viernes, 5 de noviembre de 2010

LA CAMA VACIA

Esa tarde ingrese nervioso al Hospital, me habían dado la noticia de que Samuel estaba grave en cuidados intensivos de emergencia en el hospital de la Av. Grau, ya adentro logré ver a Paco su hermano, que había venido de la sierra trayéndolo en una ambulancia, nuestro saludo fue emotivo y luego de hablar algunas cosas y contarme del estado de salud de Samuel me invito a pasar a verlo, para esto me hizo entrega de una mascarilla, me quedé sorprendido y tuve miedo de entrar, temeroso tomé la mascarilla y me dirigí a la puerta con lentitud, al llegar el vigilante me pidió identificarme, luego de hacerlo avancé lentamente y mis pensamientos se entrecruzaban en mil ideas, me imaginaba lo peor, di varias vueltas en la sala tratando de identificar a mi amigo sin lograrlo de inmediato me percate en un paciente que estaba aislado, lo pude ver a través de la ventana y observé su deplorable estado, su respiración era dificultosa, sufría al hacerlo, y el esfuerzo ocasionaba un ronquido raro, que acompañaba a los chasquidos de los aparatos a los cuales estaba conectado, regresé a la sala para seguir buscando a Samuel, pero no lograba ubicarlo, sin duda el paciente aislado había captado mi atención, me dirigí de nuevo a verlo y ahora pude leer en la puerta un mensaje que te obligaba a portar la mascarilla, temblorosamente me la puse y me acerqué un poco más y para mi sorpresa esa persona era mi amigo Samuel, su deplorable estado me sumió en una profunda tristeza, lo observé por unos minutos y quise salir corriendo pero no pude, al contrario lo hice lentamente pensando en como era la vida, como era la enfermedad y como sería la muerte.






En el pasillo, de regreso con Paco no supe que decirle, le devolví la mascarilla y me senté a su lado, ¡Esta muy mal! Me dijo, a lo mejor no pasa de hoy estamos preparados para todo ya no sabemos que hacer recalcó.



-¿Qué es lo que tiene? Pregunté.



Paco respiró hondo y botando un largo aliento me responde :



Le ha dado una bronconeumonía, se le complicó con una meningitis, esta así desde hace varios días y los médicos de allá me dijeron que mejor lo lleve para Lima, por eso lo trajimos hoy en la madrugada pero ya esta peor, creo que no podrá sobrevivir, pero eso no es nada, lo que tiene es algo peor, me dijo dejando un mensaje ambiguo en sus palabras.



- ¿Qué es lo que tiene? Volví a interrogar.



Se tomo su tiempo como si lo estuviera pensando, dudando quizás si tenía que decírmelo, levantó la cabeza, cerro los ojos, luego al abrirlos y mirando al piso me dijo: ! Mi hermano tiene VIH, !Puta mare! Murmuré, y me quede en silencio por unos minutos, esa declaración me había caído como un balde de agua helada en pleno invierno limeño, y recién allí pude entender el motivo de la mascarilla para poder verlo, era protección para él, no para nosotros, así como estaba era vulnerable a cualquier enfermedad que podía complicar su ya precaria salud.



Luego de algunas explicaciones y conjeturas de cómo podría haber contraído la enfermedad, tuve que retirarme prometiendo regresar al dia siguiente, así lo hice y fueron pasando los días llenos de angustia para la familia de mi amigo, hasta que uno de esos días notamos su mejoría y a todos nos sorprendió, fue mejorando con el pasar de los días y fue trasladado a un ambiente del hospital en una habitación del pabellón central del hospital. Cuando lo visitaba no dejaba de sentir temor y mucha lastima por pacientes que allí estaban victimas de esta enfermedad, hombres y mujeres de todas las edades entraban y salían de esta área que era destinado para ellos, la verdad era horrible ver algunos casos, y me hacían pensar un montón de cosas al respecto.



Así fueron pasando las semanas hasta que una tarde antes de irme al trabajo, pasé por el hospital a visitar a mi amigo, presuroso me dirigí a la habitación, al llegar y entrar de improviso me di con la sorpresa que su cama estaba vacía, como si nunca hubiera estado él allí, de inmediato pensé que le habían dado de alta y que Paco no tuvo tiempo de avisarme que probablemente estarían por viajar a la sierra, estuve pensando esas cosas cuando una voz me saluda, interrumpiendo mis pensamientos, era un paciente compañero de habitación de mi amigo, Hola, me dijo:



-¿Estas buscando a Samuel?



Así es ,le dije.



¿No sabes?, No te comunicaron nada, comentó intrigado. No, que es lo que pasó dije, entonces él sospechando que efectivamente no sabía nada, me contó que Samuel se había puesto muy mal en la noche y que como a las once de la mañana había fallecido, lo siento me dijo, su familia debe estar por la morgue del hospital, allí los encuentras me dijo, salí corriendo y efectivamente al llegar a la puerta del mortuorio logre ver a Paco que estaba retirando el cadáver de su hermano, me acerqué y nos abrazamos fuertemente, le di el pésame y le prometí colaborar en lo que sea necesario, lo vamos a llevar a la sierra hoy en la noche me dijo, yo me comprometí acompañarlo y así lo hice esa noche viajamos y lo velamos en su casa de la sierra por dos noches y Al dia siguiente fue el sepelio.



Esta es la historia de mi gran amigo Samuel que en paz descanse el VIH había cobrado una victima mas y era mi amigo.

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