sábado, 31 de diciembre de 2011

PIROMANO







Sentado en la fría banca de ese parque te estuve esperando ese dia, quedamos en encontrarnos a una hora determinada, en ese tiempo no existían los celulares y a cada rato miraba como avanzaban los minutos  en mi  novedoso reloj Casio que me compré un dia que estuve  lateando por el centro, mi corazón palpitaba de emoción  esa emoción de estar enamorado, habían pasado quince minutos más de la hora establecida y no llegabas intranquilo me puse de pie y empecé a caminar como  un idiota  por el perímetro del parque mirando por cada una de las esquinas  esperando verte aparecer y nunca lo hiciste, esa tarde batí mi record de espera  fueron horas esperándote y agarrando coraje tuve que marcharme entrada la noche maldiciéndote y mentalmente mandándote  a la mierda.



Al otro dia tus explicaciones estuvieron de mas, me decías un montón de  pretextos pero yo ni caso te hacia, desde ese momento creo que lo nuestro estaba venido a menos yo era el mismo pero tu no, tu  habías cambiado mucho  y aunque no quería perderte  la suerte estaba echada  o acaso eran ciertos  los rumores que escuchaba de boca de mis amigos, te lo dije y tu sonreíste burlonamente, eso me llegó al pincho y te mandé a la mierda allí mismo en ese mismo parque donde un dia antes te estuve esperando lo reconozco había perdido y me fui  dejándote parada  en la vereda con tu cara de imbecil queriéndome decir algo, ni siquiera  di la vuelta para verte por última vez.



Llegué  rabioso a mi casa y  lo primero que hice fue  buscar tus recuerdos, los cassets que me regalaste, los muñecos de peluche que me parecían cursi  y que tu me habías dado, las cartas que me escribiste cuando aun la llama de ese amor todavía ardía  y una que otra chucheria mas tuya, los metí todos en una bolsa  y apurado me dirigí a la cocina  tomé un poco de combustible y unos fósforos y salí corriendo al patio y le  prendí fuego y no te miento si te digo que sonreía malévolamente al ver las llamas consumir  eso que era tuyo.



Todo lo  que me recordaba a ti se había quemado mejor dicho lo quemé, al ver las cenizas  todavía humeante di la media vuelta  y te mandé a la mierda por última vez. Nunca más te volví a ver.

RESPUESTA INESPERADA



Hace un buen tiempo dejé de comunicarme contigo, la última vez que te vi nos tomamos un café y hablamos de muchas cosas, allí note que algo en ti no estaba bien, y muy serena tú me confiaste  que tu cáncer  estaba siendo tratado, y que tus sesiones de quimioterapia  eran horribles  pero lo tenias que hacer  porque querías seguir viviendo.



Desde  aquella vez  sólo hablamos por teléfono  algunas veces y tu voz ya se escuchaba diferente, te di valor para seguir adelante y me lo agradeciste  yo quería verte, pero te esforzaste en decirme que no podía ser, y pude percibir que había gente a tu lado, luego me contaste que era tu familia que estaba  allí contigo,  me agradeciste  por haberte llamado, nuevamente te di aliento para que sigas luchando y me despedí  prometiéndote que te llamaría mas seguido.



Mis llamadas  fueron mas seguidas pero no encontraban eco nunca, tu celular solo timbraba pero nunca  respondiste,  pensé que te habían robado el teléfono y no insistí más.



Han pasado algunos meses y  no sé por que me dieron ganas de marcar tu número hoy para saludarte, pero esta vez  una persona que no eras tu me contestó, respetuosamente pregunté por ti, y el silencio inesperado de mi interlocutor  me tomó por sorpresa, luego de unos segundos  se identificó como tu hijo y algo nervioso me dijo que habías  fallecido. Quedé perplejo por un instante y al reaccionar me identifiqué como amigo tuyo, luego  de conversar con él  me dijo que ya habían pasado unos meses de eso y me agradeció el gesto después me despedí de él no sin antes darle mis condolencias.



  He colgado el teléfono y pensé en ti por un instante.


lunes, 12 de diciembre de 2011

¿ Y MI JUGUETE?






Creo que se acercaba la navidad, y quería mi juguete, para tal caso converse con mi padre para que me compre algo para las fiestas navideñas, aceptó mi pedido y me dijo que un dia de esos iríamos a comprar el juguete deseado, me puse contento y solo me quedaba esperar el dia señalado para comprar el juguete.



Pero había un pequeño problema, mi padre para hacer compras es algo especial y salir de compras con él era recontra pesado y cansado por que mi viejo para pagar era recontra duro y recontra regateador en los precios y a veces debido a esa peculiaridad de él regresábamos con las manos vacías, solo por encapricharse en no pagar lo que pedía el vendedor..



Llegado el esperado dia, nos dirigimos a la cuidad de Huancayo aprovecharíamos que él haría unos trámites documentarios y luego tendríamos toda la mañana para buscar el deseado juguete, en esas fechas estaban de moda los juguetes a control remoto y durante todo el viaje estuve alucinando con lo que me iban a comprar.



Caminamos por casi todo el centro de la ciudad buscando algo novedoso, ingresamos a un montón de tiendas y cuando ya tenia elegido el juguete mi viejo desistía por que no le daban rebaja, mataba mi ilusión cada vez que me decía “Mejor vamos a otro sitio” y me jalaba del brazo para salir de la tienda, dimos vueltas y vueltas regresábamos a las mismas tiendas y exigía que le rebajen un poquito más, yo impaciente casi suplicaba con la mirada que mi viejo saque del bolsillo el dinero para pagar y nada.



Luego de caminar por varias horas nos dirigimos por un jirón poco transitado cuyo nombre no recuerdo y allí a media cuadra había una pequeña tienda que pasaba casi desapercibida sin rotulo alguno y casi ignorada, ingresamos y en el interior pude distinguir que el mostrador y los anaqueles estaban repletos de juguetes de todos los tamaños y colores, amablemente el propietario nos atendió y mi vista se detuvo en una pequeña moto azul con rojo cuyo piloto un muñeco de goma de color rojo y casco negro, el acomedido vendedor nos indico que era a control remoto probó la moto en el piso de madera de la tienda e hizo que yo lo maniobrara el sonido y los colores sicodélicos que emitía al desplazarse el motociclista lo hacia atractivo y deseable, contaba con mi aprobación, ahora venía lo más difícil el precio, la pregunta de rigor la hizo mi padre.



¿Cuánto cuesta?



Por un momento la ilusión se me vino al suelo, estaba seguro que mi viejo rechazaría de lleno la compra opté por hacerme el desentendido y miraba los estantes tratando de buscar algo más barato, ni cuenta me di que la moto ya era mía, me imagino que fue con rebaja y regateo incluido, la cosa es que salímos de la tienda con una enorme bolsa en la cual llevaba la caja y extasiado observaba a cada rato el enorme dibujo del motociclista. Caminamos unos pasos luego ingresamos a una panadería y mi padre compro unos ricos bizcochos atraídos por el olor a pan caliente que emanaba de de dicho local.



El regreso a casa fue triunfal, fui la envidia de mis amiguitos de barrio, el motociclista paseaba raudo por el piso encerado de mi sala, yo era feliz. Pero a los pocos días de estrenado el juguete éste dejó de funcionar, le cambié las pilas y nada, presionaba el control remoto y ni se movía solo una tenue luz roja parpadeaba de la moto. Habia dejado de funcionar y tanto que me costo obtenerla las horas de caminata en Huancayo, ahora era un simple juguete más que iría a parar en un rincón para ser olvidado rápidamente.



En otras oportunidades se repetiría la Odisea de ir de compras con mi viejo, creo que no ha cambiado, hace poco lo acompañé después de muchos años a comprar algo y sigue regateando precio y se pone más terco que antes, yo siempre a la distancia haciéndome el desentendido para no pasar roche. Solo sonrío y pocas veces intervengo como si todavía fuera un niño.

martes, 18 de octubre de 2011

HUEVOS ROTOS








Un Domingo amanecí con un antojo especial, quería disfrutar en el almuerzo una deliciosa papa a la huancaína, para ello luego de desayunar decidí ir al mercado a realizar las respectivas compras de la semana, me dirigí al mercado del barrio y aquí precisamente me ocurrió un hecho singular y gracioso que paso a contar.



Llegado al mercado recorrí los puestos de mis ocasionales “caseros” por ser dia Domingo la gran cantidad de gente que allí había me demoraba un poco las compras, poco a poco fui adquiriendo mis provisiones, las carnes, las verduras, las frutas, y para la papa la huancaína compré el queso, el ají, las aceitunas y un kilo de huevos dejando para el final las papas, todo lo tenía en bolsas plásticas, caminaba con cuidado esquivando a la gente para que no golpearan la bolsa donde llevaba los huevos y así evitaba que se rompan.



Avancé con mucho cuidado hasta el puesto del casero de las papas que estaba muy atareado atendiendo a la gran clientela que tenía en esos momentos, a discreción me ubiqué detrás de un grupo de personas a esperar mi turno, para encontrar un espacio y comprar las papitas huayro,y fue allí cuando me entretuve un momento y no me di cuenta que una agraciada dama giraba para retirarse luego de realizar sus compras y al avanzar sus rodillas chocaron de lleno justo en la bolsa donde llevaba los huevos. Esta acción hizo que sin querer y de improviso diga una expresión no mal dicha sino mal entendida.



Miré a le señora y le dije en voz baja:



- Uuuuyyy......¡Ya me rompiste los huevos!



La señora toda avergonzada me miró con sorpresa y trato de decirme algo no sé si bueno o malo, a lo mejor pensando en algo de mi anatomía, pero yo reaccioné de inmediato e hice la aclaración respectiva, sacando de la bolsa el paquete de huevos que en ella llevaba y que felizmente solo había quebrado dos o tres huevitos, los dos solo sonreímos y ella toda sonrojada me pidió disculpas y se fue susurrándole algo y riéndose con otra dama que la acompañaba, de inmediato compré las papas y me fui a mi casa con los huevos rotos.

viernes, 14 de octubre de 2011

PARANOIA






A duras penas logré conciliar el sueño esa noche, no podía sacarme de la cabeza esa escena,

no podía creer lo que habían visto mis ojos, era como si ella me disparara un proyectil directamente al corazón o a la cabeza diría yo, por que no dejaba de pensar en eso, mejor dicho en ella, y a mí llegaron los recuerdos del dia que la conocí un dia cualquiera pero especial, llegando a ser muy amigos, sus palabras y las mías, su manera tan especial de ser y de sentir, ella estaba a cada momento junto a mi aunque no lo estaba, pero la sentía a mi lado y yo sonreía feliz, a cualquier hora me escapaba para dirigirme a su casa a veces la veía y hablaba con ella otras simplemente me bastaba con pasar por su puerta y era feliz con eso. Sigo pensando y ya no tengo sueño.



