sábado, 22 de mayo de 2010

SILVANNA


Han pasado más de tres años de aquella vez en que mi esposa y yo abandonamos tristes la sala de emergencias del hospital. Ella estaba embarazada y un examen de rutina nos había dejado incrédulos y casi sin esperanzas.
Los médicos dijeron esa tarde que ella tenía pocas semanas de embarazo pero que el embrión no lograría desarrollar y que a lo mejor no sobreviviría nos dieron un plazo para retornar y quizás realizaban un legrado.pasaban los días tristes por cierto y al ver a mi esposa preocupada y sintiéndose culpable por la situación conversamos al respecto y decidimos una visita al médico para salir de toda duda y tomar alguna decisión.
Así visitamos el hospital y solicitamos una cita con un medico ginecólogo este luego de auscultar solicito una ecografía de emergencia, hecho todos los tramites esperamos en la puerta de la sala de ecografias. Un poco tensos y con los nervios del caso, al poco rato la llamaron e ingresa ella sola, pasaron unos minutos y oí la voz de ella que me llamaba me acerque con vacilación hasta la puerta y esta se abrió, era el médico que me invitaba a pasar. Adelante me dijo y me invitó a tomar asiento, mire señor exclamó moviendo la cabeza con dirección al monitor, ve UD Ese punto en la pantalla? Si le respondí y observé un pequeño punto en el monitor y continuo diciéndome..... su esposa tiene semanas de embarazo y ese es el embrión del bebe y está en perfectas condiciones precisó enfático el galeno.
No podíamos dar crédito a esas palabras a nosotros nos dijeron lo contrario en sala de emergencias hace pocos días de dije.y mi esposa no podía creer lo que escuchaba y le pregunto varias veces si lo que decía era verdad y yo ingenuamente pregunte: ¿por qué no se mueve doctor? El médico sonrió levemente y tajantemente y con convicción respondió: Señores vayan tranquilos el bebe esta bien mejor no puede estar todo esta normal, y no se mueve .... me dijo mirándome a los ojos por que recién tiene días y es solo un puntito por eso no se mueve señor.
Esa tarde la alegría y la esperanza dibujaron una sonrisa en nuestros rostros estábamos tan felices que las lagrimas bañaron nuestros ojos nos abrazamos fuerte por un momento y queríamos ir a casa a dar las nuevas noticias a la familia. Ahora esa niña es la más alegre e inquieta de la casa la mas traviesa la mas linda y soy feliz por eso y doy gracias a Dios por ello gracias señor por darme una linda familia, gracias por tener una gran mujer y dos hijas maravillosas a mi lado.

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