba Miguel, ignoré que había visto a Sara, pasaron los minutos y Miguel mareado como estaba se me acercó y me dijo:

_ ¡Vamos a bailar on!



_ Y avanzo moviendo su cuerpo al ritmo de Soda Stereo y su persiana americana, reímos al verlo así, yo me quedé en el grupo.



Transcurrieron los minutos, y a cada rato volteaba para ver a Miguel, sabía que esto iba a terminar mal, lo presentía, cuando escuchamos el grito de una mujer y vimos que toda la gente se amontonaba para ver que estaba pasando, dejé a los demás y corrí para alcanzar la primera ventana, no pude ver nada, solo un grupo de personas amontonadas y los gritos de las chicas, me apresuré y a empujones caminé hasta la puerta del salón principal, me dirigí al grupo y entre empujones y puñetazos llegué al centro del ruedo, y allí pude observar lo que me estaba imaginando, vi a Miguel que tenía agarrada de los pelos a Sara y una mancha de sangre en el rostro de ella, y reaccioné.



_ ¡Carajo! ¡ Suéltala huevon! . Grité

_ Le di un empujón y caímos al suelo él y yo, levanté la mirada y vi como sus amigas se llevaban a Sara, Miguel me lanzaba un montón de insultos y a ella también, estaba fuera de sí y la llamaba ¡puta de mierda! .



_ Ya cálmate huevón,....... ! tranquilo!, no digas nada, ¡ ya la cagaste!

 Le repetí varias veces.



A la vez escuchamos los insultos de los demás.



_ ¡maricón de mierda! Gritaban otros.

_ ¡Salgan de aquí! , ¡Borrachos!.



Los demás que estaban con nosotros se acercaron a averiguar que había pasado, les conté lo sucedido y también putearon a Sara, Miguel estaba llorando y tenía los ojos rojos, se sentía traicionado, insignificante, lo abrasé y lentamente caminamos hasta la puerta, salimos del local y lo último que escuchamos fue la voz de una persona hablando por el micro llamando a la calma a todos los presentes. Miguel ya afuera le grito:

_ ¡Ándate a la mierda conchatumare! .

_ ¡ Ya huevón tranquilo!
.
 Le dije y seguimos caminando trastabillando por el jirón Junín hasta perdernos en la oscuridad rumbo a nuestras casas en el barrio “Cruz de Espinas”.

“CHARAPA” DE JAUJA








Esperaba mi turno en la cola de inscripción de postulantes de la Universidad Nacional del Callao, era una mañana calurosa, acudí temprano para ser uno de los primeros, pero a la hora que llegué antes de las siete de la mañana, encontré una fila de personas bastante larga, yo con mis documentos en la mano me puse detrás de un pata, no encontré a ningún conocido, los demás iban llegando y colocándose en la fila.



Era la década de los ochenta, por esos años pugnaba por ingresar a la universidad, a la carrera de administración o contabilidad, la mañana al comienzo era fría pero luego con el pasar de las horas se fue convirtiendo en una mañana calurosa y sofocante, ese dia en plena cola empecé a hacer amistad con los que estaban cerca de mí, al principio la conversación era monosílaba, y de preguntas rutinarias para saber con quien estaba hablando, luego con el pasar de los minutos ya entrabas en confianza con tu interlocutor y te enfrascabas en un ameno diálogo.



Fue así que empecé a dialogar con el “patita” que estaba delante de mí del cual guardo hasta ahora esta anécdota que a continuación les relatare:



Mi amigo era en ese entonces un muchacho de menos estatura que yo, delgado, trigueño, de una apariencia serrana que trataba de disimular con su hablar y con sus gestos, luego de averiguar nuestros nombres y otras cosas mas le hice la pregunta de rigor:



¿De donde eres? Le dije, a lo cual él con una convicción me contestó:



Soy de Iquitos, quedé un poco impactado por su respuesta, porque no tenía apariencia de selvático y menos se le notaba el característico dejo “charapa” al hablar.

¡Ah ya! Conteste tranquilo,

¿Y en qué colegio estudiaste? Pregunté de nuevo,

- En el CNI me contestó tajante, al decirme esas siglas me imaginé que se refería al Colegio Nacional de Iquitos. Por que esas siglas me eran mas conocidas por el club de fútbol que por la de un colegio, supuse que en efecto existía el mencionado CNI.



Seguimos con nuestra interesante conversa para no aburrirnos en la cola, y ahora fue él quien interrogó.



Y tú ¿De donde eres?



- Y o soy de Jauja, respondí categóricamente



¿Asi? ¿ Y en que colegio estudiaste? Preguntó con mas interés



- En el “San José” de Jauja



- ¿Y que promoción éres?

Promoción 1985



¿Asi? , Mira me dijo: yo soy promoción 86.



A que bien le respondí, y al mencionar mis respuestas lo vi más interesado, con mas ganas de hablar, era como si hubiera encontrado algo perdido y no sabia que hacer y que decir luego me bombardeo de preguntas, me dijo si conocía a un montón de personas que me nombraba a lo cual yo respondía afirmativamente y describiendo mas a esas personas y la mayoría que nombraba eran amigos míos y también eran ex alumnos josefinos y alguna que otra persona mayor que por ese entonces era famosa en Jauja.Me hablaba de los profesores, y de una u otra chica que estudiaba por esos años en el sanjo.



Quedé totalmente sorprendido de cómo un “charapa” conocía mi tierra, a mis amigos y alguna que otra cosita indiscreta de algunas personas populares de esa Jauja que había dejado, no salí de mi asombro y refuté con un comentario.



-Oe, le dije : Tu como conoces a toda esa gente, ¿acaso estuviste en Jauja alguna vez o tienes familia allá? , Y quedé aun más sorprendido con lo que me dijo.