L a amaba es cierto pero nunca se lo dije, sabía que ella lo sabía, ¡claro! si a ella también le gusto, eso lo sé por que su amiga me lo dijo, no bastaba con eso acaso, quien entiende a las mujeres, que estoy diciendo si nunca la besé, ni la toqué siquiera, si nunca le hablé nada de lo que sentía por ella. Pero si todos los días la espero a la salida del colegio y nos vamos conversando hasta su casa, junto con su amiga me esperan y a veces yo las espero a las dos, acaso no bastaba eso para que ella se diera cuenta que la amaba, y las veces que fuimos al cine, a las fiestas, a su casa, al parque.



¿Qué eso no cuenta acaso?



Ahora doy vueltas alrededor de mi cama, mi mente sigue llena de recuerdos.



Esa noche la quería ver nuevamente, era tarde pero necesitaba verla solo eso, no quería hablar ni mucho menos pasar un rato con ella, solo quería verla no importa de lejos, necesitaba saber que ella estaba allí sola y segura en su casa, esperándome.



Es tarde, va a ser media noche, no importa tengo que ir, todavía hay gente, cerca de su casa hay una fiesta no habrá problema, me puse la casaca y las zapatillas hace frió pero no importa, salí despacio de mi casa y empecé a caminar rápidamente como sí alguien

me estuviera siguiendo, es cerca son solo cuatro o cinco cuadras nada más, ya falta poco, la cuadra esta en silencio la tenue luz de los postes alumbra la oscura calle, no hay nadie estoy pasando justo enfrente de su casa que esta en la misma esquina.



¿Que pasa?



¡No puede ser!



Justo al costado de su casa, doblando la esquina hay una pareja, ¡Carajo! Es ella con un tipo, el pata la esta abrazando, no.....no, la está besando, ¡Quien mierda es ese huevón! y si regreso de nuevo para ver quién es, pero es ella estoy seguro ¿Y si no es? .



¡Claro que es!..... Como no va a ser si yo la conozco bien.



Que se habrá creído esta cojuda yo durmiendo y esta pendeja acá chapando con ese huevón, y su vieja donde está, ¿No le dice nada acaso?. Si es media noche, debería estar dormida ya, esto no se queda así mañana mismo le digo ......



¿Que le digo mañana?



Que la vi con un tipo, allí en la esquina, en el oscuro.



Sigo caminando esta vez más rápido, de regreso a mi casa, miro hacia atrás para ver si alguien me sigue no hay nadie estoy solo y mi sombra al lado mío que no me deja en paz pegado a mí está y me habla algo en el oído y se ríe de mí.



¡Cállate!



Le digo y temblorosamente abro la puerta de mi casa, subo las escaleras dando brincos largos, abro la puerta de mi habitación y me aviento de cara sobre mi cama, todo oscurece.



Ganas de llorar no tengo, siento rabia por lo que vi, golpeo con mi puño derecho mi almohada una,dos, tres veces, luego me quedo quieto casi sin respirar.



¿Que pasa. ?



Que estoy pensando, que estoy haciendo, si ella no es mi novia, ni siquiera sabe que la amo, no la besé y ni siquiera he tocado su mano, me estoy riendo y veo en el espejo mi risa, mi cara hace una mueca graciosa y escucho mi risa cada vez más fuerte, de mi boca llueven gotas de saliva que salpican en el suelo, siento que mi estómago crece y mi corazón está agitado y mi risa también, luego todo vuelve a la calma estoy cansado, todo es silencio cierro mis ojos y no veo a nadie todos se van, está oscuro.



Me he quedado solo.

BUSCANDO LO ENCONTRADO







Estoy entusiasmado con la idea de buscar mi felicidad, tengo todos los requisitos que me


pidieron y los tengo aquí en esta hoja dentro de este sobre, todo esta limpio impecable no creo que sea rechazado, estoy tranquilo creo que lo lograré, tomo mi lugar en la larga fila, hay mucha gente que quiere lo mismo que yo cada uno con su sobre bromeando en la fila, al fondo distingo a los otros, a los señores que recepcionan los papeles, con enormes sellos marcan los papeles que han sido aprobados, ya me falta poco todos han sido aprobados lo sé por que nadie ha regresado, mi corazón se acelera ya casi es mi turno.



El señor que esta al otro lado del escritorio parece buena gente esta bien vestido se le ve elegante no me quejo yo también lo estoy, todos están pasando ya me toca le entrego el sobre el caballero saca la hoja de papel y lo lee, revisa muy bien le toma poco tiempo y me lo devuelve, aquí falta algo me dice regrese cuando lo tenga listo......pero..... le quiero decir algo y no puedo ya tiene otra hoja en la mano y no es la mía es más ya no me hace caso ni siquiera me mira esta ocupado con otra persona, lentamente me regreso con la finalidad de volver otro dia no importa todavía tengo esperanzas pero nadie regresa conmigo todos han pasado menos yo.



Aquí estoy nuevamente en la fila espero que ahora si lo logre, ya hice algunas correcciones esta bien revisadito hasta me han ayudado un poco en corregirlo, noto que hay poca gente ahora. No importa así será más rápido estoy ansioso, que raro el tipo que esta recibiendo los papeles es el mismo pero lo noto un poco cambiado se ve mas joven y sonriente ya no esta serio como la vez pasada creo que ahora si lo lograre ¡POR FIN! Es mi turno le entrego el sobre y él esta leyendo, ahora se pone serio a cambiado su rostro, esta dudando que pasara ahora.



- Señor creo que se olvido de un detalle me dice algo molesto, le voy a tener que devolver para que lo vuelva a hacer, así no se lo puedo recibir.



- ¿Pero que le falta? Le pregunto.





- Revíselo bien allí le puse una nota ...... ¡el que sigue! Volvió a gritar.



Triste salgo de la fila, soy el único que no logra pasar todos los demás lo hacen, hombres mujeres y niños ya han pasado pero yo no, guardo el papel en el sobre y lentamente regreso a casa.



A la tercera va la vencida digo y me coloco en la fila, que raro hay muy poca gente hoy unos cuantos viejos están a mi lado y se ven muy mal están sucios y muchos ya no tienen pelo las arrugas de sus rostros son como profundas grietas y las barbas blancas adornan sus bocas que tienen escasos dientes, levanto la mirada y el tipo del escritorio ya no es el mismo, ahora el que recibe los papeles y les pone el sello es un mocoso casi un niño, que le habrá pasado al otro señor, ya me toca le entrego el sobre y el muchacho ni siquiera lo mira solo ve mi nombre en el sobre y me lo devuelve, no entiendo que hice mal ahora ya ni ganas tengo de decirle algo, solo recibo mi sobre y cabizbajo regreso pero noto algo diferente, mi sobre esta sucio descuidado tiene manchas y esta más amarillento, mi nombre casi no se nota a duras penas logro distinguirlo, camino lentamente y al pasar por una ventana logro ver mi figura reflejada en el vidrio.



Casi no me reconozco estoy sumamente flaco, y mi cara tiene las mismas grietas que esos viejos que están en la fila, mi ropa esta viejísima rota y sucia, el cabello lo tengo largo descuidado y totalmente blanco, mis manos están arrugadas y mis uñas sucias y amarillas, mis pasos son lentos y camino casi agachado mis ojos casi no ven nada, mis manos temblorosas todavía sostienen el viejo sobre lo observo detenidamente por un instante y una gruesa gota cae de mis ojos mojándolo, camino lentamente hasta la enorme puerta de salida pocas personas veo que ingresan portando su sobre en la mano.



Con pasos lentos y cansados camino en la calle que esta vacía, la brisa fría del viento azota mi cara y con pasmosa tranquilidad arrugo el sobre con mis dos manos y lo lanzo lejos muy lejos para no verlo mas y trato de apurarme en llegar a mi casa donde verdaderamente soy feliz.

jueves, 13 de octubre de 2011

SIGUE SIENDO IGUAL








Había caído rendido al embrujo de sus ojos de muñeca, grandes y redondos, ni bien hice mi ingreso al aula de clases, era el primer dia y disimuladamente la seguí observando, aprovechaba la ocasión de buscar un lugar donde sentarme, el salón estaba lleno en su totalidad, solo había algunos claros en la parte de atrás, ¡que piña! Mi intención era sentarme adelante, siempre había cogido esa costumbre de sentarme adelante, por lo corto de vista que soy, pero ni modo caballero nomás, cogí una silla y me senté justo cuatro filas detrás de ella y me quedé observando por unos minutos su delgada espalda y su larga cabellera negra y mi mente dejó este mundo abstracto para pensar en una sola cosa, en ella.



Fueron pasando los días, los meses y los años, siempre lo mismo mi mente siempre la pensaba y mis ojos siempre la miraban aunque mi corazón no, y ella tan cerca y tan lejos, cerca de mis ojos pero lejos muy lejos de mi corazón, tal vez la amaba, tal vez no.



¿Que podía hacer ante tal dilema?,



Terminamos los estudios y todo quedó allí en algo abstracto sin forma definida, sin color, sin aroma, sin amor, sin nada, solo una bonita y perdurable amistad.



Han pasado muchos años desde la última vez que la vi, y nunca más pensé en ella salvo las veces que hojeaba un viejo álbum de fotografías donde estábamos retratados todos los del salón, y ella con su cara de muñeca, sus enormes ojos negros y redondos con su larga cabellera negra sonriendo para alguien.



