De Jauja se han dicho y escrito muchas cosas: Mario Vargas Llosa dicen que estuvo en Jauja y creo que es cierto por que la describe con perfección y naturalidad en su novela “Historia de Mayta” y en esta dice: Jauja era sinónimo de abundancia, tierra de abogados, primera capital del
Perú ,”la ciudad de los tísicos” y con respecto a mi barrio dice: Es un barrio de nombre religioso , con resonancias de martirio y expiación “Cruz de Espinas”. Me imagino a Jauja a mediados del siglo pasado como una ciudad cosmopolita acogedora de todas las razas y credos y todas ellas con un común denominador la temible “tuberculosis” me imagino a Jauja rodeada de ciudadanos de otra nacionalidad viendo caminar por sus calles a europeos, asiáticos, y americanos haciéndola una ciudad utópica. Recuerdo cuando era niño al dirigirme al cementerio para el dia de todos los santos en el mes de noviembre, me gustaba frecuentar un conjunto de nichos que se encuentra a la mano derecha de la entrada del campo santo es un lugar abandonado ahora último lo encontré cerrado con un enorme candado.ese lugar un poco tétrico donde poca gente ingresaba a visitar y dejar flores a sus ancestros después entendí el porque de la escasez de público en ese lugar. Me gustaba pasar en ese lugar algunos minutos escapándome del grupo familiar bajo cualquier pretexto daba varias vueltas al perímetro la curiosidad era tal, y leía y releía los nombres raros en aquellas grisaseas y amarillentas lapidas las fechas antiguas que figuraban en ellas. Podía leer apellidos italianos, alemanes, chinos.japoneses etc...algunos con fotos de caballeros y damas elegantes. A veces sentía un miedo sutil porque nadie o casi nadie ingresaba a dejar flores allí. En ese lugar con mi inocencia de niño me preguntaba que habían hecho esas personas en Jauja en aquella época, con esos apellidos y nombres raros, luego me entere que eran enfermos de tuberculosis que llegaron a estos lares por recomendación de sus médicos a curarse de su mal a esta tierra linda, sana y generosa. Pero no lo lograron.
Perú ,”la ciudad de los tísicos” y con respecto a mi barrio dice: Es un barrio de nombre religioso , con resonancias de martirio y expiación “Cruz de Espinas”. Me imagino a Jauja a mediados del siglo pasado como una ciudad cosmopolita acogedora de todas las razas y credos y todas ellas con un común denominador la temible “tuberculosis” me imagino a Jauja rodeada de ciudadanos de otra nacionalidad viendo caminar por sus calles a europeos, asiáticos, y americanos haciéndola una ciudad utópica. Recuerdo cuando era niño al dirigirme al cementerio para el dia de todos los santos en el mes de noviembre, me gustaba frecuentar un conjunto de nichos que se encuentra a la mano derecha de la entrada del campo santo es un lugar abandonado ahora último lo encontré cerrado con un enorme candado.ese lugar un poco tétrico donde poca gente ingresaba a visitar y dejar flores a sus ancestros después entendí el porque de la escasez de público en ese lugar. Me gustaba pasar en ese lugar algunos minutos escapándome del grupo familiar bajo cualquier pretexto daba varias vueltas al perímetro la curiosidad era tal, y leía y releía los nombres raros en aquellas grisaseas y amarillentas lapidas las fechas antiguas que figuraban en ellas. Podía leer apellidos italianos, alemanes, chinos.japoneses etc...algunos con fotos de caballeros y damas elegantes. A veces sentía un miedo sutil porque nadie o casi nadie ingresaba a dejar flores allí. En ese lugar con mi inocencia de niño me preguntaba que habían hecho esas personas en Jauja en aquella época, con esos apellidos y nombres raros, luego me entere que eran enfermos de tuberculosis que llegaron a estos lares por recomendación de sus médicos a curarse de su mal a esta tierra linda, sana y generosa. Pero no lo lograron.
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