No, Yo también soy de Jauja (ahora sí respondía categóricamente)



Y por que dices que eres de Iquitos y que estudiaste en el CNI le repliqué riéndome en su avergonzada cara, enmudeció por unos minutos y repuesto de la sorpresa me dijo que había optado por decirme eso por que nadie conocía Jauja y que le daba un poco de “roche” decir que era jaujino, pero que gracias al destino había coincidido conmigo y que a partir de ahora siempre diría que es jaujino y josefino, así tiene que ser le dije, nunca niegues a tu tierra que te vio nacer, si, claro que si acotó.



Justo en ese instante una voz se dirigió a nosotros para comunicarnos que había varias oficinas donde nos atenderían por orden alfabético de los apellidos, fue allí donde nos separamos y nos deseamos suerte, nos dimos la mano y le dije a manera de broma.



Ya nos vemos “charapa” de Jauja, y se fue riéndose.

CLÁSICO ES CLASICO






Ese Domingo se jugaba un clásico mas del mediocre fútbol peruano, eran los años noventa y por ese entonces mi fanatismo por la “U” estaba en el pico más alto, ahora es diferente, mi primo que también vivía al costado de mi casa, era un hincha fanático pero de Alianza Lima el archirival de mi equipo, los ánimos se calentaban y durante toda la semana antes del partido como se acostumbra los dimes y diretes entre los protagonistas estaban a la orden del dia. Estaba seguro que la “U” sería el campeón de ese año pero para eso tenía que ganar los partidos y esta vez era el turno del compadre Alianza.



Mi primo es bien picón entonces yo lo paraba vacilando y le decía que fácil la “U” ganaría, el solo sonreía y me respondía que Alianza sería el ganador, por fin llegó el día de la verdad, Domingo seis de la tarde, faltaba como media hora para el comienzo del ansiado partido, mi primo me llama y me dice para ver el partido en la sala de mi casa, a sabiendas que él era un piconazo, no era buena la idea pero la acepté, esta bien respondí, entonces ahorita vengo me dijo y desapareció raudo hasta su casa.



Al cabo de unos minutos tocaban insistentemente la puerta de mi casa, al abrir me topé con mi primo que cargaba un enorme televisor ¡Ayúdame pe huevón! me dijo, y entre los dos subimos el pesado aparato al segundo piso de mi casa, en contados minutos ya estaba instalado el televisor, también me percaté que había llevado su radio, no entendía para que pero buenos allí estábamos, entonces dejó todo listo, hizo todas las pruebas necesarias y satisfecho murmuró ¡ya esta listo!, Yo tenia mi televisor y mi radio pero él quería ver el partido en sus aparatos, y no me opuse a eso, así seria.



Estando todo listo para el partido, se me acerca y me dice:



Que tal si compramos unas chelas ¡Ta bien o ta mal!



Esta bien le respondí, sacando un billete de diez soles entregándoselos para que compre cuatro, agarró el billete y corrió a comprar el encargo, en contados minutos regresó con cuatro cervezas heladas, tomó asiento y nos pusimos a ver el partido, ¡toma pe huevon! Me dijo alcanzándome la botella destapada y un vaso, me serví y le dije ¡salud!, El partido estaba entretenido lo veíamos por televisión pero a la vez lo escuchábamos por la radio, él había bajado el volumen de la tele, así esta mejor me dijo será más emocionante, al ver a su equipo con la pelota gritaba ¡Vamos Alianza Carajo! ,Yo lo miraba de reojo e ignoraba sus groseros comentarios.



La “U” estaba jugando mejor, se había perdido muchas ocasiones de gol y con eso yo gozaba viendo sufrir al huevón de mi primo, los ánimos estaban tensos cuando escuchamos ¡GOOOOLLLLL! De la “U”, si era gol de la “U” y por la tele lo repetían varias veces, ¡Puta Mare! , Exclamo mi primo, yo no hice otra cosa que gritar y festejar el gol en su cara, seguimos bebiendo la cerveza, Alianza comenzaba a atacar y eso le daba mas chance a la “U” de convertir el segundo gol, y así fue a los pocos minutos volvimos a escuchar al eufórico narrador deportivo ¡GOOOOLLLLLL! De la “U”, esta vez también grite el gol en su cara y no pude evitar ver en el rostro de mi primo una tristeza y una decepción enorme, lo que paso luego me tomo por sorpresa y quise reírme pero no lo hice hubiera sido peor, algunos minutos después del segundo gol mi primo que estaba sentado en el sillón, se levanto de improviso, dejó el vaso en la pequeña mesa y mentando la madre se dirigió hasta el televisor, lo apagó y de un tirón jaló los cables, cargó el televisor y la radio el solo y tambaleándose bajó las escaleras ante mi atenta mirada, me quedé mudo, no sé como pudo cargar todo eso si para subirlo tuve que ayudarlo.



A los pocos minutos regresó molesto, se sirvió un vaso lleno de cerveza y empezó a beberla, inmediatamente agarró otra botella y salió a la calle, lo seguí preocupado no pensaba que un simple partido de fútbol podía trastornar a una persona, al llegar a la calle nos topamos con el “chino” que a sabiendas que mi primo era aliancista lo empezó a molestar burlándose de la derrota parcial de su equipo, no terminaba el primer tiempo y Alianza caía 2-0.Al oírlo mi primo se puso más furioso y le mentó la madre, acto seguido lanzo con fuerza la botella de cerveza contra la pared rompiéndola en mil pedazos, para después avergonzado darnos una última mirada y meterse a su casa.



Al dia siguiente más calmado le pregunté sobre su comportamiento del día anterior y muy suelto de huesos me dijo:



¡Clásico es clásico peeee!