Hoy la vi, si después de muchos años la vi, fue casualidad, todo es diferente pero sigue siendo igual, sus lindos ojos y su cabello negro, su sonrisa, hablamos de muchas cosas, de los amigos, de los lugares, de los años que no nos vimos, de nuestras familias, de nuestros hijos, me dijo que estaba feliz de estar nuevamente aquí, sonreímos y quedamos para realizar una reunión con todos los muchachos.



Nos despedimos.





Los años han pasado y le comenté todas estas cosas a un amigo, sonriendo empezó a vacilarme y me dijo que en esos años seguro estaba enamorado de ella, le dije que no o tal vez si, ya me hiciste dudar le dije, bueno solo me quedó sonreír y repetirle:



Bueno, llámalo amor si quieres. Pero no creo.



Sonreímos y cambiamos de tema, como han pasado los años, ahora todo es diferente pero sigue siendo igual.

miércoles, 12 de octubre de 2011

CON LA MISMA MONEDA









La vi hermosa sentada en la banca de un concurrido parque miraflorino, tenia en sus manos un libro y lo leía atentamente, lentamente me acerqué con la intención de hablarle.




¡Hola!



Saludé, poniéndome justo delante de ella observando su belleza madura.



Ella, sorprendida y abriendo sus hermosos ojos color miel sólo se limitó a observarme toda indiferente, de pies a cabeza en contados segundos.



¿Qué libro estas leyendo?



Interrogué amablemente, para iniciar una conversación.



No creo que te interese ...... contestó fría y de manera cortante. Acto seguido se puso de pie acomodó su enorme cartera en su hombro izquierdo y abriéndose paso dándome un leve empujoncito con con el mismo brazo, empezó a caminar presurosamente.



Me quedé lelo, y sólo contemplé su esbelta figura de mujer madura alejándose de mi vista muy rápidamente.



Ignoré a las decenas de transeúntes que por allí pasaban y me senté en el mismo lugar donde ella estaba sentada hacia un minuto, contemplé panorámicamente la soleada plaza y sus sombras, acto seguido me puse a hojear mi libro de Mitología Griega y me detuve en la página cuarenta y dos que estaba marcada y continué con la lectura.



Al cabo de un rato una melodiosa voz femenina interrumpía mi lectura para preguntarme lo siguiente:



¿ Y tú que libro estas leyendo?



Sorprendido levanté la mirada y vi a la misma dama que hace algunos minutos había hecho yo la misma pregunta, pero ahora estaba con unos enormes lentes de sol y un vaso de pepsi en la mano, con un enorme sorbete rojo y aireándose con su libro de color azul.



La contemplé por pocos segundos y le respondí:



No creo que te importe lo que leo.



De inmediato cerré mi libro no sin antes marcar la pagina cincuenta y seis, me puse de pie y empecé a caminar lentamente pensando en la maldición de Atenea sobre la diestra Aracne.



Sólo pude percibir que ella intentó seguirme caminando unos cuantos pasos detrás de mí pero al sentirse ignorada desistió de su intento.



Seguí mi camino con pasos lentos y firmes cubriéndome la vista del sol con mi libro de Mitología Griega y me perdí entre la gente que caminaba por la avenida Pardo.

TRAVESURAS EN EL “SANVI”








Nos tocaba hacer la primera comunión ese año, la maestra Betty coordinó con nuestros padres y la parroquia la realización de las clases de catecismo, si mal no recuerdo algunas se dieron en la parroquia de Jauja y después pasamos a realizarlas en las instalaciones del colegio San Vicente de Paúl, a cargo de unas señoritas que se estaban preparando para servir a Dios, o sea que en el futuro serian monjas.



En esos tiempos estábamos cursando el ultimo año de primaria de la escuela, y fue en ese año también que nuestras travesuras ya se hacían mayores y trascendían fuera del aula de clases y también fuera de las instalaciones de la escuela, y para eso contaba con la complicidad de algunos y algunas de mis compañeras de clases que por el largo tiempo transcurrido se me hace muy difícil identificar a algunos de ellos por su nombre.



Nuestras clases de catecismo eran en las tardes después del almuerzo, todos los que hicimos la primera comunión nos encontrábamos en las instalaciones del “Sanvi” un conocido colegio de niñas en Jauja, célebre por su hermosa capilla de Cristo Pobre de estilo gótico que se asemeja a la catedral francesa de Notra Dame, siempre la observamos de afuera pero ahora era nuestra oportunidad de explorarla por dentro.



La entrada era por la enorme puerta metálica que estaba en el jirón Colina, hacíamos nuestro ingreso por allí y nos reuníamos en el enorme patio y allí esperábamos a nuestras inocentes y angelicales tutoras que nos llevarían a un enorme salón el cual nos serviría de aula para nuestras clases de catecismo, allí todos los niños y niñas escuchábamos atentamente las sabias palabras de estas chicas para guiarnos por el camino de la paz y el bien para recibir a Cristo en nuestros corazones.



Todas las tardes que asistimos había un receso de unos cuantos minutos y esos cuantos minutos eran enormemente aprovechados por nosotros para explorar ese enorme complejo que estaba frente a nosotros, que no perdimos ni un segundo para internarnos en los recovecos de ese recinto, la meta era ingresar a la capilla, para eso ingresamos una tarde de débil garúa a un estrecho corredor que llevaba al enorme jardín que estaba delante de la capilla, la que daba al jirón San Martín, pero había un obstáculo que nos impedía seguir avanzando unas enormes rejas de fierro labradas con antiguos motivos detenían nuestro avance al enorme jardín que parecía un gran bosque verde, pero divisamos una enorme y gruesa puerta también de fierro labrado corrimos hasta ella y nos dimos de cara con una enorme cadena y un grueso candado que tratamos de abrir inútilmente, nosotros habíamos sido advertidos de no ir mas allá del patio, pero esa advertencia nos llegó altamente y allí estábamos trepando la puerta de gruesos barrotes, hasta que uno de nosotros notó algo raro, se bajó de la puerta intempestivamente y nos dijo que le estaba pasando corriente, los demás nos reímos de lo que decía pero luego hicimos la prueba, uno por uno empezamos a tocar la puerta de fierro que estaba ligeramente humedecida por la garúa y efectivamente sentíamos un ligero temblor en todo el cuerpo, a mi turno también note un temblorcito en mi cuerpo una mínima descarga de electricidad aturdía mis manos y mis músculos era gracioso estar así “temblando”, hasta que escuchamos los fuertes silbatazos de nuestras catequistas y emprendimos rauda carrera hasta el aula matándonos de risa y prometiendo regresar otro día.



En otra ocasión nos metimos a un salón contiguo al nuestro e hicimos un gran descubrimiento dos enormes pianos cubiertos por una lona estaban allí esperando para ser tocados por nuestras hábiles manos, de inmediato nos abalanzamos tres niños a uno de ellos y otras tres niñas al otro y así empezó el concierto, por algunos minutos fuimos intercambiando músicos y creo que casi todos los que estábamos allí por primera vez en nuestra corta vida de entonces dimos una tocadita a las teclas blancas y negras de los enormes pianos cosa que no era agradable para nuestros oídos y menos para los oídos de las catequistas que en ese preciso instantes ingresaban furibundas al aula, habíamos sido pillados con las manos en el piano y se aproximaba la hora del gran sermón, una inusual charla de conducta se nos impartió en tiempo record y todavía con una gran amenaza, una de las señoritas de azul pues así se vestían falda azul, chompa azul y blusa blanca, con zapatos negros, luego de llamarnos drásticamente la atención, nos amenazó con llevarnos ante un señor cuyo nombre no me acuerdo, para que nos dé los correctivos necesarios, como dando a entender que se trataba de un ogro que estaba encerrado en una habitación cercana, cosa que le creímos a medias pero luego de eso dejamos tranquilos a los pianos y con entusiasmo empezamos a cantar algunos cánticos religiosos, a rezar el credo, los padres nuestros y los ave-marías, y a leer el catecismo.



Después nuestros intentos de explorar el colegio San Vicente se fueron limitando poco a poco hasta un lugar mas apartado donde se ubicaba una enorme gruta y un aula muy cerca de esta.



Cuidándonos de no hacer nada malo para no ir a parar en las manos de ese personaje ogresco para recibir un castigo.

viernes, 16 de septiembre de 2011

SUEÑO CUMPLIDO









Aunque no soy un asiduo concurrente a los conciertos, por que tampoco me gustan, por estar allí todo el tiempo que dura éste parado y aplastado por cientos de personas, en éste caso fue distinto, a lo mejor ayudó el escenario , el renovado Estadio Nacional, pero creo que más las ganas de ver a uno de mis grupos favoritos los Red Hot Chili Pepper´s, banda a la que sigo desde la década pasada, los comencé a escuchar a inicios de los años noventa, gracias a su álbum “Californication” del cual puedo destacar varios éxitos, a partir a allí averigüé sobre su discografía y creo que me convertí en un fanático de su música.



Por aquellos años era imposible imaginar que Lima se convertiría en un destino casi obligado de grandes bandas de Rock, lástima que sea un poco tarde no los gozamos en su gran esplendor, pero más vale tarde que nunca, y en un delirio de esa época me prometí a mí mismo que si algún dia esta banda llagaba a Lima, sería el primero en ir a comprar una entrada cueste lo que cueste y así fue compré mi entrada y allí estuve.



El dia soñado había llegado, aunque no fui a conciertos anteriores de buenas bandas que vinieron, este en particular no me lo debía perder, la fecha catorce de septiembre, para mi mala suerte dia laborable, ¡Maldita sea! Pero algo había que hacer para poder ir temprano y tener un sitio preferencial para poder ver el concierto. No les cuento lo que hice pero ya esta hecho, llegué al estadio antes de las cuatro de la tarde y las inmensas colas ya estaban alrededor del mismo, con un norme cerco policial, solo y emocionado caminé hasta una pequeña cola que divisé, y esperé y esperé, ¡Carajo! Por eso no me gustan los conciertos, las horas se hicieron largas y los minutos eternos, y yo parado en la fila impaciente y ansioso.



