sábado, 29 de mayo de 2010

LA ESTAFA


Karin una compañera de trabajo, se me acercó a conversar ese día, la notaba un poco preocupada, mientras los demás hacíamos bromas y nos reíamos ella daba vueltas como queriendo hablar con alguien, Luis me dijo tu conoces las” Malvinas” se refería al centro comercial donde reinaban los “cachineros” vendiendo artículos usados y de dudosa procedencia, claro que sí le respondí, y a la vez interrogué ¿por qué? ,Ella un poco sonrojada me comentó: Sabes, el lunes es cumpleaños del Chino y quiero hacerle un regalo, el Chino era su enamorado que también trabajaba en la oficina con nosotros, ¿así y que le piensas regalar? le dije, estoy pensando en regalarle un discman y me han dicho que ahí lo puedo conseguir, pero me da miedo ir sola por ese lugar sé que es peligroso, así es respondí, el sitio es un poco movido.

Mas o menos cuanto puede costar un discman en ese lugar me dijo, pues no lo sé pero debe de estar alrededor de cien a ciento cincuenta soles dependiendo de la marca y el estado en que se encuentre, hasta nuevo se puede conseguir afirmé, pero tú me puedes hacer el favor de comprar el discman, no seas malito te daré para tu pasaje, esta bien no te preocupes yo puedo ir a comprarlo, enseguida una sonrisa se dibujo en su rostro se levantó de su asiento y se dirigió a traer su cartera muy presurosamente, luego saco su billetera y me entrego ciento veinte soles y cinco soles para tus pasajes me dijo, y me los entregó, no sin antes recalcándome que buscara uno mas o menos y de ciento veinte soles como máximo y si no lo encontrara que no me preocupe que no compre nada y ella se encargaría de comprarle algo.

Ese sábado a la hora de salida a la una de la tarde animé al gordo Rolly, para que me acompañe a cumplir la diligencia no fue difícil convencerlo y le dije que luego de la compra nos iríamos a tomar unas cervezas, el gordo aceptó gustosamente, elegí al gordo porque era mi amigo y tenia mas confianza con él además de ser el mas entendido en asuntos de electrónica y de marcas me seria de mucha utilidad sus conocimientos para este caso. Además de su corpulenta compañía por supuesto. En el camino le fui comentando sobre el encargo de Karin, hicimos algunos cálculos y si había vuelto con ello nos tomaríamos algunas cervecitas más.

Llegamos al lugar por la Av. Argentina bajo el intenso sol de la tarde, en el preciso momento en que íbamos a ingresar al recinto comercial el cual estaba inundado de un mar humano a esas horas vendiendo y comprando cosas fuimos abordados por un tipo que justamente tenia entre sus manos un discman, ¡habla! “Causa” que están buscando interrogó, de inmediato le di una mirada al gordo y este todo pícaro sonrió, y nos acercamos al tipo, ya gordo tu mismo eres le dije, !Habla! Cuanto por el discman dijo el gordo, el tipo con una sonrisa confiada nos ofreció el discman marca “panasonic”, a cien soles “causita” dijo, prendiendo el aparato y poniéndole al gordo los audífonos, el gordo probó todas las funciones y estaba todo ok.

Disimuladamente me codeó y murmuró.

Ta, bien huevón tú que dices?

No-sé gordo tu dirás, yo de estas huevadas no sé ni mierda le dije.

Nada menos comparito le dije al pata mirándolo y haciéndome al cojudo,

-no “causa” cien luquitas ta bien, encima te regalo el CD y las pilas que más pe “causa”, habla que dicen.

El negocio estaba tentativo, nos tomó unos segundos y nos decidimos con las miradas complices, el gordo aún tenía el discman entre sus manos y estaba puesto los audífonos y balanceaba la cabeza al son de la música que escuchaba.

Págale no más huevón , ta bien la vaina, dijo el gordo, al instante saqué un billete de cien y se lo entregue al pata y fue allí donde caímos como dos imbéciles de nada me sirvió ir con el gordo y preparado para todo, nos agarró en nuestros cinco minutos de lornas.