Por fin luego de un par de horas dieron la orden de ingreso, y así boleto en mano y con presurosos pasos hice mi ingreso al renovado coloso, corrí para apoderarme de una privilegiada butaca, al lado de entusiastas jóvenes, con los cuales intercambie algunas palabras, y otra vez la larga espera, tenía que esperar unas cuatro horas más por lo menos para ver el soñado concierto, les vuelvo a repetir por eso no me gustan los conciertos pero allí estaba fiel a mi promesa y valió la pena.



Fue una buena experiencia presenciar en carne y hueso al “loco” Flea, a Anthony Kiedis, a Chad y al nuevo Josh, mi sueño estaba cumplido. Que asista a otro concierto lo dudo ya les dije porqué, no lo descarto tampoco, ir a ver a los Rolling Stones o la la tía Madonna solo el tiempo y mi bolsillo lo dirán.

NUEVAMENTE JUNTOS




(






Desde hace mucho tiempo me hacia esta pregunta:



¿Qué será de mis amigos de la escuela?



Y conforme fueron pasando los años esta pregunta nunca se disipó, creando más incertidumbre a medida que el tiempo cruel seguía avanzando alejándome totalmente de ellos y solo los vagos recuerdos de sus nombres y sus características físicas se mantenían en mi trajinada memoria, solo mi pensamiento lograba dibujar en un lienzo imaginario las imágenes de mis recordados “compañeritos”. Pero había un problema, ya eran personas adultas pero yo todavía los recordaba niños.



De esta manera trataba de mantener vivos los recuerdos y las anécdotas de esa época maravillosa que fue mi infancia en la escuela, aunque en casa con algunos problemas como creo que todos los hemos sufrido pero que fueron superados con inteligencia por parte de nuestras familas. Cuando terminé la escuela y comencé el colegio casi de inmediato perdí contacto con la mayoría de ellos, en especial con las chicas que pasaron a los colegios de mujeres y aquella pequeña distancia entre colegio y colegio fueron enfriando poco a poco esa cálida amistad que nos unía, los varones nos volveríamos a encontrar si no era en las aulas lo sería en los patios del colegio “San José” de Jauja, que era el único de nivel secundario en esa época, si mal no recuerdo con uno o dos de mis amigos de primaria llegué a estudiar los cinco años de secundaria y allí con los demás sólo cruzaría un par de palabras al verlos “hola” y “chau”.



Tuvieron que pasar más de dos décadas o tres para poder ubicar nuevamente a algunos de esos “niños” convertidos ahora en hombres y mujeres de provecho, muchos de ellos convertidos en entusiastas y responsables padres de familia y buenos profesionales gracias a las sabias enseñanzas de la maestra Bety, la estricta y exigente Bertha Rafael, forjadora de varias generaciones de estudiantes a quien ella supo llevar por buen camino y le estamos eternamente agradecidos por su sacrificada labor. Probablemente como ninguno de nosotros tiene la vida comprada algunos de momento ya no están en este valle de lágrimas, como es el caso de mi recordado amigo Antonio, “Toño” para nosotros, siempre te recordamos amigo “Toño”.



Pasaron muchos años y gracias a la tecnología y la modernidad de las comunicaciones actualmente, nos facilitó el poder contactarnos y de a pocos organizar una reunión entre todos nosotros, era un sueño que estaba convirtiéndose en realidad, si, mi mayor sueño es estar todos juntos nuevamente reunidos en una gran aula y vistiendo el famoso uniforme escolar y estar allí sentados recibiendo una interesante lección de Bety mi maestra. Soñar no me cuesta nada.



Junto con mi entusiasta y colaboradora amiga Rosa Meza, un dia pensamos hacer lo imposible y tratar de reunir a todos los compañeros de la promoción de la primaria, ardua tarea tuvimos en tiempo record ya que no es tan fácil hoy en día en una gran ciudad como esta, tener un poco de tiempo para disfrutar de la compañía de grandes amigos, dejar de lado un rato el asfixiante trabajo y la responsabilidad de la familia y de los hijos, pero tengo que reconocerlo y decir que valió la pena el esfuerzo, nada más gratificante para el alma que ésta alegría y la emoción de volver a verlos y poder hablar con ustedes. Poder compartir ya no una lonchera y un refresco, sino más bien un delicioso almuerzo y una refrescante cervecita añorando aquellos años vividos y gozados en la querida Jauja.



Como era de esperar al estar sentados alrededor de la mesa de un conocido restaurante todos los que pudimos asistir estuvimos más que felices, y pudimos observar que los años no pasan en vano, que ya no somos niños, que al contrario ahora somos padres de familia pero ese alma de niño que tenemos nunca desaparecerá de nosotros. Sentados allí los recuerdos no se hicieron esperar, y todo giraba entorno a Bety, recordando su carácter y su temple, su esfuerzo para darnos lo mejor, recordamos las canciones que entonábamos en el aula, aquellas canciones que cantábamos a todo pulmón para hacer sentir a los demás que éramos los mejores de toda la escuela, y nos preguntamos:



¿De donde sacaba las canciones Bety?



Cierto, digo yo, de donde sacaba las canciones Bety, de algún olvidado libro acaso o de algún baúl mágico que ella tenía en casa, y nos animamos a cantar y tararear algunas, para que sepas Bety, todavía nos acordamos de todas ellas y con las letras completas y entre risas y aplausos te recordamos. Tu persona siempre esta y estará presente en todos nosotros, por el resto de nuestras vidas sirviéndonos de ejemplo, siento que fueron los seis mejores años de nuestras vidas y no estoy exagerando, pero como siempre la cochina política tuvo que tocarnos un día para dividirnos y convertirnos en traidores y traicionados pero de eso prefiero no acordarme.



Esto hizo que nos mudáramos a otro lugar, otra escuela que nos recibió con los brazos abiertos y nosotros siempre a tu lado, renaciendo como el ave Fénix, muchos se fueron pero también otros muchos llegaron y hasta nos faltó espacio para poder acogerlos pero allí nos acomodamos, por todo lo que hiciste por nosotros te estaremos eternamente agradecidos, UN MILLON de gracias Bety.



Para todos mis compañeros que asistieron gracias, gracias a ustedes Rosa, Patricia, Teresa, Karen, Kathya, Mariela, Marco, Juan, Luis.



A los que no pudieron asistir los comprendemos ya tendremos otra oportunidad para estar juntos nuevamente y estoy seguro que seguiremos sumando para futuras reuniones en algún lugar de este maravilloso país y por que no en nuestra querida y añorada Jauja.





Saludos cordiales a todos ustedes.

lunes, 29 de agosto de 2011

LEY DE MURPHY












¡Pucha! Otra vez la famosa ley de Murphy dije al no encontrar lo que buscaba, hace mucho tiempo atrás en un programada de radio o televisión para variar no sé en cual de ellos, escuché algo sobre Murphy y sus leyes, por curiosidad empecé a indagar sobre dichas leyes antes eran pocas pero ahora son un montón hasta hay un libro acerca de estas leyes.




Sin querer queriendo pude comprobar la eficacia de dichos enunciados no sé si porque así es o solamente es una simple coincidencia como diría alguien, a continuación daré algunos ejemplos de estas leyes y me dirán si a ustedes también les paso algo similar estoy seguro que sí.



Ejemplo (1)



Un dia salí temprano de mi trabajo y me fui a vagar por un centro comercial, ingresé a un supermercado y luego de dar algunas vueltas me puse a observar en la sección libros, miré muchos títulos y luego mi vista se detuvo en uno muy especial cuyo titulo ahora no recuerdo y menos al autor pero trataba sobre fantasmas y que es lo que pasaba después de la muerte, se veía interesante el libro solo que era el único ejemplar no había otro mas busqué por todos los rincones y efectivamente no había otro ejemplar era el único libro entre cientos de otros, rebusqué mis bolsillos y no alcanzaba el dinero para poder comprarlo, revicé mi billetera y para mi mala o buena suerte no tenia mi tarjeta de crédito a la mano, estaba perdido no podía comprar ese dia el interesante libro, miré a mí alrededor y varios pares de ojos me observaban, disimuladamente escondí el libro entre los demás para que nadie lo encuentre fácilmente, regresaría al dia siguiente para poder comprarlo, camufle bien el libro y me retiré.



A dia siguiente por la tarde luego del trabajo salí presuroso con dirección al supermercado, ya tenia mi tarjeta de crédito, ingresé y me dirigí directamente al escaparate de los libros exactamente al lugar donde había escondido el ejemplar, busqué y rebusqué , libro por libro por más de una hora y nunca lo encontré, desilusionado y con las manos vacias salí del lugar y me fui a otra sucursal y luego a otra y hasta ahora lo estoy buscando sin resultado alguno.



“Las oportunidades siempre aparecen en el momento más inoportuno”





Ejemplo (2)



Una vez olvidé donde había guardado mi llavero, para encontrarlo busqué por toda la casa, puse de cabeza todo, busqué rincón por rincón y al cabo de muchas horas lo encontré.



“Siempre se encuentran las cosas en el último rincón donde las buscas “





Ejemplo (3)



En una oportunidad quise celebrar mi cumpleaños, como nunca organicé una reunión en mi casa, invite a muchos amigos y preparé muy buena comida, compré varias cajas de cerveza, separé buena música pero al final nadie llegó, de verdad fue frustrante, creo que jamás lo volvería a hacer.



“ Nada sale tal y como esta previsto”



Ejemplo (4)



Un día, en el trabajo había una máquina que estaba fallando, y esto nos retrasaba nuestra labor y el publico se sentía mortificado, lo malo que la bendita máquina sólo duraba unos minutos y luego se apaga, estuvimos todo el día así, llamamos a un supervisor y éste nos dijo que al dia siguiente el técnico vendría a revisar la máquina. Al siguiente dia fuimos temprano y prendimos la máquina para ver si funcionaba y nada, estaba totalmente inoperativa la desenchufamos y la guardamos, al cabo de un rato llegan el supervisor y el técnico, este último nos pregunta que es lo que había pasado le explicamos el problema y decide probarla, la enchufa y la bendita maquina trabajaba como si fuera nuevecita. ¡Que chasco!



“Cuando intentes demostrar a alguien que una máquina no funciona, funcionará”





Ejemplo (5)



Así como estos ejemplos hay muchos, y pasan en el trabajo y en la vida cotidiana y creo que todos no estamos exceptos a las famosas leyes del implacable Murphy, ¿Qué quien es él? .La verdad no lo sé pero de que está en lo cierto lo está. Por último los dejo con el último ejemplo valga la redundancia y aquí está y creo que es el mejor, sin cachita por favor por que el que se pica pierde.



En un trabajo “x” llegó a trabajar un jefe que no sabia nada, tardo mucho en aprender pero al final no ataba ni desataba y casi no cumplía con las metas propuestas, lastimosamente para él tuvieron que cesarlo o cambiarlo y mandaron a otra persona que igual estaba en nada.



“Cuando un incompetente se marcha, contratarán a otro”



Y los dejo con la filosofía Murphy



SONRIE !!!!!!!!!!!! MAÑANA SERA PEOR.

















jueves, 28 de julio de 2011

PERU EN ALTO














ALEJANDRO ROMUALDO (Peruano)











Según mi modo de sentir el fuego



soy del amor: sencillamente ardiendo.



Según mi modo de sufrir el mundo,



soy del Perú, sencillamente siendo.







Tierra de Sol, marcada al negro vivo,



llorando sangre por los poros, sombra



a media luz del bien, a media noche



del día por venir. Yo estoy contigo.







Golpe, furia, Perú: ¡Todo es lo mismo!



Saber, a ciencia incierta, lo que somos,



buscando, a media luz, otro destino,



con todo el cielo encima de los hombros.







Por eso quiero alzarte, recibirte



con los besos abiertos,



junto a la luz,



ardiendo de alegría.

ANTRO “COLONIAL”










Hace poco estuve en Jauja, para las festividades de Enero, como siempre la gran cantidad de gente que llegaba para estas fechas, las calles muy transitadas por activos peatones y un sin numero de moto taxis que si no caminas con cuidado de seguro terminas atropellado, y note o estoy notando los cambios y como siempre la bendita lluvia que jodia ¡claro! Eso no es novedad en mi tierra y en estas épocas menos así es que ya estaba preparado para cualquier contingencia con gruesas casacas, eso si tuve que comprar un paraguas para estar mas seguro y más abrigado sobre todo seco.



Los molestosos cambios saltaban a la vista, las calles estaban intransitables, las cuadrillas de operarios y la maquinaria pesada destruían el pavimento de los principales jirones de la ciudad dejando cerros de escombros, bloqueando el transito por dichas calles y encima las lluvias imagínense el lodazal que generaban para que tus zapatos terminen embarrados. Aparte es necesario mencionar el estado de abandono de las pistas jaujinas llenas de huecos y grietas enormes que impiden el cómodo transito vehicular y peatonal.



Ni hablar del jirón Junín cuyas obras están abandonadas y genera mucha incomodidad a propios y extraños a pesar de eso y sorteando algunos obstáculos incluida la molestosa lluvia, me dirigí de curioso una noche a presenciar un espectáculo folclórico tan anunciado por una radio local y por los enormes carteles colocados en la sala del ex cine Colonial, otrora elegante sala de cine en la década de los ochenta, ahora convertida con poco criterio en un antro, una vez allí compre mi entrada e ingrese, no pensé encontrar dicha sala en tal estado, totalmente abandonado, casi descuidado y algo tenebroso, convertido ahora en un “chupodromo”, lamente el uso que le estaban dando y lamente también el haber ingresado, pero ni modo ya estaba allí y le di una mirada al local y note Para mi sorpresa que le habían sacado todas la butacas, para convertirla en una enorme pista de baile, el aseo no era bueno, y la asistencia de un publico casi desconocido para mi, mejor dicho totalmente desconocido no conocía a ninguno de los allí presentes, me hizo sentir un foráneo en mi propia tierra,observe a hombres, mujeres y niños observando un espectáculo nada agradable, en el escenario un grupo chichero se encargaba de hacer bailar a los asistentes, algunos jovencitos borrachos daban una mala imagen al espectáculo, me sentí incomodo y quise salir corriendo pero me quede allí sentado e hice volar mi mente al pasado.



Recordé cuando con toda mi “mancha” asistía hace muchos años atrás a ver alguna película, que diferente que era en esos años, su elegancia se hacia sentir ni bien traspasabas esas enormes puertas blancas, sus luces y su olor a sala de cine era inconfundible y característico, recordé también que en algunas ocasiones me sirvió de salón de clases, si aunque suene raro, el cine Colonial alguna vez fue un aula de clases, allí llego a funcionar aunque por muy poco tiempo la academia PRE- universitaria del popular Chicho. Pensé en esos momentos, en esas situaciones, en la tenue luz de la sala, en las luces de colores que estaban al costado de la gran pantalla de cine, en la música instrumental que ponían mientras esperábamos el comienzo de la película, en el puesto de golosinas que existía en la entrada, en los vendedores que ponían sus triciclos de golosinas en la puerta, en el señor gordito que vendía unos ricos alfajores y en el salchipapero el único que vendía en la plaza de armas al que una tarde cuando pasaba por allí me pidió por favor que le ayude a cargar una enorme tina llena de papas picadas listas para ser fritas, lo cual hice a duras penas y por ello me dio un puñado de monedas que me puso contento. Tambien recordé que en alguna ocasión me subí a ese escenario en una actuación de la escuela creo, y sentí la majestuosidad del escenario.



El cantante del grupo chichero hace un alto a la música y levanta un poco la voz y enérgicamente llama la atención a un par de borrachos que amenazan trompearse, la gente empieza a silbar y a hacer bulla, se aglomeran alrededor de ellos para calmar los ánimos, esto interrumpe mis pensamientos y hace que regrese del pasado, poco a poco todo vuelve a la calma, el cantante entona una nueva canción y las parejas se ponen a bailar, yo a lo lejos observo y todo eso hace que deje de pensar en antaño, en los magníficos conciertos que allí se llevaban a cabo, es entonces cuando decido retirarme del lugar, estoy totalmente confundido, la gente me mira como bicho raro, me desperezo en mi asiento y bostezo lentamente, la gente me sigue observando. No aguanto más esta situación me siento totalmente aburrido y fuera de lugar y decido abandonar el antro, me levanto de la vieja butaca que es una de las pocas que quedan en la platea, bajo las escaleras y camino lentamente hasta la puerta, doy una última mirada y veo que hay más gente que al principio, llego a la puerta y más personas pugnan por ingresar, me hago un espacio y logro salir a la calle y siento el aire helado que me da en la cara, doy una mirada a la hora y veo que son más de las doce de la noche y acelero el paso, cierro la cremallera de mi casaca me acomodo la chalina y el gorro de lana y camino con dirección a mi casa. Esperando llegar sin contratiempos pues me han contado que Jauja ahora se ha vuelto peligrosa.

sábado, 9 de julio de 2011

EL CUERVO

Edgar Allan Poe


(Boston, 1809 - Baltimore, 1849)





el cuervo







Una vez, al filo de una lúgubre media noche,

mientras débil y cansado, en tristes reflexiones embebido,

inclinado sobre un viejo y raro libro de olvidada ciencia,

cabeceando, casi dormido,

oyóse de súbito un leve golpe,

como si suavemente tocaran,

tocaran a la puerta de mi cuarto.

“Es —dije musitando— un visitante

tocando quedo a la puerta de mi cuarto.

Eso es todo, y nada más.”



¡Ah! aquel lúcido recuerdo

de un gélido diciembre;

espectros de brasas moribundas

reflejadas en el suelo;

angustia del deseo del nuevo día;

en vano encareciendo a mis libros

dieran tregua a mi dolor.

Dolor por la pérdida de Leonora, la única,

virgen radiante, Leonora por los ángeles llamada.

Aquí ya sin nombre, para siempre.



Y el crujir triste, vago, escalofriante

de la seda de las cortinas rojas

llenábame de fantásticos terrores

jamás antes sentidos. Y ahora aquí, en pie,

acallando el latido de mi corazón,

vuelvo a repetir:

“Es un visitante a la puerta de mi cuarto

queriendo entrar. Algún visitante

que a deshora a mi cuarto quiere entrar.

Eso es todo, y nada más.”



Ahora, mi ánimo cobraba bríos,

y ya sin titubeos:

“Señor —dije— o señora, en verdad vuestro perdón

imploro,

mas el caso es que, adormilado

cuando vinisteis a tocar quedamente,

tan quedo vinisteis a llamar,

a llamar a la puerta de mi cuarto,

que apenas pude creer que os oía.”

Y entonces abrí de par en par la puerta:

Oscuridad, y nada más.



Escrutando hondo en aquella negrura

permanecí largo rato, atónito, temeroso,

dudando, soñando sueños que ningún mortal

se haya atrevido jamás a soñar.

Mas en el silencio insondable la quietud callaba,

y la única palabra ahí proferida

era el balbuceo de un nombre: “¿Leonora?”

Lo pronuncié en un susurro, y el eco

lo devolvió en un murmullo: “¡Leonora!”

Apenas esto fue, y nada más.



Vuelto a mi cuarto, mi alma toda,

toda mi alma abrasándose dentro de mí,

no tardé en oír de nuevo tocar con mayor fuerza.

“Ciertamente —me dije—, ciertamente

algo sucede en la reja de mi ventana.

Dejad, pues, que vea lo que sucede allí,

y así penetrar pueda en el misterio.

Dejad que a mi corazón llegue un momento el silencio,

y así penetrar pueda en el misterio.”

¡Es el viento, y nada más!



De un golpe abrí la puerta,

y con suave batir de alas, entró

un majestuoso cuervo

de los santos días idos.

Sin asomos de reverencia,

ni un instante quedo;

y con aires de gran señor o de gran dama

fue a posarse en el busto de Palas,

sobre el dintel de mi puerta.

Posado, inmóvil, y nada más.



Entonces, este pájaro de ébano

cambió mis tristes fantasías en una sonrisa

con el grave y severo decoro

del aspecto de que se revestía.

“Aun con tu cresta cercenada y mocha —le dije—,

no serás un cobarde,

hórrido cuervo vetusto y amenazador.

Evadido de la ribera nocturna.

¡Dime cuál es tu nombre en la ribera de la Noche Plutónica!”

Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”



Cuánto me asombró que pájaro tan desgarbado

pudiera hablar tan claramente;

aunque poco significaba su respuesta.