Ya con el dinero el tipo astutamente le pidió el discman al gordo, causita te lo envuelvo en una bolsita dijo, al momento que sacaba de su bolsillo una bolsa plástica y en un segundo “metió” el discman en ella, lo doblo y se lo entrego al gordo, gracias “causa” cualquier cosita acá me encuentran para otro día.

. ta bien cuñao respondió el gordo.



Al instante caminamos a un paradero y abordamos una combi con dirección a la Av. Alfonso Ugarte, en el carro sonreíamos con el gordo, e incluso bromeaba, el negocio salió Rolly le dije, y eso porque me respondió, o sea redondo pe huevón y me reí, el también.

Llegamos a la Av. Venezuela y nos bajamos para dirigirnos a un bar que quedaba a escasos metros, ingresamos al local y buscamos una mesa, gordo pide dos chelas ahorita vengo voy al baño le dije, y me retire a los servicios higiénicos luego de miccionar me lavé las manos y la cara y salí mas fresquito, al acercarme al gordo que estaba sentado, éste me miraba con una cara de frustración y moviendo la cabeza negativamente, al notarlo aceleré mis pasos y al llegar a la mesa me acerqué hasta él y le dije:

¡Que pasa huevón!, ¡no me digas que nos han cagao!

El gordo sacó la bolsa plástica y la puso sobre la mesa,¡ mira huevón!, pero no hagas roche suave nomás.

Metí mi mano, saqué el contenido y vi sorprendido un pedazo redondo de jabón de ropa, que había sido sutilmente tallado en forma de un discman y hasta tenía todas las teclas.

¡Puta mare! Gordo y ahora que mierda vamos a hacer huevón, como nos han cagao gordo, o sea que por las puras te digo que me acompañes y tú que me dices que todo esta bien y que le pague a ese concha de su madre, vamos a buscarlo huevón. El gordo más tranquilo y resignado me dice:

Siéntate nomás huevón y hay que tomarnos las chelas que ya hemos pedido, y vi sobre la mesa dos botellas de cervezas heladas, además tú ,que chucha crees que ése huevón va a estar ahí esperando a que tu vayas y que te devuelva la plata, además así vayamos de seguro que nos sacan la mierda y perdemos más todavía, así es que no jodas y ¡salud.!

Tienes razón gordo, ya estamos cagados que se hace ¡salud Gordito! y comenzamos a beber la helada cerveza lentamente, recordando y diciendo lo que hubiéramos podido hacer además ya de nada servía pues habíamos sido estafados de la manera más vil y absurda.

Todo esta bien gordo pero hay un problema le dije, el dinero no era mío, era de Karin o ya no te acuerdas a que vinimos. Ese no es mi problema me respondió y empezó a reírse.

No seas pendejo gordo si tú eres el que hizo el trato.

Jajajajajaja seguía riéndose y sorbiendo su vaso de espumante cerveza, no te preocupes me dijo, reconozco también mi mala actuación, entonces tendremos que ir a medias cincuenta cincuenta me dijo.

Y justo ahora que no tengo dinero ¡carajo! Hablé molesto, de donde sacaríamos los cien soles para devolverle a Karin, decirle que nos habían robado sería una bajeza y una maldad inventamos un montón de cosas al final no decidimos por ninguna, salimos del bar apesadumbrados y con una bronca enorme, el gordo llegó a una solución, mira me dijo lo único que nos queda es devolverle su plata a karin y no contarle a nadie esta huevada, te imaginas huevón todos se reirían de nosotros, hagamos una cosa, yo tengo aquí mi tarjeta de crédito así es que vamos a pedir cien lucas y luego ya me pagas¿ ta bien?, está bien gordo eres lo máximo, ya huevón no me sobonees mucho y así nos dirigimos al cajero automático renegando y con las ganas de seguir tomando y mentándole la madre a ese hijo de puta, Que nos había estafado.

Lógicamente el lunes le devolví su plata a Karin y le dije que los discmans estaban muy caros y que no encontramos por menos de ciento cincuenta soles.

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