Poco pertinente era. Pues no podemos

sino concordar en que ningún ser humano

ha sido antes bendecido con la visión de un pájaro

posado sobre el dintel de su puerta,

pájaro o bestia, posado en el busto esculpido

de Palas en el dintel de su puerta

con semejante nombre: “Nunca más.”



Mas el Cuervo, posado solitario en el sereno busto.

las palabras pronunció, como virtiendo

su alma sólo en esas palabras.

Nada más dijo entonces;

no movió ni una pluma.

Y entonces yo me dije, apenas murmurando:

“Otros amigos se han ido antes;

mañana él también me dejará,

como me abandonaron mis esperanzas.”

Y entonces dijo el pájaro: “Nunca más.”



Sobrecogido al romper el silencio

tan idóneas palabras,

“sin duda —pensé—, sin duda lo que dice

es todo lo que sabe, su solo repertorio, aprendido

de un amo infortunado a quien desastre impío

persiguió, acosó sin dar tregua

hasta que su cantinela sólo tuvo un sentido,

hasta que las endechas de su esperanza

llevaron sólo esa carga melancólica

de ‘Nunca, nunca más’.”



Mas el Cuervo arrancó todavía

de mis tristes fantasías una sonrisa;

acerqué un mullido asiento

frente al pájaro, el busto y la puerta;

y entonces, hundiéndome en el terciopelo,

empecé a enlazar una fantasía con otra,

pensando en lo que este ominoso pájaro de antaño,

lo que este torvo, desgarbado, hórrido,

flaco y ominoso pájaro de antaño

quería decir granzando: “Nunca más.”



En esto cavilaba, sentado, sin pronunciar palabra,

frente al ave cuyos ojos, como-tizones encendidos,

quemaban hasta el fondo de mi pecho.

Esto y más, sentado, adivinaba,

con la cabeza reclinada

en el aterciopelado forro del cojín

acariciado por la luz de la lámpara;

en el forro de terciopelo violeta

acariciado por la luz de la lámpara

¡que ella no oprimiría, ¡ay!, nunca más!



Entonces me pareció que el aire

se tornaba más denso, perfumado

por invisible incensario mecido por serafines

cuyas pisadas tintineaban en el piso alfombrado.

“¡Miserable —dije—, tu Dios te ha concedido,

por estos ángeles te ha otorgado una tregua,

tregua de nepente de tus recuerdos de Leonora!

¡Apura, oh, apura este dulce nepente

y olvida a tu ausente Leonora!”

Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”



“¡Profeta!” —exclamé—, ¡cosa diabolica!

¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio

enviado por el Tentador, o arrojado

por la tempestad a este refugio desolado e impávido,

a esta desértica tierra encantada,

a este hogar hechizado por el horror!

Profeta, dime, en verdad te lo imploro,

¿hay, dime, hay bálsamo en Galaad?

¡Dime, dime, te imploro!”

Y el cuervo dijo: “Nunca más.”



“¡Profeta! —exclamé—, ¡cosa diabólica!

¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio!

¡Por ese cielo que se curva sobre nuestras cabezas,

ese Dios que adoramos tú y yo,

dile a esta alma abrumada de penas si en el remoto Edén

tendrá en sus brazos a una santa doncella

llamada por los ángeles Leonora,

tendrá en sus brazos a una rara y radiante virgen

llamada por los ángeles Leonora!”

Y el cuervo dijo: “Nunca más.”



“¡Sea esa palabra nuestra señal de partida

pájaro o espíritu maligno! —le grité presuntuoso.

¡Vuelve a la tempestad, a la ribera de la Noche Plutónica.

No dejes pluma negra alguna, prenda de la mentira

que profirió tu espíritu!

Deja mi soledad intacta.

Abandona el busto del dintel de mi puerta.

Aparta tu pico de mi corazón

y tu figura del dintel de mi puerta.

Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”



Y el Cuervo nunca emprendió el vuelo.

Aún sigue posado, aún sigue posado

en el pálido busto de Palas.

en el dintel de la puerta de mi cuarto.

Y sus ojos tienen la apariencia

de los de un demonio que está soñando.

Y la luz de la lámpara que sobre él se derrama

tiende en el suelo su sombra. Y mi alma,

del fondo de esa sombra que flota sobre el suelo,

no podrá liberarse. ¡Nunca más!





sábado, 18 de junio de 2011

MI PADRE






La nobleza del alma es su nobleza;

la gloria del deber forma su gloria;

es pobre, pero forma su pobreza

la página más grande de su historia.



Siendo el culto de mi alma su cariño,

la suerte quiso que al honrar su nombre

fuera el amor que me inspiró de niño

la más sagrada inspiración del hombre.



Quiera el cielo que el canto que me inspira

siempre sus ojos con amor lo vean

y de todos los versos de mi lira

éstos los dignos de su nombre sean.



Por: Juán de Dios Peza – Poeta Mexicano.

viernes, 17 de junio de 2011

CRONICA METROPOLITANA










07:15 Apresurado salgo con dirección al paradero que esta como a cuatro o cinco cuadras de mi domicilio, al llegar noto gran cantidad de personas que al igual que yo esperan sus respectivos medios de transportes, hombres mujeres y los infaltables niños que con uniforme escolar a esa misma hora se dirigen a su centro de estudios. Aunque parezca increíble a esa hora ya los malditos rateros y carteristas están haciendo de las suyas “marcando” y robando a sus victimas, quiero actuar y hacer algo mi instinto me dice que tengo que hacer algo, pero la sorpresa, la rapidez de los “choros” aparte de lo peligroso que puedan ser hace estéril mi intento. Solo nos queda observar como se alejan rápidamente con su botín dejando perpleja y asustada a su victima.




07:25 A lo lejos veo aproximarse el ómnibus alimentador del metropolitano, creo yo que gracias a este nuevo medio de transporte la gente comienza a portarse ordenadamente como debe de ser, en orden formamos las colas, sacamos nuestra tarjeta electrónica se abren las puertas y por primera vez pude oír que un pasajero salude al conductor con un cordial “buenos días”, cosa que yo lo hago ya por costumbre gracias al trabajo que realizo en atención al publico. Y a su vez rescato la respuesta del conductor devolviendo el saludo con respeto.



07:40 El ómnibus esta llegando a la estación central de Naranjal, la gente se para apurada y ansiosa se aproxima a las puertas para bajar y poder dirigirse a las zonas de embarque, camino pausadamente a mi zona de embarque, siento los tropeles de los zapatos de algunas personas apuradas, otros corren cargando maletines y carteras, algunas madres cargan niños, la cola para realizar una recarga de tarjeta es interminable tanto en las taquillas como en las maquinas apuro los pasos y llego a pasar mi tarjeta por la lectora electrónica.



07:45 Ingreso a zona de embarque de uno de los expresos, la cola es interminable parece una enorme anaconda, que zigzaguea en un pequeño espacio y la muchedumbre que lucha por posesionarse en una de las congestionadas colas, observo que hay mucho orden todos respetan su lugar, perdón casi todos no falta algún vivazo que se “zampa” de orden y cree que nadie lo vio, los reclamos no se hacen esperar los demás le gritan improperios y se ponen a discutir boca a boca como los malos ejemplos se imitan algunas damas hacen lo mismo, la policía interviene y regresan a los facinerosos a su respectivo lugar, yo aplaudo ese gesto y apoyo al policía, la persona en mención solo agacha la cabeza para ocultar su vergüenza pienso que es una buena manera de poner en su sitio a los que se creen vivos y hacer respetar nuestros derechos. Escuche por ahí decir “tus derechos terminan cuando empiezan los míos”.



07:48 A la carrera y a empujones la gente ingresa al enorme bus, los que están adelante siempre se quedan estáticos obstaculizando el paso de los que venimos atrás, no se mueven porque ellos esperan al siguiente bus porque quieren ir cómodamente sentados, entonces obstaculizan el paso de los que quieren viajar en esa parte falta un poquito mas de organización pero a ese camino vamos, el país de a pocos esta mejorando en cuestión de acatar las layes y las normas creo que poco a poco lo vamos a lograr, queda demostrado que los peruanos hacemos lo que vemos pero hay que saber diferenciar lo bueno de lo malo y saber imitar en este caso solo lo bueno.



07:50 Por fin estoy a bordo no importa si estoy parado lo que me urge es viajar parado, sentado o echado eso es irrelevante, bueno como sea disfruto mi viaje, saco del bolsillo mi pequeño libro y me pongo a leer ignorando todo a mi alrededor, de rato en rato alzo la mirada para saber mi ubicación y vuelvo a concentrarme en mi lectura



08:15 Estoy a medio camino y el bus esta recontralleno, no cabe un alma mas, las puertas demoran en cerrarse escucho algunas protestas y luego algunas risas, seguimos de largo por paseo de la republica o vía expresa ignoro todo de nuevo y sigo leyendo mi libro.



08:30 Llegue a mi destino, el bus descarga gran cantidad de pasajeros, apurados caminamos hasta las escalinatas de salida, la cola es enorme nuevamente y eso quita algo de tiempo, al llegar a la avenida espero otra movilidad que me llevara a mi trabajo, camino presuroso al paradero y veo acercarse una mediana combi, subo junto con varias personas, el carro acelera y dobla por republica de Panamá ya estoy cerca pago mi “china” y bajare en el siguiente paradero.



08:35 Bajo de la unidad y cruzo la pista cuando el semáforo esta en rojo, lentamente me dirijo a la puerta de ingreso, ahora si los dejo por que tengo que trabajar ya les seguiré contando en otro dia.

EL CIGARRO











Aunque no soy un fumador empedernido, soy conciente del daño irreversible que puede ocasionar en nuestro organismo el tabaco, tanto a personas fumadoras como a los que no fuman todo depende de que si nuestros genes están más propensos a desarrollar algún tipo de cáncer producido por el tabaco.




En mi caso me puedo considerar un fumador social, pues solo fumaba en reuniones y cuando había licor de por medio, raras veces lo hacia por ansiedad, aunque también debo confesar que el ver fumar a otra persona me incrementaba el deseo de hacerlo, ahora último el escuchar por la radio los mensajes y algunos testimonios en contra del consumo del cigarro y también la publicación en el reverso de las cajetillas de cigarro las fotos de los mas impactantes casos de cáncer producidos por el éste me hacían pensar en abandonar mis deseos y las ganas de seguir fumando aunque no es un vicio que tenga pero si a veces lo hacia muy a menudo.



Era mi costumbre que a cada compromiso que asistía mínimo me compraba mi cajetilla de cigarros pero la de diez unidades, no quería exagerar mi consumo y no me daba cuenta que el fumar solo un cigarro me estaba haciendo mucho daño, muchas veces intenté no fumar por largos períodos y lo hice, pero siempre sucumbía al deseo de hacerlo.



Ahora último me dí con una sorpresa, llegué a casa un día y mi hija estaba realizando un experimento con sus amigas de colegio, construían una “botella fumadora”, sin querer me puse a ayudarlos e hicimos el experimento y quedé impactado con el resultado, quedé impresionado al ver como el humo del cigarrillo invadía la botella e impregnaba sustancias negras en el agua limpia, e imaginé a mis pobres pulmones invadidos por ese humo tóxico que yo les proporcionaba, tomé conciencia en el acto y me propuse dejar de fumar en el futuro.



Hace poco asistí a varias reuniones y me abstuve de comprar cigarrillos y por ende me abstuve de fumar, estuve en esas reuniones brindando con mis amigos, vi a varios de ellos fumarse un cigarro, sacar de sus bolsillos cajetillas yo solo observaba y por fin pude comprender lo malo e incomodo que te pueda resultar aguantar el humo ajeno y también lo perjudicial que te pueda resultar, aparte que es poco agradable a la vista. Aunque estuve a punto de pedir un cigarrillo y sucumbir ante el adictivo olor y sabor del cigarro, pero no lo hice y me sentí muy bien de no hacerlo.



Ahora puedo tomar conciencia de lo dañino que resulta ser el cigarro y en adelante lo tendría que pensar varias veces antes de consumir uno, pero por ahora he decidido no hacerlo nunca más.

miércoles, 8 de junio de 2011

EL ARO DE ORO








Era sábado y salimos del trabajo como a la una de la tarde, hicimos un poco de hora colaborando con los demás compañeros de la oficina antes de salir a nuestro domicilio, me acerque un momento a donde estaban mis amigos Richard y Reinaldo para ayudar a este ultimo a terminar de ordenar sus ultimas entregas de documentos al jefe. Lo hicimos de muy buena gana porque siempre nos ayudábamos entre nosotros para poder agilizar y aligerar la carga de trabajo que cada uno de nosotros tenia en la oficina.



Al cabo de contados minutos terminamos con lo acordado, y al poco rato salimos de la oficina ni bien traspasamos el umbral de la puerta que da a la calle un fuerte sol nos cegó por un momento el calor acá afuera era insoportable, diferente al ambiente fresco que gozábamos en la oficina gracias al aire acondicionado, el flaco Reinaldo se mostró agradecido por nuestra ayuda y nos invito a tomar un par de cervecitas en un restaurante cercano hasta allí nos dirigimos al concurrido lugar, el mozo que ya nos conocía de inmediato nos ubico en una mesa desocupada, ya instalados nos animamos a pedir un cevichito aparte de las dos chelitas bien heladas, así la pasamos muy bien charlando de cómo nos había ido el dia en la oficina y gastándonos algunas bromas, lo malo era que En esos momentos estábamos un poco quebrados de fondos, no teníamos el suficiente dinero para seguir disfrutando de la rica cerveza.



Fue en esas circunstancias que se acerco a nuestra mesa un muchacho lustrabotas a ofrecernos su servicio el cual rechazamos respetuosamente el muchacho de apariencia mestiza sonrió tímidamente y se retiro a otra mesa y se perdió en el espacioso restaurante, terminamos de beber las cervezas y al ver que no podíamos pedir mas optamos por retirarnos del lugar nos levantamos para desocupar la mesa y nos dirigimos los tres a los servicios higiénicos nos lavamos las manos y mojamos el cabello luego de darnos una peinadita salimos fuera del local.



Allí justo al frente de nosotros vimos nuevamente al muchacho lustrabotas, creo yo que nos reconoció él también y de inmediato nos abordo nuevamente para ofrecernos una lustradita, que también con respeto la rechazamos, pero de inmediato se acerco al lado de Richard no sé por que fue hacia él, luego de hablarle misteriosamente le ofreció algo que estaba envuelto en un pedazo de papel higienico, Richard se detuvo mientas nosotros seguimos caminando, luego Richard nos llama y al voltear observamos que conversaba animadamente con el lustrabotas lentamente nos acercamos y vimos que Richard tenia en sus manos un aro de matrimonio el cual revisaba meticulosamente, mira me dijo me esta vendiendo este anillo, a cincuenta soles.



-Mmmmm, dije mirando fijamente la opaca joya, a decir verdad no podía distinguir si era oro o no ese pedazo de metal labrado en un aro de matrimonio, me abstuve de darle mi opinión Reinaldo hizo lo mismo y solo sonreímos, pero mi amigo Richard cegado por su ambición y creyendo que haría el negocio de su vida empezó a negociar con el diminuto lustrabotas que tenia una labia sorprendente ellos negociaban y nosotros simplemente observábamos. Al cabo de unos minutos Richard se me acerca y me dice que el chico había bajado el precio a veinte lucas, préstame algo de plata me dijo casi susurrándome al oído, no tengo le dije, lo único que tengo ahorita es mi pasaje y unas cuantas monedas más solo eso, Reinaldo le dijo lo mismo, la cosa fue que entre los tres reunimos el dinero claro que Richard puso más y fue él mismo quien cerro el trato con el muchacho veinte luquitas a cambio del aro de matrimonio en cuya circunferencia estaban los nombres de los contrayentes en bajorrelieve y la fecha del matrimonio. Entregado el dinero el chiquillo empezó a retirase lentamente perdiéndose calle abajo, los ojos de Richard brillaron de ambición y multiplicaba por diez su inversión, prometió pagarnos el préstamo el dia Lunes, ahí nomás se despidió el flaco Reinaldo y me quedé con Richard.



¡Comparito! Acompáñame al centro a vender esta vaina, necesito dinero para la noche, vamos te invito un par de chelas, lo vi entusiasmado y eufórico pensaba que había multiplicado su inversión, para saber el desenlace de su gran negocio decidí acompañarlo y nos dirigimos al céntrico jirón de la Unión.



Al llegar allí lo primero que empezamos a buscar fue una casa donde compraban y vendían oro, presuroso caminaba Richard y yo tras de él. Hasta que al fin vimos un enorme letrero que decía “ORO” compra y venta, presuroso se abalanzó a la puerta para tocar, salió a responder un gordo bigotón con un enorme y mugriento sombrero de paja, sonriendo preguntó que era lo que deseábamos, al instante Richard sacó de su bolsillo el aro y se lo entrego en la mano diciendo vengo a vender este aro de oro, el gordo tomo el metal entre sus manos lo miro por un segundo y sonriendo le dijo ¿Dónde esta el oro? Por que esto es cualquier cosa menos oro, el rostro de Richard enrojeció y nervioso se saco el aro de matrimonio que tenia puesto en el dedo y se lo entrego al gordo, éste sonrió nuevamente y dijo, esto si es oro ahorita te lo peso y arreglamos, Richard asustado le quitó los aros de las manos agradeció la deferencia del gordo y salimos raudos de ese lugar.



Mi amigo Richard había sido timado por un modesto lustrabotas, pagó caro por su ambición aunque él luego de algunos días diría que el destino del aro de bronce perdón de oro había sido un incauto al cual se lo empeño por seis cervecitas, así había recuperado su inversión argumento para mi poco creíble.

miércoles, 11 de mayo de 2011

A LA MIERDA EL COLEGIO











Así pensé esa mañana que me levanté de la cama todo somnoliento, casi no había dormido y los rayos solares que ingresaban a través de mi ventana empañaban mi visión, me frotaba los ojos con mis manos y dando un prolongado bostezo, me desperecé y de reojo dirigí la mirada a mis cuadernos que estaban encima de la mesa de mi habitación todavía abiertos esperando que termine la bendita tarea de matemáticas que estaban avanzados solo hasta la mitad.




Sentía una extraña sensación en mi cuerpo que es difícil describirla, y la indecisión me hizo dar varias vueltas alrededor de mi habitación, de nada me sirvió invitar a un amigo la tarde anterior para “hacer” juntos la tarea no logramos terminarla, no saben como empecé a maldecir al profesor de Álgebra, insulte de mil maneras al que había inventado las matemáticas y los números y empecé a darme cocachos yo mismo tanto era mi impotencia de no poder resolver los “difíciles” problemas de matemáticas que estaban escritos en las paginas de mi cuaderno cuadriculado.



¡A la mierda! El colegio dije y me volví a tirar en la cama, cubrí mi rostro con las frazadas y cerré mis ojos como queriendo no ver mas mis cuadernos, rápidamente llegue a una solución así de fácil “No voy” y listo asunto solucionado que se vayan a la mierda todos y tire mi uniforme escolar a un lado de la cama. El maldito reloj no se detenía y avanzaban trotando sus agujas, mi corazón latía con fuerza como si el tiempo se estuviera acabando pasaron algunos minutos y me levante nuevamente.



Dirigí mi melancólica mirada hacia la mesa y observe mis cuadernos, allí seguían esperando por mí, de nada me sirvieron los tres Baldor (álgebra, aritmética, trigonometría) que mis viejos no sé de donde diablos sacaron, estaban allí en la mesa a mí casi de nada me servían en esas circunstancias y me daban unas ganas tremendas de lanzarlos por la ventana. Ya resignado y al oír la voz de mi vieja que me llamaba para tomar el desayuno no tuve mas remedio que llenar todo en la mochila de mala gana y baje corriendo a la cocina a tomar mi cuaker clásico desayuno ochentero.



Mientras engullía mis panes y mi cuaker, mi mente maquinaba un montón de cosas que podía hacer para evitar una vergüenza en el salón de clases, terminado el desayuno me despedí de mis viejos, cabizbajo y meditabundo caminé las más de diez cuadras rumbo al colegio, no quería llegar pero tenía que hacerlo, lentamente ingresé al colegio y luego al aula algunos no habían hecho nada de la tarea ya no estaba sólo pensé para mis adentros y eso como que aligeraba el peso de la responsabilidad que llevaba encima.



Pasaron algunos minutos y el auxiliar ingreso apurado al aula para darme una buena noticia a mí y a los demás que no terminamos la tarea de álgebra, aún cansado nos informaba que el profesor de matemáticas no asistiría ese día por un percance de último minuto, una sonrisa malévola se dibujo en mis labios y silenciosamente me dirigí al patio a relajarme un rato.



Era como si alguien hubiera acudido en mi auxilio, luego con un grupo de compañeros termine de hacer la bendita tarea de matemáticas.

martes, 26 de abril de 2011

BUENOS MUCHACHOS









La llamada telefónica de uno de mis amigos unos días antes de empezar la semana santa para saludarme y participarme de la invitación de un amigo que tenemos en común por el sur de Lima, hace muchos años que no visitaba Chilca y a la familia de mi amigo Javier, era buena la oportunidad de hacerlo ahora y poder aprovechar los días de feriado para dejar a un lado el estrés del trabajo, y sacarle provecho a los escasos días de sol que quedan en esta gris ciudad.



En los siguientes días nos pusimos de acuerdo en el dia y la hora en que deberíamos partir afortunadamente mi amigo Roger tiene su carrito y él iría con toda su familia, lastimosamente yo no pude hacer las diferentes razones, no tuve otra alternativa que viajar solo, entonces mi amigo ofreció llevarme en su automóvil lo cual acepte gustosamente.



Salimos el jueves en la mañana bajo un sofocante calor, la carretera hacia el sur estaba muy congestionada por la gran cantidad de carros que circulaban por esa vía, rumbo a disfrutar de la ahora mal llamada “semana tranca” en el trayecto el transito se hacia cada vez mas lento y esto me hacia recordar a una transitada avenida limeña en plena hora punta, los choques tampoco estaban ausentes hubo varios los cuales pudimos presenciar menos mal sin llegar las cosas a mayores. Conforme nos alejábamos de la ciudad también vimos alejarse al sol y nos fuimos acercando a una densa neblina que cubría casi la totalidad del mar y la fría brisa como que nos desanimaba y predecía el mal tiempo el sol había desaparecido por completo.



Estuvimos dudando sobre el estado del tiempo, pero al pasar Pucusana el astro rey se hacia sentir de nuevo, al llegar al pueblo de Chilca bajo un fuerte sol, llamamos a nuestro amigo Javier para comunicarle que ya habíamos llegado, éste a los pocos minutos se presento ante nosotros para guiarnos hasta su casa, Al ingresar a su casa mis recuerdos de muchos años atrás regresaron a mi mente, sus hermanas de mi amigo estaban allí y me saludaron efusivamente recordando aquellos años en que ya era parte de la familia muchas gracias por eso, y muchísimas gracias por tratarme muy bien.



Alistamos las cosas, para irnos a la playa, mi amigo Javier y su familia nos había preparado un suculento cevichito y luego de facilitarnos una combi y subir todos nuestras cosas nos dirigimos a la playa que queda a pocos minutos del pueblo, lo malo que cada vez que nos acercábamos mas a la playa el sol se ocultaba dando paso a una leve neblina, pero ni modo ya estábamos allí y había que disfrutar el dia, bajamos las cosas apresuradamente y buscamos un lugar apropiado y nos instalamos lo mejor que pudimos, sin sol y con una leve brisa fría comenzó nuestro relajo, al instante las chicas (esposas de mis amigos) por si acaso, empezaron a servir la comida y nosotros a destapar nuestra primera cervecita.



Los recuerdos no se hicieron esperar, de años atrás cuando éramos estudiantes de un instituto chalaco, de las fiestas aquellas donde nuestra condición de estudiantes misios nos hacían disfrutar de unos tragos simples y baratos, de las fiestas de cumpleaños en la casa de una compañera que vivía muy cerca al instituto, de las travesuras y las palomilladas de esas épocas donde a pesar de todo éramos ¡buenos muchachos! Y nunca tuvimos problemas con nadie. Luego recordamos la graduación y la despedida de las aulas donde cada uno hizo su vida muy lejos de los demás y la cantidad de años que tuvieron que pasar para poder reunirnos de nuevo ahora la mayoría con familia y quizás también con problemas pero ese jueves santo estábamos allí olvidando todo y relajando el alma y el cuerpo, fueron pasando las horas y encendimos la parrilla y se comenzó a asar la carne y los embutidos que eran para la cena, lastimosamente tenia que regresar y envidiaba a mis amigos que decidieron quedarse será para la próxima muchachos, espero que todo haya salido bien, luego ellos me llevaron a embarcarme para mi regreso a Lima el cual lo hice gracias a Dios sin contratiempos, a pesar de los años pasados y los que pasaran en adelante seguimos siendo los Mismos y quizás mejor que antes y a pesar del tiempo que pase creo que seguiremos siendo ¡Buenos muchachos!.

domingo, 24 de abril de 2011

! ME ESTAN JODIENDO LA VIDA !











Aprovechando los días de feriado por semana santa, opte por algunas cosas que nunca hice en años anteriores, una que me fui de paseo con unos amigos a un lugar fuera de Lima, que luego contare con más detalles, y lo otro que Salí con la familia al cine, nunca lo había hecho, siempre la pasaba en casa mirando películas algo deprimentes que pasaban por semana santa, filmes que tratan sobre la vida pasión y muerte de nuestro señor Jesucristo algo morbosas que se hace justo y necesario verlas, aunque eso me ponga en un trance, y de reacciones como de querer cambiar la historia al ver tanta injusticia y desigualdad en esas películas.


Debo confesar que al cine muy pocas veces asisto , con decirles que casi nunca lo hago, prefiero la complicidad de mi viejo televisor , de mi imprescindible DVD y de las ilegales películas piratas que inundan los mercados limeños, los cuales compro a precio irrisorio y lo disfruto en la tranquilidad de mi hogar y si estoy completamente solo mejor. Vuelvo a repetir que la sala de un cine es algo impenetrable para mí, pero esta vez acompañado de la familia y a insistencia de mi esposa, nos dirigimos a un inmenso centro comercial de Lima norte para ver una película animada que se estrenaba para felicidad de mis inquietas hijas, debo confesar que fui casi obligado para asistir a dicha función pero no me arrepiento y al igual que mis hijas disfrute de tan maravilloso espectáculo.

También debo confesar que el adelanto tecnológico es algo que todavía se me hace difícil asimilar, esto sumado a la gran cantidad de público que asiste a estos lugares que hace mucho más difícil que mi vida transcurra con la normalidad que yo prefiero, tuve que luchar contra mi impaciencia y aguantar más de treinta minutos haciendo mi cola para comprar las entradas y esperar otro tiempo similar para ingresar a la sala ,lejos quedaron esos años en que me acercaba a la taquilla de un cine y compraba mis entradas con total normalidad y rapidez, sin la necesidad de formar una concurrida cola era más fácil y sencillo identificar la película e ingresar al cine, ahora hay que estar al pendiente de los enormes avisos luminosos que te indican el nombre de la película, la hora de la función y el numero de la sala en que la proyectan ya que ahora existen los benditos multicines,!carajo! porque me la ponen tan difícil y qué manera de joderme la vida si yo soy un ser muy simplista y muy práctico.

Al momento de hacer la concurrida cola me puse a observar la inmensidad del centro comercial, también la cantidad de personas que allí estaban a mi alrededor transitando unos apurados y empujándose otros pacientes y tranquilos, observé también los inmensos restaurantes, los resplandecientes avisos electrónicos de diversos y mareantes colores cuyas letras parpadeantes anunciaban tiendas por departamentos, restaurantes, centros de diversión, y muchas cosas más , y recordé mi infancia allá en mi tierra , recordé a los cuatro o cinco gatos que formábamos la cola para comprar las entradas en el cine, es mas pensé en los dos únicos cines que allí existían y me puse a pensar en esa tranquilidad, en esa paz que reinaba por ese entonces allá en mi tierra donde la vida era simple, cómoda y placentera, no podía entender como en pocos años esto cambió drásticamente me están ¡ jodiendo y complicando mi ya disoluta existencia!

Me es difícil adaptarme al avasallador avance tecnológico que estamos viviendo, es cierto que dichos avances nos están cambiando y mejorando nuestra existencia, pero creo que mi generación es la que está pagando el costo de la adaptación, estamos al centro o sea entre lo caduco y obsoleto y lo nuevo. Lo de última generación, por eso cada vez que hago uso de un aparato de última generación me tomo la molestia de leer muy bien el catálogo antes de usarlo a veces no sé como soportar la burlesca sonrisa de mi hija cuando reacciona al contarle de los obsoletos aparatos que usábamos antes, como la máquina de escribir, la radiograbadora, el inolvidable casete, el practico walkman y su primo hermano el disc-man. Otrora fieles amigos de mi afición a la música, no comprendo como pudimos pasar casi sin darnos cuenta de nuestro fácil mundo manual a un complejo y atractivo mudo digital y nuevamente me digo como me ¡joden la vida! Pero ni modo tengo que asimilarlo.

En el interior de la sala la cantidad inimaginable de gente , me hizo pensar que el Perú ha crecido poblacionalmente en un buen porcentaje, sentado cómodamente en una moderna butaca esperaba impaciente el inicio de la película, delante mío un grupo de muchachos jugaban exageradamente con sus modernos celulares, una de ellas tomaba gran cantidad de fotos con su pequeña cámara digital, estuve a punto de decirle que dejara de hacerlo por lo molestoso del flash que centellaba delante de mi cara y volví a pensar ¡Como me siguen jodiendo la vida!.

Disfruté mucho la película, me maté de la risa, y la sonrisa y carcajadas exageradas de mi pequeña hija me hicieron muy feliz, y me puse a pensar nuevamente los beneficios de la tecnología digital que tanto disfrutan los niños y los jóvenes de ahora a pesar de eso pienso que en el futuro me seguirán jodiendo la vida pero lo disfrutare.